Bony de Simonovis asegura que aún no ha habido justicia en el caso del 11 de abril
A 16 años de los sucesos de 2002, Bony de Simonovis recuerda que en el caso de su esposo, el excomisario Iván Simonovis, no se ha hecho justicia
Bony Pertiñez de Simonovis, esposa del excomisario Iván Simonovis, aún se explica cuáles fueron los motivos por los cuales su esposo fue encarcelado por los sucesos del 11 de abril de 2002, que según la abogada, el exfuncionario no se encontraba en Puente Llaguno durante los hechos en los que murieron 19 personas.
En una entrevista concedida al diario El Impulso, Pertiñez aseguró que en el caso de su cónyugue, así como en los casos de los comisarios Lázaro Forero, Henry Vivas y los ocho funcionarios de la Policía Metropolitana que pagan prisión por lo ocurrido, no se ha hecho justicia.
Recordó que fue en 2003, dos años después de esa movilización, cuando el excomisario Simonovis fue detenido «sin haber sido jamás citado a la Fiscalía, ni mucho menos imputado».
De igual forma, indicó que la orden de aprehensión fue expedida por el ahora presidente del Tribunal Supremo de Justicia, Maikel Moreno, quien también defendió al llamado «pistolero de Puente Llaguno», Richard Peñalver, que recientemente fue visto en las Islas Canarias pidiendo asilo político.
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Por otro lado, se convocó para este 11 de abril un tuitazo en todo el país para exigir la liberación de los efectivos de la Policía Metropolitana, condenados a penas entre 16 y 30 años de prisión por su presunta responsabilidad en dos de las 19 muertes que se registraron ese día durante la movilización.
En el año 2002, en medio de una huelga general y fuertes protestas, se convocó a una movilización desde Parque Cristal hasta la sede de Pdvsa en Chuao, donde hoy funciona el núcleo de la Universidad Nacional Experimental de la Fuerza Armada (Unefa) para protestar contra Hugo Chávez.
Allí, se decidió marchar hasta el Palacio de Miraflores, en donde se llevaba a cabo una actividad del chavismo y cuando ambos grupos se encontraron, se produjo un enfrentamiento que dejó varios muertos.
Esta acción derivó en un llamado «vacío de poder», en el que el presidente de Fedecámaras para entonces, Pedro Carmona Estanga, fue proclamado presidente provisional. Para el 13 de abril, Chávez regresó a Caracas para recuperar el puesto de jefe de Estado.