Unión Europea sella el acuerdo para separar al Reino Unido
«No es un momento de alegría ni de celebración, es un momento triste”, aseguró el presidente de la Comisión Europea Jean Claude Juncer
La Unión Europea (UE) aprobó un histórico acuerdo de divorcio con Reino Unido, calificado por ambas partes como “el único posible”, en un proceso inédito que, para llegar a buen puerto, necesita aún una difícil ratificación por el parlamento británico.
“Este es el mejor acuerdo posible para Gran Bretaña, este es el mejor acuerdo posible para Europa”, dijo el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, al término de una cumbre extraordinaria en Bruselas en que los mandatarios europeos respaldaron el texto junto a su par británica Theresa May, reseña la agencia AFP.
A los parlamentarios británicos, muchos de los cuales amenazan con rechazarlo, Juncker les invitó a “que tengan en cuentan la realidad”, una advertencia similar a la lanzada por May, que se enfrenta no solo a sus rivales de la oposición sino también a un nutrido grupo de rebeldes en su propio Partido Conservador.
La ‘premier’ aseguró que “en cualquier negociación uno no consigue todo lo que quiere”. “Si la gente piensa que se puede de algún modo hacer otra negociación, no es el caso. Este es el acuerdo que está sobre la mesa, es el mejor acuerdo posible, es el único acuerdo posible”.
Con este primer acuerdo de divorcio de un país en la historia del proyecto europeo, Reino Unido y la UE buscan pasar página a más de cuatro décadas de relación compleja, pero cuyo final deja un mal sabor de boca. El Brexit “no es un momento de alegría ni de celebración, es un momento triste y es una tragedia”, aseguró Juncker.
El acuerdo, un mamotreto de 585 páginas, 185 artículos y 3 protocolos adoptado por los líderes europeos, recoge los términos de la salida de Reino Unido del bloque, prevista para el próximo 29 de marzo.
Estos incluyen cuestiones como los derechos de los ciudadanos europeos en Reino Unido y viceversa, la factura de 39.000 millones de libras que Londres debe pagar y la solución para evitar una frontera con vigilancia policial en la isla de Irlanda y preservar a su vez el acuerdo de paz de Viernes Santo de 1998.
La canciller alemana, Angela Merkel, calificó de “obra de arte diplomático” el acuerdo, que necesitó 17 meses de duras negociaciones, repletas de sobresaltos, para ver la luz.
De salir adelante su ratificación, ambas partes deberán negociar un ambicioso acuerdo político y de libre comercio, cuyas grandes líneas quedaron plasmadas en una declaración política, durante un período de transición que debe finalizar como máximo a finales de 2022.
La futura relación debe buscar además una solución final para garantizar una fluida circulación de bienes entre la provincia británica de Irlanda del Norte e Irlanda, cuyo primer ministro Leo Varadkar estimó como “muy importante” para la economía irlandesa.
España y la soberanía de Gibraltar
La negociación enfrentó en su recta final la exigencia del gobierno español de garantizarse que tras el Brexit ningún acuerdo entre la UE y Reino Unido podrá aplicarse al territorio de Gibraltar sin el acuerdo de Madrid, algo que el Consejo y la Comisión le aseguraron en una declaración hecha pública.
“La UE por primera vez en estos años que llevamos como Estado miembro (…) asume la posición política del gobierno de España respecto al contencioso con Gibraltar”, subrayó el mandatario español, que la víspera aseguró que discutiría con Reino Unido sobre la “cosoberanía” del Peñón.
La UE hizo públicas ayer las declaraciones políticas del Consejo y de la Comisión asegurando que en la futura relación que deben aún negociar la UE y Reino Unido “no existe ninguna obligación” sobre su “ámbito territorial” de aplicación, es decir sobre Gibraltar. “Hay un antes y un después de este Consejo en el que se redefine la posición de negociación de España con Reino Unido en la cuestión de Gibraltar”, agregó Pedro Sánchez, presidente del
gobierno español.