El desastre en las industrias básicas de Guayana es inimaginable
El balance de improductividad y ruina del primer semestre de 2018, en las industrias básicas de Guayana, es aún peor que el del cierre de 2017 que ya era récord de todo lo malo. La producción de alúmina en Bauxilum y la de acero en Sidetur es CERO, mientras Sidor y Alcasa apenas llegan a 2%
Damián Prat/Especial para TalCual @damianprat
El resultado final de 2017 en las industrias de Guayana fue terrible, una increíble ruina (ver: La “revolución” causó en 2017 el peor año de las empresas básicas de Guayana). Algo que parecía el fondo de todo, el “no-va-mas”, tras varios años de sistemática y progresiva destrucción desde las políticas económicas del Gobierno, de concepto de gestión estatista salvaje y ultra centralista. Por la enorme corrupción roja, el abandono irresponsable de las inversiones y el mantenimiento de equipos e instalaciones, más la desastrosa alta gerencia de ministros y directivos de empresas, muchos de ellos sin calificación técnica para el cargo.
Sin embargo, la robo-lución “logró” lo que parecía imposible: el primer semestre de 2018 termina con resultados aún peores, más destructivos y ruinosos. Un desastre inimaginable.
Y, claro, repitiendo el cuento chimbo dictado y anunciado en 2012, 2013, 2015, 2016 y 2017, desde Miraflores y su séptimo ministro del área anuncian “un plan de recuperación” de las industrias estatales: mismo “plan” que ellos aseguraron en cada uno de esos años sin que luego se hiciera nada.
Las industrias que “producen” CERO
Por insólito que resulte, hay algunas empresas que muestran CERO producción en todo el semestre, es decir, ni una tonelada de lo que ellas debían producir y que por años o décadas produjeron.
Peor que los desastrosos resultados de 2017 aunque parezca imposible de “lograr”.
Bauxilum planta cumplió 9 meses sin producir nada de alúmina. Nueve meses totalmente paralizada. Lo leyeron bien. La robo-lución la llevó a cero.
Sidetur Planta Casima (hoy CSN) cumplió el pasado viernes 29 de junio…¡un año! totalmente paralizada. Cero producción de acero en palanquillas que es lo suyo. Como se lee. Un año completo en parálisis total.
El aluminio en ruinas
El primer caso es el de Bauxilum Planta (antigua Interalúmina) que es el segundo eslabón en la cadena industrial del aluminio.
Esta planta, ubicada en la zona industrial Matanzas en Puerto Ordaz, produjo por casi tres décadas el tope de su capacidad instalada e incluso varias veces batiendo récords. Siempre fue estatal. Siempre.
En sus primeros años tenía capacidad para un millón de toneladas de alúmina y siempre cumplía. Incluso en al menos tres ocasiones pasó del millón 100 mil por año.
Al culminarse su ampliación, a finales de los 80, siempre producía rozando los dos millones de toneladas/año de alúmina, producto que es la base para que luego Venalum y Alcasa (también estatales) produjeran 630 mil toneladas/año de aluminio Tope de su capacidad instalada en conjunto.
Y a partir de ellas, poco más de la mitad de esa producción era aluminio para exportación e ingreso importante de divisas para el país, haciéndonos menos dependientes del rentismo petrolero.
Mas importante era que cerca de la mitad de ese aluminio era vendido a mas de 60 empresas transformadoras en toda Venezuela.
Una cadena industrial de valor agregado que a su vez alimentaba a otras docenas o cerca de un centenar de empresas que con productos finales de aluminio producían incontables bienes y algunos cientos de miles de empleos productivos.
La industria de la construcción, de los envasados, automotriz, de electrodomésticos, de conductores eléctricos y un largo etcétera tenían su base en Bauxilum (Mina y Planta) y en Venalum y Alcasa. Por eso a las industrias de Guayana se las llama comúnmente “empresas básicas”.
Eso nos hacía más soberanos e independientes. Con más patria. Todo eso ha sido sometido a la sistemática destrucción de la robo-lución. Nunca hemos tenido menos patria que hoy, en estos tiempos del supuesto “plan de la patria”. Retrocedimos al menos 50 años. Pérez Jiménez se quedó corto.
En 2017, Bauxilum planta produjo una miserable cifra de 212 mil toneladas de alúmina. Cerca de 12% de su capacidad habitual. En 2018, cumplida la mitad del año, la producción es CERO.
Es importante explicar que la caída ha sido sostenida durante al menos una década. Es la “obra” robo-lucionaria de todo el gobierno Chávez-Maduro.
Ya en 2012 la producción cayó a 800 mil toneladas desde el millón 900 mil de inicios de los años 2000.
En 2015 fue la mitad de aquella “menos-que-mitad”. Se produjeron tan solo 460 mil toneladas.
En 2016 fueron 300 mil y, como ya queda dicho, en 2017 bajó más hasta 212 mil.
Ahora es cero en el primer semestre de este 2018.
Y más allá del “bla bla” de ministros y enchufados, no hay ningún movimiento serio de inversión para recuperarla. Ni siquiera para poner a funcionar al menos una línea de producción y al menos disponer de 200 mil o 300 mil toneladas en lo que resta de año.
Motores y grúas dañados sin repuestos, cero soda cáustica en almacén, los malandros y “garimpeiros” que hacen de las suyas, se han robado cables, equipos de aire acondicionado, bombas de agua, etc.
No hay casi buses para el transporte de personal. El ausentismo forzado supera el 80%. No hay ambulancias, equipos médicos ni implementos de seguridad para la dura labor industrial. No hay servicio de comedor industrial.
La “caja” de la empresa se hace con la venta de supuesta chatarra.
Eso si, el régimen ha importado desde “el imperio” (la coba del “bloqueo”) y también desde Brasil y Jamaica unas 80 mil toneladas de alúmina en estos seis meses. Pagando no menos de 50 millones de dólares que habrían servido para recuperar alguna capacidad de producción.
Los trabajadores denuncian que detrás de esa importación hay “guiso” y que se paga con el escaso aluminio que aún produce Venalum. Negocio redondo entre enchufados y jerarcas rojos.
Bauxita: en seis meses lo que se producía en 3 días
La base de toda la cadena industrial del aluminio es la extracción y procesamiento de bauxita que se hace en el cerro Los Pijiguaos, cerca de Caicara del Orinoco, 400 km Orinoco arriba hacia el oeste.
Esa bauxita, extraída por la estatal (siempre fue estatal) CVG Bauxilum (Mina que originalmente se llamaba Bauxiven) se transporta hacia Bauxilum Planta en Puerto Ordaz por medio de enormes “trenes” de gabarras aprovechando el período de aguas altas del Orinoco, entre mayo y diciembre. Unas 50 mil toneladas en cada viaje.
La producción de bauxita era de entre 5 millones 500 mil y 5 millones 900 mil toneladas por año. Hasta que llegó la robo-lución destructora. Entre enero y junio de este 2018, se “produjeron” en Pijiguaos, 51.383 toneladas. Esa cantidad en seis meses. Eso confiesa el reporte oficial de producción que me entrega un grupo de trabajadores dolidos.
La cuenta es sencilla. Eso es lo que Bauxilum producía en… ¡tres días! (quizás tres días y medio) en promedio antes de la destrucción roji-oliva. Y, pese a que ya hay inundaciones por las copiosas lluvias (por ejemplo en Puerto Carreño, Colombia), no se ha hecho ni el primer viaje del año con gabarras y los remolcadores por el Orinoco.
Es que las embarcaciones y sistemas de grúas están “en el suelo”. Las deudas del Gobierno con la transportista son enormes y acumuladas. Ahora, ¿por qué se produce tan poquito?.
La llamada “correa de bajada”, es decir la enorme cinta transportadora que lleva la bauxita desde el cerro hasta los patios cerca del Puerto El Jobal, se rompió por segunda vez y la tratan de reparar sin equipos ni repuestos, con escaso personal que incluso trabaja sin las normales y mínimas condiciones de seguridad industrial.
Cosas del “gobierno obrerista”. Pero es mucho más que eso. No hay buses para el transporte de personal. No hay comedores industriales ni ambulancias. No hay ni una sola pala gigante activa. Todas convertidas en chatarra.
Los grandes camiones roqueros CAT (que cargan mas de cien toneladas) están igualmente en un “cementerio” de equipos que han sido “deshuesados”. Oxidados y sin repuestos, tras años sin mantenimiento.
Y unos camiones de muy dudosa calidad, parte de aquellos “convenios revolucionarios” de Chávez con el autócrata Lukashenko de Bielorusia no duraban ni un año trabajando y ahora “medio parapetean” dos de ellos con las piezas de los otros.
Solo se trabaja con un cargador frontal. Por todo eso y el haber salido de los técnicos conocedores para colocar enchufados roji-olívos, es la causa de ese desastre que le hace mucho daño a la soberanía económica de la patria.
Reciclando cuentos y ministros
Al momento en que el lector revise este balance, el régimen podría haber hecho unos “anuncios” de cambios en las presidencias y directivas de las empresas. O estará por hacer tales anuncios, según las versiones de grupos internos en pugna.
También anunciarán el séptimo u octavo “plan de recuperación productiva”. Todos los anteriores fueron solamente un bluff para renovar expectativas sin ninguna acción verdadera de consecuencia.
A lo sumo hubo algunas “inversiones” tipo “Fondo chino” que no terminaron en nada más que el negocio y las comisiones.
En los últimos 8 años, los de Chávez-Maduro, tras la ola estatizadora y de “control robo-lucionario” de las empresas, van 7 ministros de industrias: el Chino Khan, Ricardo Menéndez, el general Barrientos, José David Cabello, Pérez Abad, Juan Arias y ahora El Aissami.
Igual se suman presidentes de CVG como Rodolfo Sanz, el general Carlos Osorio, el general Calles, el general Gil Barrios y el general Noguera Pietri, éstos últimos en simultáneo, presidentes de Sidor.
Cada gestión ha sido peor que la anterior. Todos han anunciado planes de recuperación, inversiones y aumentos de producción. Todos han terminado por registrar balances peores.
Este pasado fin de semana hubo reuniones de grupos psuvistas, tanto sindicales, como militares en una disputa interna, con algunos capítulos muy feos de acusaciones de traición en los grupos y las cadenas de wasap.
¿Qué grupos internos ganarán o habrán ganado ya el control de esos cascarones vacíos, que, sin embargo, se prestan para negocios, guisos y contratos?. Veremos.
Sidetur, Sidor, Venalum, Alcasa, Carbonorca, FMO, Briqueteras, Minerven
Ya les mencionamos que Sidetur acaba de celebrar un terrible “cumpleaños” de 365 días sin producir ni una gota de acero. Tamaña irresponsabilidad contra Venezuela no es única. Les vamos a relatar detalles y consecuencias.
Cada uno de los casos de las empresas del sector ferrosiderúrgico o del sector aluminio son parecidos. Sidor ha producido menos de 2% en lo que va de año. En otras palabras, 98% de destrucción. Alcasa está con apenas 6% de sus celdas de reducción activas, pero “raspando la olla” de alúmina vieja. Venalum apenas tiene 135 celdas, el 15% de su capacidad.
Ferrominera cerró el semestre produciendo menos de la mitad de hierro que en el mismo período del año 2017 en el que ya produjo un 33% de lo que era su actividad habitual. Es decir, la mitad de un tercio. Y así.
Los vamos a analizar en un segundo reportaje a publicarse esta misma semana. Es para llorar, pero hay que hacerlo. Necesario para saber la urgencia de seguir luchando. El daño no es solo a Guayana Es un daño terrible a toda Venezuela. Nunca tuvimos menos patria.