Futuro oscuro es lo que se dibuja para la Línea 1 del Metro

Fallas estructurales, equipos inadecuados e impericia de los operarios son solo algunos de los muchos problemas que enfrenta el principal sistema de transporte de Caracas, cuya Línea 1 podría quedar inoperativa en cualquier momento
Autor: Orianny Granado | @Orii_Granado
Cada vez son más frecuentes los retrasos y las malas condiciones en las que se encuentran las estaciones y trenes del Metro de Caracas, siendo una muestra clara de la falta de mantenimiento y el sistemático deterior en la estatal de transporte subterráneo durante el gobierno de Nicolás Maduro.
Poco es lo que se sabe sobre los problemas reales que atañen a una compañía que fue modelo mundial de eficiencia y buen servicio, pero según extrabajadores de la empresa el sistema estaría a punto de un “cierre técnico”, en especial la Línea 1, que comprende la ruta desde Propatria hasta Palo Verde.
De ello da fe el vicepresidente de la Asociación Civil Familia Metro, Alberto Vivas, quien denuncia que la Línea 1 del sistema tiene fisuras y agrietamientos en distintos rieles que frenan su normal funcionamiento. Agrega que aun más delicado es el problema en los cambias vías, mecanismo que redirecciona el tren a un nuevo tramo de la ruta, causa por la cual los trenes se ven obligados a disminuir la velocidad cuando pasan por algún tramo afectado, lo que ocasiona pequeños retrasos que sumados, terminan por ocasionar largas demoras que afectan la otrora famosa puntualidad del Metro.
Un empleado que prefiere el anonimato ratifica ésto. Señala que las diferentes vías férreas “no reciben el mantenimiento adecuado, lo que ha ocasionado hundimientos que son cada día más notables y que se han agravado tanto que pueden ser percibidos por los usuarios. Es el incómodo traqueteo que se siente cuando el tren pasa por uno de esos tramos, algo que se evidencia en particular en los tramos Caño Amarillo – Agua Salud y Ruíz Pineda – Mamera.
También es esta la razón por la cual en horas pico se escucha decir a los operadores «el sistema presenta en estos momentos retraso debido a fallas en la vía», ocasionado demoras que algunas veces tardan varias horas en ser subsanadas.
Equipos inadecuados
Otro delicado detalle del que poco o nada se sabe se relaciona con que los trenes de la Línea 1 están siendo conducidos 100% de forma manual, esto luego de que el Gobierno decidiera adquirir en el año 2010 vagones fabricados en España que no encajan correctamente con las estructuras originales del sistema.
El vocero de Familia Metro recuerda que anteriormente los ferrocarriles eran manejados de forma automática o semiautomática, para que así el Centro de Control de Operaciones pudiese tener todo momento -o casi todo momento- el control sobre el material rodante. Solo así se garantiza tener precisión de cada movimiento que se dé en la vía.
Los trenes con los cuales abrió la compañía Metro de Caracas en 1982 eran de fabricación francesa y contaban con ese sistema de conducción automatizado, lo que hacía que cada vagón percibiera la existencia de otro a una distancia prudencial y suprimía cualquier avance hasta constatar que el movimiento era seguro. Estos trenes continúan funcionando pero sólo en las Líneas 2 y 3.
Alberto Vivas destaca que para automatizar el funcionamiento de los vagones ‘rojos’ de la Línea 1 es preciso realizar remodelaciones en las vías férreas y arreglos en las instalaciones para adecuarlas a la tecnología original francesa. A su juicio esta situación podría provocar “un accidente de grandes dimensiones, donde los usuarios pueden salir lesionado y con consecuencias fatales”.
La información es avalada por un integrante del Frente de Trabajadores Activos y Jubilados del Metro de Caracas que prefiere mantener su nombre en anonimato, quien advierte que de seguir este manejo manual se pone en riesgo “la seguridad de tren, el personal y lo más importante de los usuarios”, por lo que afirma que “La Línea 1 del Metro no debería estar en funcionamiento por la gran cantidad de fallas que presenta”.
Impericia al mando
Aunado a ésto, Alberto Vivas destaca que la duración de los cursos para ser operador de trenes se redujo de seis a solo un mes y medio. Anteriormente este tiempo era dividido en dos etapas: tres meses para la inducción teórica y tres meses de entrenamiento práctico, dos de los cuales se hacían bajo conducción supervisada y solo en el último periodo se permitía al trabajador estar en cabina sin asistencia; aunque era monitoreado de forma constante para evaluar su desempeño. Todo ello se ha perdido.
El ex trabajador de la empresa no duda en alertar que esta situación de poca o nula inducción y el manejo manual de los trenes puede causar “una gran tragedia de magnitudes impensables” que arriesgaría la vida miles de usuarios habituales e interrumpiría un servicio que, según las estadísticas oficiales, es utilizado por más de dos millones de personas cada día.
Pero el poco adiestramiento es solo parte del problema. Desde Familia Metro aseguran que en lo que va de año al menos 200 operadores han presentado su carta de renuncia, las cuales que no han sido aceptadas por la compañía que teme quedarse sin personal especializado. Vivas asegura que la empresa espera de que los trabajadores “revoquen esta decisión” y decidan continuar en sus labores.
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Trabajadores activos han apuntado que las renuncias en masa se deben a los malos salarios, por la impotencia que sienten dado el proceso de decadencia en el que se ha sumido la empresa y en rechazo por la ola de despidos injustificados que ha incrementado en los últimos tiempos.
Un mar de problemas
Las fallas en el sistema de transporte subterráneo de Caracas parecen no tener fin. Además de las averías en vías y la utilización de equipos no acordes con el sistema originario, cada vez son menos los trenes que prestan servicio. La consecuencia es el consabido retraso que ha hecho que el tiempo de espera en el anden pasara de los tres minutos originales a por lo menos 10 minutos, en el mejor de los casos.
De acuerdo con datos aportados por los trabajadores, de los 46 trenes que deberían estar destinados para la Línea 1 solo están en funcionamiento 18, lo que ocasiona que los usuarios deban esperar hasta 20 minutos en el andén durante algún momento del día.
Es más, al reiterar que la situación actual del Metro de Caracas viola estándares internacionales de seguridad y calidad para el funcionamiento, Alberto Vivas afirma que para el momento nueve trenes que se encuentran fuera de servicio han sido “canibalizados” para utilizar sus piezas en los que están en funcionamiento y así alargar un poco más el tiempo de vida, ante la imposibilidad de importar las partes y piezas necesarias por falta de recursos.
A todo este cúmulo de fallas se suma la falta de aires acondicionados en todas las áreas del sistema, el poco o nulo funcionamiento del circuito cerrado de televisión que permite a los operadores ver todos lo que ocurre en el sistema, y la paralización de 90% de las escaleras mecánicas de las estaciones.
Al buscar la versión oficial de la compañía Metro de Caracas, el equipo de TalCual no recibió ninguna respuesta.
Trabajadores de la empresa aclaran que el Gobierno está al tanto de todas estas situaciones pero son tratadas como “secreto de Estado”: revelar a los usuario el verdadero deterioro en el sistema dejaría en evidencia la urgencia de declarar un cierre técnico, una acción que conlleva que el patrono decrete el cese de servicio por no contar con los estándares de calidad mínimos para un buen funcionamiento.
Mientras el deterioro se profundiza, el prácticamente gratuito Metro de Caracas se ha vuelto una penuria diaria para millones de usuarios, quienes ignoran que tras los retrasos cada vez más frecuentes son los estertores de un sistema que en cualquier momento puede dar su último aliento.
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