10 de Enero: Encuentro con nuestro destino?, por Pedro Luis Echeverria
Como no escapará a su criterio, estimado lector, el próximo 10 de enero se realizará el evento de mayor importancia para el futuro de nuestro país, nuestra familia y nosotros mismos. Se trata de optar por recuperar la libertad, democracia y progreso o mantenernos en el oscurantismo, totalitarismo y retroceso al que nos ha llevado este mal gobierno.
Ello nos exige, reflexionar seriamente sobre los alcances y consecuencias del compromiso que se nos presenta y realizar las acciones ciudadanas que nos exige ese momento crucial. La indiferencia no nos excluye de las implicaciones que se derivarán de los resultados de la actitud que asumamos en la referida fecha.
Debemos exigir a los integrantes de la Asamblea Nacional, convencidos de lo que es posible hacer cuando se ejerce la capacidad que otorga la investidura de la que están provistos y con la convicción que ésta es un instrumento fundamental para rechazar o aprobar lo que se considera inconveniente para el país y para su futuro.
Ellos, deben seleccionar la opción que se juzgue más adecuada para determinar el no reconocimiento de un régimen espúreo que pretende perpetuarse ilegalmente en el poder y también abrir los caminos, aun no transitados, de la redención de un país al borde del colapso definitivo.
Una democracia efectiva requiere de procesos de recambio de los liderazgos para dar paso a nuevas visiones para la paz y la prosperidad del país y para resolver los seculares problemas que nos afectan; aceptar un nuevo mandato de Maduro es garantizar que el país siempre tendrá más de lo mismo como lo demuestran fehacientemente los continuos fracasos del gobierno actual durante los veinte años en que nos ha gobernado, con la complicidad de las instituciones públicas para imponernos un modelo totalitario y cercenador de libertades.
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Hay cosas básicas que realizar para el beneficio de los ciudadanos y para deslastrarnos de un liderazgo mediocre y decadente y una de ellas es la necesidad de tomar decisiones el próximo 10E. No olvidemos que de cada uno de nosotros depende la suerte de la República y de nuestras familias.
Si estamos cansados de escuchar cantos de sirena que solo nos han impedido avanzar hacia el futuro; si queremos un país plural y con alternabilidad democrática, que cumpla cabalmente con sus funciones y gobierne en la observancia de las normas constitucionales; si rechazamos la ruptura institucional, la corrupción e inoperancia que existen en este gobierno, debemos y podemos ejercer, sin vacilaciones, nuestra voluntad de no permitir por más tiempo la írrita permanencia de los facinerosos que gobiernan en el poder.
Esa voluntad de cambio necesita del respaldo necesario para hacer eficaz la intención con que se actúa. Por ello debemos estar conscientes que nuestro compromiso con el país se debe extender más allá de nuestra zona de confort; significa, que ante cualquier intento del régimen de desconocer lo resuelto por la Asamblea Nacional, estar dispuestos a salir a defender en la calle la decisión libre, individual y soberana que hayamos adoptado