Nicolás Maduro deberá enfrentar en 2019 la apatía del venezolano por el bolívar
La hiperinflación y la recesión económica continuará en 2019, consideran economistas y organismos multilaterales. Pero uno de los temas al cual se deberá enfrentar Maduro este año, será el mayor apetito por los dólares en el país
La política económica del chavismo se ha mantenido con su misma estrategia de controles que comenzó a instaurar desde el año 2000, por lo que más allá de algunas flexibilizaciones, esta política continuará pues como lo ha afirmado el Gobierno, el objetivo es crear su propia “arquitectura financiera”.
Es precisamente este control de la economía en todas sus fases lo que ha generado una escasez generalizada y sin precedentes en el país, un proceso hiperinflacionario, una caída significativa del poder adquisitivo de los trabajadores, una recesión que lleva cinco años consecutivos, una importante disminución de la producción petrolera y de las exportaciones no petroleras que ha traído como consecuencias una merma de las reservas internacionales y en la disponibilidad de divisas del país.
Venezuela cerró 2018 con una tasa de inflación por encima del millón por ciento y una caída de la actividad económica de entre 15% y 18%. Para muchos analistas, lo que enfrentará Nicolás Maduro en 2019 es un mayor colapso de la economía si no se adoptan las medidas necesarias para evitarlo.
El país ya vive un proceso de depresión económica caracterizada por una significativa baja de la producción e inversión, de las ventas y del consumo, a lo que se suma el cierre de empresas y un alza del desempleo; pero por otro lado, volatilidad en el tipo de cambio e hiperinflación. Todos estos males continuarán en 2019, advierten economistas y organismos multilaterales.
Pero hay otro tema que cobra mucho más fuerza y a la que Maduro deberá atender: el uso cada vez mayor de dólares en efectivo para comprar bienes en el mercado interno, ante la apatía del venezolano por el bolívar, su moneda ampliamente devaluada
Esto es lo que le espera a Maduro al continuar al frente de la conducción de la política económica, a menos que se ejecuten cambios.
Desde el año 2016 los venezolanos comenzaron a no aceptar los billetes de baja denominación, así como los de 100 bolívares (antes de la reconversión monetaria de 2018), debido a la caída de la moneda en su capacidad de compra. Lo mismo pasó con los nuevos billetes que las autoridades monetarias y financieras colocaron en el mercado monetario durante 2017. Todo ello obedeció a la constante y significativa alza de los precios de los bienes y servicios, que los obligó a eliminar cinco ceros al bolívar en agosto pasado.
«Hay una realidad en Venezuela y es que nadie quiere ganar en bolívares, porque saben que el bolívar no tiene valor, los servicios están dolarizados», resaltó el diputado de la Comisión de Finanzas, José Guerra. «El problema está en que estas dolarizaciones de facto suelen ser desorganizadas y por eso vemos precios excesivamente altos y sumamente bajos tanto en dólares como en moneda nacional», agregó.
En el transcurso de todo 2018 los venezolanos no quieren ni bolívares ni petros, pero sí pesos colombianos y dólares para comprar en su tierra
Las operaciones con pesos colombianos o en bolívares son posibles en el Norte de Santander, Colombia, región cercana en la frontera con Venezuela, pero del lado venezolano era impensable debido al control de cambio y a que la legislación establece como única moneda de curso legal al bolívar.
Pero esto cambió, ahora en los estados Táchira, Zulia y Apure es posible ver a venezolanos pagar la comprar de alimentos, medicinas y otros bienes con pesos colombianos. De acuerdo a pobladores de la zona, esto es posible debido a que muchos venezolanos viajan diariamente a Colombia para ir a trabajar y regresan con pesos en sus bolsillos. Mientras que la escasez de efectivo y la hiperinflación en Venezuela también han hecho que se incremente el uso del peso como moneda de pago.
Pero en la capital Caracas y en otras ciudades del país se incrementaron los pagos con dólares en efectivo en distintos comercios e incluso en mercados municipales. Ya muchos negocios muestran precios en divisa norteamericana y fue común observar en diciembre, mes de alto consumo por las fiestas de fin de año, la entrega de dólares para pagar artefactos eléctricos, celulares, ropa y calzado.
Aunque analistas económicos señalan que el Gobierno se ha hecho de la vista gorda con esta situación (pues aún mantiene un control de cambio), deberá recuperar la confianza de los venezolanos en su moneda
Para el director de la consultora Ecoanalítia, Asdrúbal Oliveros, la tendencia que se observa para el tipo de cambio paralelo no son alentadoras, dado los contextos económico y político. Sostiene que es prioritario estabilizar el mercado cambiario, pero que el Gobierno no tiene margen de maniobra.
«La estabilización del mercado cambiario no puede ser una medida aislada, tiene que ser parte de un programa amplio e integral que busque corregir los profundos desequilibrios de la economía venezolana», apuntó Oliveros
El Gobierno ha flexibilizado ciertas normas cambiarias, autorizado el ingreso de remesas a través de casas de cambio y bancos, levantó el veto a la negociación de bonos en divisas, entre otras medidas, para normalizar el mercado oficial, pero sin éxito. De acuerdo a los expertos económicos, el sistema no se estabilizará hasta que haya un incremento en la oferta de divisas por parte del Banco Central de Venezuela (BCV).
Continúa la recesión
Sobre otras proyecciones económicas para el país se observa que los venezolanos seguirán padeciendo de hiperinflación, según cálculos de la Asamblea Nacional, para finales de 2019 se espera una tasa de inflación de 10.000.000%. Esto ocurrirá al tiempo que el Gobierno ajuste el tipo de cambio oficial y no logre aumentar la disponibilidad de divisas para la economía.
El economista Luis Oliveros considera que si se registra una tasa de inflación diaria de 4%, para el mes de junio de este año el Gobierno deberá ejecutar otra reconversión monetaria, puesto que los precios volverán a contar con cinco ceros más. Entre los meses de octubre y diciembre de 2018, los precios aumentaron 3% en promedio cada día, señaló la AN.
«Al Gobierno parece que no le importa que se mantenga la hiperinflación (…) hay que prepararse para un panorama más complejo», acotó Luis Oliveros en recientes declaraciones
Por otra parte, organismos como el Banco Mundial prevén que Venezuela no saldrá de la recesión por los próximos tres años. Para 2019 prevé la economía caiga 8%, con lo que sería el sexto año consecutivo de desaceleración. En un informe indicó que “la región enfrenta riesgos como un contagio de la contracción más fuerte en Argentina y en Venezuela” y que ninguna de estas naciones podrá salir de la recesión económica este año. Esta apreciación coincide con la de la Cepal que estima una contracción de 10%.
En rueda de prensa con medios internacionales este miércoles, Maduro reiteró que ejecutará «un conjunto de acciones para frenar la hiperinflación inducida (…) vamos a fortalecer el petro. Todo el camino económico va ser el tema principal de mi comparecencia (…) se harán las reformas necesarias al programa de recuperación económica para garantizar la defensa del ingreso de los venezolanos«, fueron sus palabras, las mismas desde que asumió su primera gestión.