Rodríguez Torres: Abogamos por un frente muy amplio donde entren todos
Miguel Rodríguez Torres, exministro de Interior y Justicia, encabeza el Movimiento Amplio Desafío de Todos que se ha sumado al Frente Amplio Venezuela Libre anunciado este jueves en Caracas. Desde allí, hace un llamado a la “unidad superior” para cambiar de gobierno. Denosta de la candidatura de Henri Falcón y pide salir de Maduro para luego retomar la pugna por visiones particulares y propuestas distintas para el país
Autor: Víctor Amaya | @victoramaya
-Ha estado impulsando el Movimiento Amplio Desafío de Todos. ¿Qué ha ido recogiendo del público que, presumimos, es distinto al que atendería una convocatoria de la MUD?
-Nosotros ya tenemos bastante tiempo, más de dos años proponiéndole al país la necesidad de unir a los venezolanos. Hemos desarrollado el término de la “unidad superior”, que es aquella por encima de los partidos, de los egos, de los intereses gremiales y particulares. Esa unidad superior es la única que nos puede conducir a una victoria política en Venezuela. Es una unidad coyuntural. Mucha gente de izquierda me dice “pero yo nunca me voy a pegar a la derecha que es la que convoca”; y otra gente de derecha que dice “pero ahí están metidos los chavistas”. Si empezamos con eso, este país nunca va a salir del atolladero. Y si dejamos que solamente sean los tres o cuatro partidos de oposición que están en la MUD los que se encarguen de tratar de alcanzar esa unidad, siempre se van a imponer los egos de quienes quieren ser Presidente. Por eso abogamos por un frente muy amplio donde entren todos, donde nos unamos en una coyuntura que al pasar cada quien vaya a defender sus espacios políticos y a hacer sus propuestas. Es una alianza táctica.
-En TalCual se publicó un texto que pregunta si quienes hacen llamados a una unidad superior están dispuestos a pedir perdón primero. Allí se incluye la respuesta de la periodista Luz Mely Reyes a su afirmación de haber hecho llamados al diálogo. Ella respondió que usted “luego de haber aplicado represión, detener manifestantes, acusar a estudiantes en campamentos de drogadictos y toda una carga moral” tampoco era la mejor opción para llamar al diálogo. ¿Cree que le hace falta disculparse?
-Lo que pasa es que ese tipo de visión de las cosas es lo que a veces impide que se imponga la unidad superior. Sobre el tema de 2014 podemos debatir lo que quieran. Basta que revisen mi actuación en Táchira entonces y vean mis declaraciones. La primera fue, luego de sobrevolar San Cristóbal y ver 97 barricadas, cuando dije que si yo fuera tachirense estuviera tan molesto como ellos, porque hay razones al no haber comida, gas, gasolina, medicinas. Y lo dije, que puede haber muchas razones para molestarnos pero nunca para matarnos. Esa declaración en el gobierno no gustó. Y yo no saqué tanques de guerra sino que empezamos a dialogar con todo el mundo: los jefes de la guarimba, estudiantes, gente de la resistencia, a quienes habían llevado presos a Falcón los devolvimos a Táchira. Y luego buscamos hacerle entender a la gente que la protesta debe estar enmarcada en el marco constitucional democrático y no como una autoflagelación.
-Uno de los compromisos del acto realizado en el Aula Magna de la UCV fue replicar la ocasión en otras universidades. ¿Lo veremos participando allí, siendo que una vez en una universidad un grupo de estudiantes protestó su presencia acusándolo de represor?
-Eso fue en la Universidad Bicentenaria de Aragua. Allí hay un núcleo duro de lo que llaman la resistencia. Fue un foro con varios invitados y unos muchachos sacaron unos papelitos de protesta, pero fueron respetuosos y dejaron que uno hablara. Al final yo les pedí hablar y nos encerramos en un aula, eran como 12 muchachos. Estuvimos varias horas. Esos muchachos hoy están militando en nuestro Movimiento, donde predicamos la reconciliación nacional. Yo no tengo problema en debatir con quien sea porque siempre he actuado con transparencia. Y si a alguien yo he agredido de manera personal, yo pido perdón a quien tenga que pedírselo, si hay un elemento que diga que yo fui quien ordenó maltratar a alguien. Si los venezolanos no entendemos que hay que pasar por un proceso de perdón y reconciliación, que no implica impunidad, y que nos veamos como hermanos y no como enemigos, seguiremos con una sociedad fracturada.
-¿Este jueves se lanzó el Frente Amplio Venezuela Libre, su movimiento forma parte de él?
-Sí. Todo lo que implique unidad de los venezolanos para avanzar en la construcción de una alternativa política distinta a lo que tenemos hoy, nuestro Movimiento estará siempre presente ahí.
-Ha dicho que las elecciones del 20 de mayo son “un yo con yo”. ¿Por qué?
-En primer lugar, esta elección fue convocada por una ilegítima constituyente con unos lapsos que violan la ley. La Constitución establece que el período es de seis años, y quién es quién para recortar eso sin hacer cambios constitucionales correspondientes. Se supone que el Presidente si pierde, en junio tiene que entregar. O pretenderá quedarse hasta enero, con una pugna por el poder, con la constituyente sacando del juego al que ganó. Eso no nos lo podemos calar. Segundo, hay una violación flagrante de lo que dice la ley, que dice que entre la convocatoria y la elección debe haber seis meses de separación. Al violar la ley, esas elecciones no se pueden avalar. Desde el Frente debemos exigir las condiciones que están establecidas en la ley. Cuando eso ocurra, le quedará al Frente escoger el candidato necesario para vencer a Maduro.
-¿Henri Falcón no es ese candidato?
-Por ahora, no. Henri Falcón es el candidato de Maduro, que viene haciéndose una oposición a la carta; y de ahí salió el candidato que él quiere tener ahí. El candidato debe salir del consenso nacional, no del consenso del partido de gobierno.
-¿Qué propuesta lleva al Frente Amplio para que esa activación de la sociedad civil conduzca a modificar unas elecciones ya convocadas? ¿Cómo presionar al gobierno para que haga lo que no se logró ni con los cancilleres en República Dominicana?
-Si tú eres Presidente y este Frente logra convencer al 80% de los venezolanos que se opone al gobierno de que no hay que votar hasta tanto no se cumpla lo que está establecido en la ley, nadie va a votar por nadie. Cuando se vea que nadie va a votar, estos candidatos no van a hacer el papel de bolsas. Lo más lógico e inteligente, si no quieren quedar achicharrados en la historia, es que se retiren. Si estos candidatos se retiran, en qué condición quedaría el Presidente. Él va a estar obligado a sentarse con esa sociedad organizada a negociar, con un grupo que no es solo quienes aspiran ser presidentes, para establecer un cronograma que esté encuadrado estrictamente en la ley venezolana. Cuando eso ocurra, de ese Frente nacerá el candidato único, llámese como se llame.
-Este Frente Amplio incluye a buena parte de los partidos que están en la MUD. ¿Ha tenido usted conversaciones con dirigentes de esos partidos, como Julio Borges o Henry Ramos?
-Desde que vengo proponiendo un frente amplio he conversado con líderes de todos los sectores del país. No solo de los partidos de oposición, sino del chavismo porque allí no está todo unificado en torno a Maduro.
-¿Líderes del chavismo que aún están en el gobierno?
-Hay gente que todavía está plegada al partido de gobierno pero ya está buscando dónde hacer tienda aparte porque están cansados de tanto engaño y mentira, y entienden que el país va hacia un despeñadero. Yo converso con todos los sectores hace bastante tiempo invitándolos a formar un gran frente amplio.
-¿Usted tiene algún prurito en tomarse una foto con alguno de los líderes de los partidos políticos de oposición?
-Con nadie. Si no entendemos que la salvación de este país pasa por encima de todos esos intereses y tonterías que separan a los venezolanos, no vamos a lograr superar esto nunca. Yo, por ejemplo, no quisiera votar nunca por (Henrique) Capriles, pero si la unidad del país dice que es por ahí el camino, se votará por lo que el país diga y defina. Hay algo que hay que tener claro, ni todos los del PSUV ni todos los que apoyan a Maduro son de izquierda, ni todos los que están en la MUD son de derecha. Esa discusión hoy es banal.
-La reconciliación es una de las banderas de su movimiento. Le pregunto por otras, por ejemplo, en materia económica. El asesor económico de Henri Falcón apoya la dolarización, por ejemplo. ¿Cuáles son tres claves económicas del MADDT?
-Lo primero es que no compartimos la propuesta de la dolarización, porque conocemos el origen de ella. Esa propuesta la hace Francisco Rodríguez, más que por proponer una salida a la crisis, por tratar de demostrar que Falcón es totalmente distinto a Maduro. La dolarización no es correcta porque Venezuela es un país monoproductor y su ingreso en divisas va a estar totalmente limitado a lo que venda de petróleo. Un país que solamente exporta petróleo, si se dolariza, va a tener serios problemas fiscales y además pierde el control sobre la moneda pues pasaría a depender del Departamento del Tesoro de EEUU. Otros economistas muy bien formados que la dolarización no es el camino sino sincerar la economía venezolana, activar la producción del país. Si yo fuese Presidente, como se lo dije a Maduro hace mucho tiempo, el gobierno sería itinerante para ir a los estados a reunirse con los productores, corregir los errores, devolver las tierras expropiadas, entender que Agropatria no funciona. Pdvsa necesita un gran sacudón, hay que reprofesionalizarla.
-¿Usted quiere ser Presidente?
-Eso no me quita el sueño.
-Pero puede querer aunque no le quite el sueño.
-Eso lo hemos planteado y discutido, y en el momento en que las circunstancias lo impongan lo asumiremos. Pero en esta coyuntura, lo importante es lo que el consenso determine.
-¿Se considera chavista no madurista?
-Cada día es más grande ese chavismo no madurista. Chávez tenía la virtud de reconocer cuando se equivocaba. Él habló de un golpe de timón. Estos no entendieron eso.
-¿Se arrepiente de algo hecho mientras estuvo en el gobierno?
-Tendría que sentarme a buscar… Obviamente debo haber cometido muchos errores pues soy un ser humano. Yo más que arrepentirme, me lamento de no haber podido aplicar el plan de seguridad ciudadana que veníamos desarrollando con mucha fuerza en 2013-2014, que estaba científica y técnicamente preparado para atender lo que hoy es una de las grandes necesidades de la gente.
-Cuando el Presidente fue nombrado por Chávez como su sucesor, muchos que lo conocieron, como Vladimir Villegas, decían que era un hombre abierto al diálogo, con ecuanimidad, que se deja asesorar. Ahora su figura es vista como la de un autócrata. ¿Qué le pasó a Nicolás Maduro? ¿Usted cree que hoy el Presidente es una persona distinta?
-Yo conocí a Maduro hace mucho tiempo, y ciertamente eso que decía Vladimir Villegas era cierto. Maduro era un tipo afable, el jocoso del equipo, el que siempre salía con un chiste para retomar el ánimo después de un regaño de Chávez. Era un conciliador por naturaleza y después fue dando un vuelco que a veces uno no entiende. No sé si es el entorno o si el poder lo envileció. Cuando yo lo conocí, no era el Maduro que estamos viendo hoy. La oposición puede tener gran culpa de estas cosas, porque yo recuerdo en 2013 que le propuse al Presidente dialogar con los nuevos gobernadores y alcaldes, y así fueron convocados. Y me ordenó recorrer el país para dialogar con todos, y eso se hizo. Pero en pleno proceso de diálogo y trabajo, empezó La Salida, con violencia en la calle, un desastre. Eso rompió y así pasó muchas veces. Es muy difícil con una clase política que no se tolera, no se respeta y no se reconoce, hacer política de altura.
-¿Es verdad que usted pudo reunirse con Maduro, siendo su ministro de Interior, solo una vez y en un avión que iba a Trinidad?
-Sí, es que el Presidente tiene una forma de gerenciar que yo no entiendo: por teléfono y mensaje de texto. No es un Presidente como uno vio a Chávez, que citaba a cada ministro y uno iba con su corbatica a rendir cuentas, mostrar necesidades, metas alcanzadas, etc. Eso no existía. Eso era como va viniendo vamos viendo. Una sola vez logré que me firmara cuenta, de tres meses atrás, porque lo perseguí a un avión sin saber a dónde iba. Así es como difícil que la administración pública funcione.
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