El «made in China» mantiene a flote la belleza de las venezolanas
En un mercado signado por la dolarización de los productos de marcas originales, los cosméticos llegados del lejano oriente son una de las opciones más a la mano de las féminas venezolanas, para quienes el maquillaje es casi una necesidad
Autor: Eukaris Pérez
Para la venezolana verse bien arreglada y presentable en toda ocasión siempre ha sido una necesidad, tanto que hasta hace pocos años el país lideraba el ranking de países con mayor consumo per cápita de cosméticos en América Latina, lo que hizo de la plaza local uno de los mercados más apetecidos por las más reputadas casas del ramo.
Pero la crisis económica -con una inflación de más de 8.800%, según la Asamblea Nacional- y el consecuente aumento de precio de los productos, ha obligado a las féminas a eliminar el maquillaje de su lista de prioridades.
De hecho, el último aumento salarial anunciado por el Ejecutivo que ubicó el ingreso mínimo mensual 392.646 bolívares -más bono alimenticio-, no alcanza ni para comprar siquiera un polvo compacto de imitación.
El equipo de TalCual realizó un recorrido para determinar la realidad del mercado, encontrando que de la mayoría de las marcas tradicionales como Maybelline, Revlon, Estée Lauder y Clinique solo queda el recuerdo, y en caso de conseguirse adquirirlos resulta un golpe fulminante al bolsillo de la mayoría.
En la tienda de la cadena de perfumería Las Villas del centro comercial San Ignacio, por ejemplo, solo queda el stand de lo que alguna vez fue Estée Lauder. Quince millones de bolívares fue el último precio en el que se vendió un polvo compacto de esta marca.
“En este momento no disponemos de ningún producto de Estée Lauder», refiere una de las vendedoras que prefiere mantener en anonimato, quién además detalla que los costos de los nuevos pedidos seguramente van a duplicar el precio vigente hasta hace poco, en virtud de que son adquiridos a dólar libre.
En la misma tienda, el stand de Clinique se mantiene con vida, pero con precio inaccesibles para muchas. Un polvo compacto está alrededor de los ocho millones de bolívares, una base líquida ronda los Bs. 10 millones y un labial dos millones. Es decir, 20 salarios mínimos necesitaría una venezolana para adquirir tan solo un polvo compacto original.
El nuevo “resuelve”
Ante los altos precios, la alternativa para las compradoras son los productos «made in China». Lo importante es satisfacer a como dé lugar de maquillarse, y la variedad de productos asiáticos abunda: bases, sombras, máscara para pestañas, labiales, entre otros cosméticos, son la gran oferta de este mercado alternativo.
Con la mitad de un salario mínimo, las damas pueden adquirir un labial o un delineador que, pese a su dudosa procedencia, cumple con el cometido de hacerlas sentir mejor con el reflejo ante el espejo.
Vendedores de comercios ubicados en el centro de Caracas aseguran que la venta de maquillajes sigue siendo un buen negocio, a pesar de la hiperinflación que consume los bolsillos de los ciudadanos.
Una de estas vendedoras destaca que por lo general expenden más productos al por mayor debido a que así el precio disminuye, aunque de igual modo las damas siguen comprando cosméticos al detal.
“Las mujeres siguen comprando aunque sea poco a poco. A veces una cliente viene tres veces al hasta que finalmente compra lo que necesita. Me imagino que es mientras reúne el dinero, pero se vende mejor la mercancía al por mayor. Es más barato y tienen la oportunidad de llevar variedad”, asegura.
En los establecimientos del centro se pueden adquirir marcas de imitación chinas como MAC, Kylie, Clinique, HudaBeauty, Valmy, WinColor, Mels o Maybelline.
A pesar de que el cosmético ofrecido no sea original y con la misma procedencia, igualmente varían de precio como si se tratara de las marcas que imita: los polvos compactos se cotizan en Bs. 390.000 si es Clinique, Bs. 350.000 si es Valmy, o bajar a 300.000 o 260.000 bolívares si son vendidos bajo las marcas MAC o WinColor.
Los labiales también se venden bajo esta premisa: un HudaBeauty se vende en 360.000 bolívares, mientras que los Kylie rondan los Bs. 350.000. Si es MAC cuesta 300.000 bolívares, mientras que la marca Mels se cotiza en 150.000 bolívares.
Si de embellecer sus pestañas se trata, los precios de un rímel Maybelline se ubican en 400.000 bolívares, mientras que la diferencia entre MAC (370.000 bolívares) y la marca HudaBeauty solo es de Bs. 30 mil.
Término medio
Para quienes por desconfianza o miedo no visitan el centro de la ciudad, las cadenas de farmacia son el lugar perfecto. Variedad como tal no existe, pero sí la certificación de registro por las marcas que expenden.
¿Los precios? Menos estrepitosos que los que puede ofrecer Las Villas, pero considerablemente mayores los productos chinos.
Los compactos de marca Flormar oscilan entre uno y dos millones de bolívares, mientras que una máscara para pestañas Maybelline puede rondar el millón y medio.
No me arriesgo
Pero no todas están dispuestas a sacrificar la calidad en aras del ahorro. Alicia, de 27 años de edad, dice no utilizar cosméticos de imitación, principalmente si van directo a la piel. Afirma conocer los sistemas de producción de los chinos, donde la higiene brilla por su ausencia.
Por ello, aunque los maquillajes originales tengan un precio más elevado, asegura que los va a seguir comprando.
«Yo no me voy a echar maquillaje chino en mi cara porque sé en qué condiciones trabajan y no me parece para nada higiénico. Soy muy cuidadosa con eso, más si son cosméticos como bases, correctores y compactos, para mí eso si tiene que ser original», dice.