El Metro de Caracas, un servicio que se hunde y arrastra a sus trabajadores
El que fuera el metro modelo de América Latina se encuentra sumido en el abandono,mientras que sus trabajadores se quejan por condiciones laborales cada vez más precarias que han propiciado la renuncia de buena parte del personal
Autor: Orianny Granado
Bajo tres premisas -rapidez, calidad y comodidad- nació el sistema Metro de Caracas, que durante sus inicios se catalogó por ser un lugar insigne y referencia mundial de un servicio idóneo para los ciudadanos, una compañía de oportunidades para sus trabajadores. Hoy, este mismo servicio se hunde gracias a la revolución y va arrastrando consigo a sus empleados.
Cada vez son más frecuentes las quejas de los usuarios por el mal servicio que presta el sistema de transporte más importante de Caracas, que moviliza al menos 2 millones de venezolanos diariamente. Retrasos, robos, fallas en los aires acondicionados, escaleras mecánicas inservibles y hasta asesinatos, son algunas de las condiciones con las que tienen que lidiar todos los días los usuarios. Pese a todo esto, poco es lo que se conoce sobre las condiciones que tiene que enfrentar los casi 9 mil trabajadores de este servicio.
Para el lunes 08 de enero se corrió la voz de un presunto paro en el sistema por parte de sus trabajadores, que tenía como finalidad el reclamo de sus derechos laborales. Esta acción fue desmentida por el presidente del Sindicato de Trabajadores del Metro de Caracas, Edison Alvarado, así como por el presidente de la compañía, el mayor general César Vega.
"Metro de Caracas" No se detiene y su clase obrera desmontamos la mentira y la manipulación de la contrarrevolución que pretende desvirtuar los logros y conquistas de nuestros trabajador@s hoy vamos a trabajar porque somos pueblo y la pueblo nos debemos 5.30 am iniciamos labores pic.twitter.com/PcQ4WoPcGC
— EDISON ALVARADO (@EdisonB25) January 8, 2018
¿Qué ocurre puertas adentro en el sistema Metro?
En declaraciones para TalCual, un empleado del servicio que prefirió permanecerse en el anonimato por razones obvias, denuncia que la situación más alarmante que están viviendo dentro del Metro es la no aceptación de renuncias a los trabajadores que ya no quieran hacer vida dentro de la empresa.
Al no recibir la renuncia, los empleados abandonan su puesto de trabajo para que así el patrono tome la decisión de despedirlos al pasar los 3 días de faltas injustificadas. La fuente detalla que estos exempleados no reciben lo que por ley les corresponde: sus prestaciones sociales y liquidación.
«Han llegado a pegar carteles con la fotos del trabajador y un escrito que prohibiéndole el acceso” para evitarse que la persona pueda ir y exigir el pago, dice la fuente.
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Un secreto a voces es el despido en las instituciones gubernamentales de todas aquellas personas que se muestren abiertamente en contra a las políticas del Gobierno de Nicolás Maduro, y el Metro de Caracas no escapa de ello.
A la brava
La última medida arbitraria que tomó el sindicato Base 25, de tendencia oficialista, fue el cambio abrupto en el seguro médico anunciado a mediados de diciembre.
“No hemos sido informados de qué cubre el nuevo seguro y en qué clínicas nos pueden atender. Nos dieron un número para estricta emergencia”, señala otro trabajador.
Asimismo, refiere que dentro de la empresa existe descontento por la manera en la que el salario ha decaído. “Yo tengo 12 años en el Metro, cuando entré a trabajar aquí era difícil porque el sueldo que ganábamos era muy competitivo. Este año las utilidades, que siempre no las habían pagado con los días extras, feriados y bonos, las pagaron con el sueldo base; y con eso era que uno podía resolver”, asevera el trabajador.
En el año 2017 el sindicato Base 25 junto al patrono firmaron la contratación 2017- 2020, en cuyo contenido existe una cláusula que resalta la “obligación” de la empresa de ajustar su sueldo de acorde a las cifras de la inflación.
Ni las órdenes de Maduro se cumplen
Durante la celebración de los 39 años del sistema Metro de Caracas, uno de los invitados fue el mandatario Nicolás Maduro, quien rememorando sus pasos por la compañía se encontró de frente con el deterioro de la empresa de cara a sus trabajadores.
Al preguntar si aún existía el comedor ubicando en la estación Las Adjuntas los presentes respondieran un contundente «NO«. Inmediatamente Maduro ordenó reactivar los cuatro comedores para beneficio de los empleados.
Luego de más de un un año de aquella alocución, los cuatro comedores de todo el sistema, ubicados en las estaciones La Paz, Propatria, Las Adjuntas y Caño Amarillo, siguen cerrados y sin asomo de remodelación o compromiso para reactivarlo.
El golpe a a los usuarios
Los retrasos en los trenes son el pan de cada día. Aunque parezca mentida, una de las causales de esta problemática es el incumplimiento en la dotación de uniformes y zapatos de seguridad que deben poseer como medida «obligatoria» todos los trabajadores del sistema. Resulta que los operarios tienen que pasar por conductores de corriente de alto voltaje para los cual deben contar con los implementos necesarios, y al no contar con ellos, los operadores de trenes desisten y el turno queda sin el personal correspondiente.
Esta historia se repite en todas las líneas, afectando con mayor frecuencia a los usuarios de la Línea 2.
Por otra parte, de acuerdo con las normativas, los operadores no pueden conducir un tren por más de tres vueltas en cada jornada y con un descanso de 45 minutos como mínimo. Pero en tiempos de crisis la falta de reemplazo se repite con frecuencia, lo que los obliga a redoblarse en el puesto por más del tiempo estipulado.
Aunado a los contratiempos que sufren los trabajadores del Metro de Caracas, cualquier manifestación de descontento o rechazo a la sobreexposición de trabajo acarrea una citación a las oficinas del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin), además de ser investigados por alteración al orden público, traición a la patria o peor aún, porque buscan generar caos en los ciudadanos.
TalCual solicitó una entrevista con la dirigencia del Sindicato Base 25 para constatar su versión con respecto a todas estas denuncias, pero la respuesta fue «no podemos declarar a ese periódico» debido a que el fundador Teodoro Petkoff, «es un comunista traidor».
Bajo premisas como ésta, el Metro sigue siendo manejado por un gobierno con poco margen de acción para solucionar unos problemas que se multiplican día a día, apoyado por una dirigencia sindical que no representa los intereses de los trabajadores y que poco empeño pone en ello, evidencia de que la desidia que se observa en el principal sistema de transporte de Caracas también corroe las relaciones laborales.
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