Carnet de la patria, el arma «made in China» para vigilar a la población
Un experto en ingeniería de computación, asegura que aunque quisieran, los datos que los usuarios ingresan en www.patria.org.ve no pueden borrarse
Una fuente del Ministerio de Ciencia y Tecnología, reveló a El Pitazo información sobre el carnet de la patria, un mecanismo que despierta sospechas en la población venezolana. Según el informante que prefirió mantener su nombre en anonimato, el gobierno apunta a predecir hábitos de consumo del venezolano con esta herramienta que contó con financiamiento chino.
A través de conexiones de redes privadas virtuales (VPN por sus siglas en inglés), el Gobierno maneja una big data con la que entrelaza información de diversas bases de datos con altos niveles de seguridad y la muestra digerida en una interfaz donde el usuario confirma y agrega datos que incluyen hasta redes sociales y afiliación política. La consulta dinámica de la información podría llevar a determinar hábitos de consumo, como por ejemplo cuántas veces al mes una persona llena de gasolina el tanque de su carro, aseguró la fuente.
En diciembre de 2017 el ministro de Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología, Hugbel Roa, asomó la idea del espionaje con la consolidación de la herramienta a través de tecnologías estadísticas que les permitirían determinar “qué sucede en todos los rincones del país”.
Un experto en ingeniería de computación, afirmó que aunque quisieran, los datos que los usuarios ingresan en www.patria.org.ve no pueden borrarse. La información que contiene el sistema patria reposa en servidores tipo espejo que generan una copia exacta a la de los servidores del sistema patria.
Iris Puyosa, especialista en comunicación y opinión pública, considera que el carnet es «un mecanismo de control social», motivado a que lo hagan o no lo hagan, la gente cree que puede ser vigilada. «Con esto, los colectivos quedaron obsoletos. Cada persona se convierte en un policía de sí mismo”.
El gobierno de China apoyó el desarrollo del carnet de la patria con financiamiento directo. China firmó con Venezuela el Acta Compromiso Desarrollo del Sistema de Capacidad Transaccional para Carnet de la Patria y otros 21 acuerdos más en el marco de la XV Comisión Mixta de Alto Nivel entre ambas naciones, el 14 de febrero de 2017. En ese momento se destinó una inversión de 2.000 millones de dólares para los 22 acuerdos.
La predicción del comportamiento es la meta del sistema Patria y China es el modelo. El gobierno chino creó en 2012 el Sistema de Crédito Social con una finalidad: beneficiar a las personas confiables y castigar a las que no se consideran como tal. China apunta a tener una sociedad libre de problemas para 2020 con evaluaciones constantes a sus ciudadanos, desde hábitos de compra hasta lo que publican en internet. Quienes tengan un ranking bajo se enfrentan a obstáculos en la obtención de trabajos en la administración pública, en el libre tránsito dentro del país, incluso en apartar una plaza en una escuela del Estado.
Las multas o sentencias en curso no son los únicas amenazas para los ciudadanos chinos. Quienes resulten incómodos a la potencia asiática pueden ver sus libertades más básicas restringidas. Human Rights Watch denunció el caso del abogado Li Xiaolin, a quien se le impidió comprar un boleto de avión porque la Corte Suprema del Pueblo determinó que estaba en la lista negra china, después de catalogar una disculpa suya como “deshonesta”. La organización determinó que el gobierno del presidente Xi Jinping abusa y limita los derechos de los ciudadanos.
A juicio de Iria Puyosa, solo la desobediencia masiva de los venezolanos enfrentaría al sistema patria, que apunta a la vigilancia de hábitos de consumo con China como ejemplo. Descarta que la inscripción, también en masa, pueda anular su uso. “La forma de pararlo debe ser una acción conjunta con un mecanismo organizado, colectivo, que logre inutilizar la aplicación”. Para la experta, la desobediencia implica privaciones de los subsidios gubernamentales, en un escenario en que la pobreza por nivel de ingreso pasó de 48,4% en 2014 a 87% en 2017 y más de 13 millones de personas se declararon beneficiarios de las misiones sociales del Gobierno, según la última Encuesta sobre Condiciones de Vida en Venezuela (Encovi).
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