AN certifica 39 muertos y 275 heridos en el país por accidentes en «perreras»
El parlamento llamó a declarar al sector transporte público en emergencia, pues solo 10% de las unidades presta servicio y se promueve el uso de «perreras». El presidente de la Federación Nacional de Trabajadores del Transporte, Germán Duarte, denunció, además, que 87% de los vehículos de carga en el sector alimentos está paralizado
Hay que declarar al sector transporte en emergencia fue la conclusión de un debate en la Asamblea Nacional marcado por dos cifras alarmantes: las 39 muertes certificadas por la Comisión de Administración y Servicios del parlamento, causadas por accidentes ocurridos en las denominadas «perreras», y que solo 10% de las unidades de transporte público existentes en el país estén en funcionamiento.
La diputada Nora Bracho, presidenta de la entidad parlamentaria, señaló, además, que hay 275 personas heridas al intentar viajar en camiones de estaca y otros vehículos similares en condiciones de absoluta inseguridad. «Son camiones que antes cargaban escombros y hoy cargan personas».
La parlamentaria zuliana mostró evidencia fotográfica de la situación precaria del transporte público y las condiciones de inseguridad en las que se transportan los venezolanos, especialmente en la provincia.
Bracho recordó a los dos estudiantes de la Universidad Nacional Experimental de la Fuerza Armada (Unefa) que murieron en Anzoátegui cuando se transportaban en un convoy, el pasado 27 de junio. «¿Cómo es posible que dos jóvenes hayan muerto por ser transportados en un vehículo inseguro, cuando el gobierno debía proporcionarles un autobús y condiciones de seguridad. Esta es una muestra más de la crisis».
La diputada citó una investigación de la Comisión de Administración y Servicios de la Asamblea Nacional, según la cual en Venezuela existen 250.000 unidades de transporte colectivo, de las cuales apenas 25.000 prestan servicios en condiciones precarias.
Hiperinflación y chantaje
La AN recibió a Germán Duarte, presidente de la Federación Nacional del Trabajadores del Transporte, quien explicó que mientras en Estados Unidos y Europa un pasaje de transporte público cuesta poco más de un dólar y en el resto de América Latina se paga entre 50 centavos y un dólar, en Venezuela una persona puede gastarse el salario de un mes en los traslados de un solo día.
La razón es que, a tasa paralela, el ingreso mínimo de los venezolanos es pocos más de un dólar mensual y los pasajes son apenas una fracción ínfima. El representante de los transportistas señaló que la situación del sector no puede ser peor.
Para Duarte, esta crisis es causada por políticas que no solo parecen ser resultado de la negligencia, sino de una decisión consciente. «Hace años escuché a un funcionario del gobierno decir que había que crear una crisis en el transporte público y privado para resolver el problema vial en Venezuela. Desde entonces, vengo advirtiendo sobre esta crisis que ha sido provocada».
Además, Duarte dio otro dato para la alarma: 87% del parque automotor de carga de alimentos está inactivo, por lo que aunque se tomen las medidas correctas -que lo duda- para incrementar la producción agrícola en Venezuela, un problema medular a resolver es la rehabilitación del transporte.
La falta de repuestos es creciente. «El gobierno convoca a unas mesas de diálogo para distribuir unos repuestos que no existen», dijo el dirigente gremial.
En esta misma línea, la diputada Nora Bracho denunció que funcionarios del gobierno «cobran vacunas» para distribuir los pocos insumos que llegan para los transportistas y señaló que hay casos comprobados en el estado Zulia.
Medidas urgentes
Germán Duarte indicó que con solo garantizar el suministro de cauchos, baterías y lubricantes se podría poner en funcionamiento casi de inmediato 30% de las unidades paradas; sin embargo, hay que tomar medidas de mayor profundidad para reestructurar el sector, pues los vehículos que prestan el servicio regular tienen un promedio de 40 años de antigüedad.
El diputado carabobeño Marco Bozo denunció que la inversión en autobuses escolares de segunda y tercera mano, hecha por el gobernador Rafael Lacava, es una demostración del nivel de improvisación con el que el gobierno ha manejado el problema del transporte público en el país.
«Esos autobuses son una estafa. Esa misma inversión hubiera servido para reactivar un número mucho mayor de unidades paradas. Y lo peor es que los autobuses chinos que el gobierno ha comprado en los últimos años, muy modernos y con aire acondicionado, están, en su mayoría, depositados en cementerios de vehículos», puntualizó el parlamentario.