Comedores en Petare, la esperanza de los padres que no tiene como alimentar a sus hijos
Esta organización tuvo la idea de llevar a cabo esta iniciativa en esa localidad del estado Miranda después de la muerte de Sharon, una bebé de tan solo 14 meses que perdió la vida por desnutrición crónica. Pesaba solo 5 kilos
Autor: Orianny Granado
A 25 minutos en jeep luego del puente de Pablo VI, está ubicado el barrio República Unida de Petare. Ahí está la casa de Ana Gutiérrez, hogar donde este jueves 5 de abril fue inaugurado el décimo comedor de la fundación Un Par Por Un Sueño, instalaciones creadas para darle comida a niños de escasos recursos.
Esta organización tuvo la idea de llevar a cabo esta iniciativa en esa localidad del estado Miranda después de la muerte de Sharon, una bebé de tan solo 14 meses que perdió la vida por desnutrición crónica. Pesaba solo 5 kilos.
Maira, su madre, relata cómo su pequeña hija sufrió una hidropesía (su organismo se hinchó por exceso de líquido) y su cuerpo se fue apagando poco a poco hasta que un día, recluida en un hospital público de Caracas, falleció.
“Le hicieron todo tipo de exámenes. Ella se hinchó tanto que esto ya fue el tope”, cuenta la madre que llevó a sus otros cuatro hijos al nuevo comedor para que pudiesen llevarse a la boca un plato “fuerte”, pues manifiesta que tiene miedo de que la historia de Sharon se repita en cualquiera de sus primogénitos, temor que permanece latente.
A las 7:00 am inició Ana Gutiérrez la jornada del día, quien se levantó temprano para preparar la pasta con tajadas y pollo que disfrutaron los casi 60 niños que se beneficiarán de este comedor de la Fundación Un Par Por un Sueño, la misma que nació para regalar zapatos a niños de escasos recursos, pero que por la crisis del país se vio obligada a cambiar su aporte a la sociedad.
Brian Fincheltub secretario general del Primero Justicia en el municipio Sucre del estado Miranda y directivo de esta organización, resaltó que en el país cada vez son más los niños que mueren por desnutrición, pues asegura que para las familias venezolanas es difícil llevar un plato de comida a los más pequeños.
“Dejamos de entregar zapatos porque los niños a los que se los estábamos dando no tenían la fuerza para mantenerse de pie, mucho menos para jugar. Por eso decidimos pasar a la construcción de comedores”, resaltó el dirigente.
Mientras declaraba a los medios, Maira subrayaba que su pequeña Sharon nació sana. “Ella era una niña normal sin ningún tipo de enfermedad”.
Resaltó que en la localidad existen muchas familias que no tiene para comer. «A veces tienes la harina y no tienes con qué comértela, a veces tienes el pollo y no tienes con qué comértelo”, aunque aseguró que es “casi imposible” tener el pollo, y “esas son las proteínas y calorías que deben tener todos los niños”.
“Es bien difícil llevar la comida tres veces al día. Soy madre soltera y tengo 4 niños; mis hijos a veces no van al colegio porque no tienen zapatos, se les rompieron”, dice Maira entre sollozos, mientras que sus hijos de 14, 12,10 y 3 años se llevaban a la boca lo que sería su primer plato de comida del día.
Una apuesta a la esperanza
Ana Gutiérrez, madre de 7 hijos y que ofreció su humilde casa para que sirva como cocina y comedor comunitario, tenía planeado en pocos días irse de Venezuela al considerar que la situación “está cada vez más difícil”. Sin embargo, al escuchar la propuesta, no dudo un segundo en aceptar.
Ella se iría a Colombia con sus cuatro hijos menores de edad y su esposo. Allá la estarían esperando.
Dijo que ante la angustia y la tristeza que causa tener que emigrar a otra nación en busca de bienestar y estabilidad, ella pidió a Dios que le “mostrara el camino a seguir, surgió está idea que es su voluntad y decidí que tenía que quedarme”.
“Este comedor sirve de ayuda para los padres que no pueden alimentar a sus hijos todos los días”, resaltó Gutiérrez.
Los diez comedores que ha creado la fundación en Petare, la barriada más grande de Venezuela, benefician hasta el momento a cerca de 1.500 niños, aunque durante la inauguración manifestaron que esperan poder abrir tres comedores mensualmente, para poder llegar a otras familias.
“Si este Gobierno continúa van a morir más niños”
La madre de la Sharon asegura que si el mandatario Nicolás Maduro llegase a resulta reelecto en las venideras elecciones presidenciales del 20 de mayo, “no solo van a morir niñas como la mía, sino que van a morir más niños”.
“Sería triste (…) pasaremos más decepciones con los niños”, dice Maira sobre una posible victoria de actual jefe de Estado.
Aún cuando vive en una zona popular, es una madre soltera, sin trabajo y con cinco hijos, no recibe ningún tipo de beneficio por parte de las autoridades.
Al preguntarle si votaría por el actual Gobierno señaló que “como madre que perdió a su hija, su conciencia no le da para votar por ellos”, ni siquiera por el candidato Henri Falcón.
Dice que la primera vez que el fallecido Hugo Chávez se lanzó como candidato a la Presidencia sí le dio su voto, sin embargo, luego se decepcionó al ver cómo la situación agravaba.
Por el momento Maira no tiene un trabajo formal, pues era conserje en un edificio y hace tres años se tuvo que retirar. En la actualidad sobrevive haciendo mandados y “matando tigritos” con sus vecinos, lo que en ocasiones le alcanza para comprarle sardinas a sus hijos, la única proteína que ingieren al mes.