Bertucci: «mis votos vinieron del chavismo descontento, dolido y decepcionado»
Javier Bertucci quiere convertir a su movimiento «Esperanza por el Cambio» en partido nacional. Anuncia que seguirá repartiendo sopas y que presentará este jueves las pruebas de más de 1.400 irregularidades electorales en el CNE
«Mi votación no provino de la oposición tradicional, sino del chavismo descontento, dolido y decepcionado; y vamos a seguir trabajando en ese sector, porque es el estrato social que más sufre esta crisis», expresó el ex candidato presidencial Javier Bertucci, al anunciar que su movimiento «Esperanza por el Cambio» aspira a convertirse en partido nacional.
Este miércoles, Bertucci consignará en el Consejo Nacional Electoral los soportes probatorios de más de 1.400 denuncias de supuestas irregularidades electorales de diverso tipo. «Solo estamos denunciando los casos de los que los tenemos pruebas gráficas y de video. No vamos a hacer denuncias sin pruebas, porque eso es caer en especulaciones».
El ex aspirante presidencial contó situaciones graves, como agresiones y «amenazas de muerte» contra varios de sus testigos, pero insiste en que solo denunciará formalmente lo que puede probar. «Donde estaban perdiendo se ponían más agresivos».
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El candidato insistió en que reconoce el resultado de las elecciones, pero con la advertencia de que el problema no es el sistema automatizado de votación, sino el «monstruo» que existe antes, un aparato de ventajismo, compra de votos, coacción, amedrentamiento de testigos de otras opciones en los centros, y otras prácticas que no ayudan a generar confianza en las elecciones», explica Bertucci.
No obstante, el dirigente indica que el resultado electoral no expresa a la mayoría del país. «Para otros, será un fracaso, pero para nosotros lo que pasó el domingo es un escalón más en un camino de victoria. Está claro que este gobierno no puede ganar unas elecciones donde el pueblo salga a votar masivamente. Lo que celebra el candidato del oficialismo como una victoria es, realmente, la celebración de un descalabro».
Unidad y diálogo
Javier Bertucci se refirió a las nuevas sanciones financieras del gobierno de Estados Unidos contra la administración de Nicolás Maduro, como un hecho muy grave que significará más sufrimiento para la sociedad venezolana. Los más pobres, enfatiza, terminan pagando las consecuencias de conflictos políticos irracionales.
«El pueblo sigue empobrecido, seguimos con gente que tiene a la basura como despensa. Y lo peor es que la crisis será aún más grave, porque no existe un plan coherente para salir de esta situación. Por eso insistimos que Maduro debe abrir el canal humanitario, porque no tiene sentido que, por el orgullo de un mandatario, el pueblo siga sufriendo sin ayuda», expresa el ahora dirigente político.
Bertucci insiste en su llamado a la unidad de los sectores que se oponen al gobierno, pero no hace una propuesta clara sobre cómo lograr ese objetivo y deja de lado responder si se sometería a unas elecciones primarias, en caso de que se produzcan unos nuevos comicios presidenciales, los cuales, por cierto, cree posibles porque proyecta que la crisis no permitirá lograr una estabilización de la situación social. «Puede haber renuncias y problemas serios», dejó colar.
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Justifica su posición de no apoyar al candidato Henri Falcón para unificar las opciones de oposición que enfrentaron a Nicolás Maduro en que sus estudios indicaban que el ex gobernador de Lara era un aspirante «con techo bajo» y afectado por la abstención. «Nosotros crecimos dos puntos promedio por semana. Si hubiéramos tenido más tiempo de campaña, posiblemente habríamos superado a Falcón».
El dirigente de «Esperanza por el Cambio» hace un llamado general al diálogo, tanto a la oposición como al gobierno, porque la situación del país obliga a despojarse de aspiraciones personales. «Lo importante ahora es enfrentar lo que nos viene».
«Mi única condición para dialogar con Maduro es que abra el canal humanitario con urgencia», recalca.
A punta de sopa
Bertucci inicia una nueva gira por el país, porque él no renuncia y seguirá acompañando al pueblo; por supuesto, sin dejar de repartir sus sopas. «A mi no me importa si me critican o que me llamen como quieran, mientras exista la necesidad del pueblo, seguiremos repartiendo sopas. El hambre es real y está extendida por todo el país».
El ex pastor evangélico se propone no desparecer del escenario político. Aunque jura que no saldrá a buscar votos, sino a ofrecer soluciones y a prestar apoyo a los más pobres, su público objetivo. Las sopas de Bertucci seguirán en el menú de la política nacional.
