Vivir con el autocorrector y no morir, por Reuben Morales e Iván Dugarte
¡Ya lo descubrimos! El verdadero origen de los problemas con su pareja, su jefe y sus clientes no es usted. Es el autocorrector del celular. Por eso el comediante Iván Dugarte y yo nos hemos unido en este artículo para regalarle unos consejos sobre cómo lidiar con éste (y si se nos va un error, discúlpenos, pero esto fue escrito en el teléfono).
Primer consejo: no escriba nada por whatsapp. Mejor tome un marcador negro y un papel y escriba a puño y letra su mensaje. Luego tómele una foto a eso y lo envía (ojo, si al escribir la nota usted mismo se equivoca, ya el asunto es grave y no lo podemos ayudar).
Ahora, si no quiere renunciar a escribir por el celular, entonces compre un millennial y hágalo su esclavo. Solo deberá dictarle lo que quiera decir por whatsapp. Además podrá hacerlo a velocidad conversacional, pues los millennials vienen con una capacidad innata para escribir mil doscientas palabras por minuto sin un solo error. Pero ojo, si piensa mandar foticos íntimas, no use al millennial. Podría terminar en Hollywood, pero por su fama de acosador sexual.
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Si quiere aprovechar el autocorrector para pasar como “persona de mundo”, le tenemos un truquito: ponga el diccionario de su celular en inglés. Así, cuando el teléfono le corrija, usted terminará mandando mensajes bilingües, con palabras como “please”, “bye bye” o “whatever”.
Si no, le tenemos otra opción para quedar culto. Digamos que, en efecto, el autocorrector del celular hizo de las suyas y mandó una palabra no deseada. No se preocupe. Deje el error en la conversación y dele la vuelta dándole la razón al autocorrector. Analizándolo bien, el autocorrector es inteligente y, como dicen los coach, sus palabras no son inocentes. Veamos algunos ejemplos.
Cuando uno escribe “jajaja”, él coloca “jaranas”, lo cual significa bullicio (forma culta y hasta rebuscada de referirse a la risa). Cuando dices “voy a comer en Burger King”, te pone “Burger Kong”. No está mal. Tras comerte esas calorías, parecerás King Kong. Si por ejemplo tratas de escribir “Diosdado”, te coloca “Disipado”, sinónimo de vicioso o depravado (el conspirador es el autocorrector, no nosotros, ¿ok?). Si escribes “Nutella”, te pone “Botella”. Él ya sabe que es un vicio, como el alcohol. Ahora, trata de pedirle a alguien por whatsapp un video del “Dura Challenge” de “Daddy Yankee”. Te coloca el “Dura Caliente” de “Dady Taller”. Nuevamente tiene razón. Los videos en redes del “Dura Challenge” han terminado reemplazando a los afiches porno usados por los mecánicos de taller. Por otro lado, si está en una de cine y escribe “Harry Potter”, él coloca “Larry Porter”. Solo hay una explicación para esto: cambia el nombre por arte de magia.
Si trata de escribir “Bitcoin”, coloca “Botín” (básicamente lo que uno tiene cuando la criptomoneda sube de golpe). Si usted escribe “DolarToday”, inmediatamente pone “dolorosa” (el programador del autocorrector debe ser venezolano, ¿no?). Si estás en el aeropuerto y escribes “Boarding pass”, el autocorrector te pone “Parking Pass”. Es básicamente lo que sucede cuando llegas a la puerta del vuelo, te anuncian un retraso y quedas ahí, estacionado por horas. Por último, hicimos el intento escribiendo “Donald Trump”. El celular lo corrigió a “Donald Truco”. Tiene toda la razón. El congreso norteamericano realizó trucos de magia para desaparecer sus radicales promesas (lo mismo que Donald con buena parte de sus colaboradores cercanos).
Ahora, si nada de esto le funciona, tómese una foto con un amigo que padezca polifracturas en la mano. Entonces, cuando envíe el mensaje y el autocorrector le cambie unas palabras, mande la foto con su amigo y escriba: “Disculpa, estaba ocupado y el mensaje lo envío mi amigo. Gracias por entender”.
Ojalá estos consejos le permitan convertirse en el real amo de su celular (y no al revés). Nos despedimos de ustedes los humoristas Reúnen Morales e Iván Jugarte.