El 10 de enero se acaba el mundo (y II), por Eduardo López Sandoval
El contenido de este escrito es repetido, es verdad, lo reconocemos, pero también es verdad que exactas se repiten las circunstancias con las que bien pudimos salir de este régimen bolivariano del hambre desde hace años. Desde el 2015, año en el cual se eligió la actual mayoría parlamentaria de la “Oposición”, –sí, entrecomillado para la Oposición, porque bien por acción u omisión han sido eficientes en lograr que el régimen siga–, han pasado las presidencias de Ramos, Borges y Barboza. En los eneros de 2016, 2017 y 2018, acerca de todos se han guardado las más fabulosas esperanzas, quizás por ser de “diferentes” partidos iban a tener “diferente” comportamiento de entrega al enemigo,… o porque toda escoba barre bien, pero…
(Vale este paréntesis, después de escribir el presente leo el discurso de toma de posesión de Juan Guaidó, el nuevo presidente del Poder Legislativo, que dice oración que nos da la razón: “Sabemos que tenemos una deuda pendiente con los venezolanos, porque generamos expectativas, y por omisiones o errores no estuvimos a la altura requerida”).
En el primer enero Ramos bien pudo leer lo que reza el Artículo 233 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, que reza: “Serán faltas absolutas del Presidente o Presidenta de la República: su muerte, su renuncia, o su destitución decretada por sentencia del Tribunal Supremo de Justicia; (y) el abandono del cargo, declarado como tal por la Asamblea Nacional”. Ninguno de sus asesores se lo leyó y le aclaró que esta decisión se toma con la mayoría simple, la cual el pueblo le dio para que precisamente resolviera el problema de la permanencia del Interfecto en Miraflores. Un año para Ramos fue muy corto para tan agria lectura.
*Lea también: Destrucción de la democracia y soluciones, por Marta de la Vega
En enero de 2017 Borges sí lo leyó y aprobó en sus primeras horas de Presidente del parlamento, pero lo olvidó en los siguientes minutos, y repetimos: “envés de darle el tratamiento de expresidente al Interfecto, declaró que éste debía presentar la Memoria y Cuenta en el Parlamento y no en el TSJ, políticamente fue un Reenganche Indirecto, y lo más grave del “olvido”: dejó que los estudiantes salieran a la calle a derramar su sangre sin esa bandera política.”
En el 2018, total ausencia…
El que estos exquisitos dirigentes no lean lo que clarito está en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, el libro más leído de nuestra historia, tiene, desde la vista a lo lejos que nos permite la sabana recién quemada de esta Mesa de Calabozo, sólo dos explicaciones, -es sólo una de las dos-, o no saben leer o fueron comprados con los petrodólares. Usted decide mi pana lector, ¿es compra-venta o analfabetismo?
Para emperifollar un tanto la respuesta a la peliaguda pregunta que quedó en el aire, te soplo: te sugiero que veas las declaraciones de los más altos y hartos dirigente de la “Oposición” cuando hacen una declaración desde el CNE, por cualquiera de las variopintas cosas electorales, mira que siempre siempre está en el mejor ángulo de cámara un harto dirigente, creo que de un partido político que se viste amarillo color del miedo, con nombre de apóstol, que fue filmado por el régimen en el acto que fue pesado y pagado como en el Llano Colombovenezolano se compran a los cochinos… ¿y el comprador? Un bolichico que hizo el aporte de los petrodólares y se prestó para la filmación y posterior exposición de la película. El estreno se hizo en pleno parlamento nacional.
Tal tragedia es motivo para que en países de mediana decencia, a quienes descubran en estas vagabunderías se desaparezcan de la vida, en países con un poco menos de decencia los descubiertos se desaparecen de la vida política. En esta indecencia de política que nos gobierna el dirigente descubierto con las manos en la masa no desparece, al contrario, aparece con su cara no muy lavada representando a la “Oposición”. En manos de esta gente está el país…
Enero de 2019: amanecerá y veremos…
La escoba nueva, Juan Guaidó, el nuevo presidente del Poder Legislativo también en el discurso referido dice otra oración que nos da la esperanza: “Nicolás, el 10 de enero, este parlamento no te va a juramentar”. Oh Alá…