Venezolana: la nueva scort de América Latina, por Ariadna García
Autor: Ariadna García | @Ariadnalimon
En América Latina comienza a gestarse un monstruo al que si las autoridades no le ponen freno, terminará por convertirse en otra tragedia para una sociedad que ya tiene varias. Las venezolanas que emigran con pocos recursos están siendo víctimas de abusos y vejaciones, así lo relataron varias de las protagonistas para este artículo.
Fernanda (27A) tiene miedo de decir su nombre y también el de su agresor. Es una licenciada en Comunicación Social de La Universidad del Zulia que llegó en enero de este año a Perú. Se estableció en ese país vendiendo comida en la calle, asegura que las insinuaciones de los hombres no paran, sin embargo, la situación se le hizo más amarga cuando sintió que no era vista como una profesional sino como una esclava sexual.
Ya con sus papeles en mano, la joven comenzó a buscar trabajo en su área, estaba contenta porque hace una semana halló uno en marketing digital. Se sentía segura de que había conseguido el puesto por los logros profesiones que consolidó en Venezuela, sin embargo, el primer día de trabajo su jefe la besó a la fuerza, con rabia le respondió: «yo soy una profesional, no una prostituta ¡Qué te pasa!», se marchó y no regresó a ese lugar, a pesar de la rabia Fernanda no se atrevió a denunciar, tiene el vicio de desconfiar en las instituciones porque en su país no funcionan.
La mujer cuenta que estas historias se repiten entre sus amigas venezolanas que han llegado a Perú, la situación la ha llevado a decidir que montará su propio negocio de comida para no tener que volver a pasar por algo similar. Tanto ella como las otras han dejado pasar el acoso callejero que siempre busca acabar con su dignidad.
* Lea también: Nicaragua: el quiebre, por Fernando Mires
Otra mujer que también prefirió mantener su nombre en anonimato, explica que hace poco un sujeto se le acercó en la calle, mientras ella vendía alimentos, para ofrecerle un colchón que no usaba: «yo quiero ayudarla, sé que la situación para ustedes es difícil». La joven se rehusó, le dijo que no tenía dinero para comprar un colchón, sin embargo, el hombre insistió y le dio su número telefónico. Al preguntarle en cuanto se lo dejaría, le indicó que si le daba tres horas de sexo se lo llevaba gratis.
Solo en este mes 10 venezolanas fueron rescatadas en ciudad de México de una red criminal que las mantenía en cautiverio para usarlas como esclavas sexuales en distintos clubes y hoteles de esa ciudad
En enero de este año 18 mujeres de nacionalidad venezolana fueron rescatadas por la policía nacional de un club nocturno llamado «Las Diosas”, ubicado en la provincia de Camaná (Perú). Se conoció que eran obligadas a laborar cobrando 100 soles por servicio, en el local ubicado cerca de la Carretera Panamericana Sur, luego de ser captadas en Huaquillas (Ecuador) para ser llevadas de Lima a Camaná.
Los femicidios contra venezolanas también se extienden en la región, el más reciente ocurrió en México contra la profesora universitaria Graciela Cifuentes y su hija, Sol, ambas mujeres fueron apuñaladas, estranguladas y quemadas el 15 de marzo en su residencia en en ese país.
Hasta ahora la mayoría de estos femicidios siguen impunes, solo en México en 2017 asesinaron a dos mujeres dos venezolanas, una mexicana y una paraguaya, casi todas de la misma forma, sin embargo, las autoridades no han dado con los posibles asesinos.
Los Estados no advierten estos crímenes que se han vuelto recurrentes, no hay políticas para frenarlos, ni para investigarlos, mientras tanto, crecen los acosos y las vejaciones en las calles, donde mujeres totalmente vulnerables están luchando para salir adelante, salir de la precariedad y de las sombras.
La venezolana es la nueva scort de América Latina. Los hombres se sienten con derechos sobre estas mujeres, sobre sus cuerpos y sus decisiones, falta una política para detener esto, pero también la denuncia, como diría la activista argentina Malena Pichot: ¡Enójate hermana!
En los próximos dos años 600.000 venezolanos pueden ser víctimas de trata de personas, según un informe de la Asociación Civil Paz Activa, publicado en marzo de este año
“En dos años aumentó 300% el número de casos de víctimas de esclavitud moderna, específicamente, la trata de personas. Hasta 2018 tenemos un registro de 198.800 víctimas; si se revisa el comparativo del período anterior, 2014-2016, se proyecta que en los próximos dos años podrían contarse 600.000 venezolanos víctimas de esclavitud moderna, si este ritmo no se detiene”, alerta Beatriz Borges, directora del Centro de Justicia y Paz.
La migración forzosa incide como el principal detonante en los venezolanos víctimas de la trata, debido a la crisis económica y social que atraviesa el país.