En 155% se incrementaron las fallas eléctricas en todo el país durante el 2018
Según el Comité de Afectados por Apagones el año pasado se reportaron 46.566 fallas eléctricas. Para los expertos, la crisis no responde a actos de sabotaje como dice con frecuencia el ministro Motta Domínguez, sino a la falta de mantenimiento y de inversión, la corrupción en Corpoelec y la fuga de talentos
Autor: Carlos Seijas Meneses
A lo largo de 2018 no hubo ni un solo día que en una región del país que los ciudadanos no reportaran la interrupción del servicio eléctrico. Fue –y sigue siendo– el pan de cada día en Venezuela. De acuerdo con el Comité de Afectados por Apagones el año pasado se reportaron 46.566 fallas eléctricas, que son 28.345 más que en 2017, cuando contabilizaron un total de 18.221 eventos, lo que deja en evidencia la crítica situación del sistema eléctrico nacional.
Zulia fue el estado en el que más se reportaron fallas, con un total de 21.795. Le siguieron Miranda, con 2.407; Mérida, con 2.267; Táchira, con 2.226; Distrito Capital, con 1.873; Carabobo, con 1.853; Barinas, con 1.574; y Trujillo, con 1.498.
Para los expertos, la crisis no responde a actos de sabotaje, iguanas, ratones, rabipelados y zamuros como dice con frecuencia el ministro de Energía Eléctrica y presidente de la Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec), Luis Motta Domínguez, sino a la falta de mantenimiento y de inversión, la corrupción y la fuga de talentos.
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Aixa López, presidente del comité, afirmó que el número de fallas que hubo en 2018 evidencia que el sistema eléctrico nacional “está en un total abandono” por parte de Corpoelec y del Ministerio de Energía Eléctrica, pese a que el año pasado hubo dinero para atender la crisis.
De hecho, en 2018 el sector eléctrico recibió créditos adicionales por más de 4,4 billones (sí, billones) de bolívares, de los cuales 4,2 billones de bolívares fueron destinados a Corpoelec, de acuerdo con el comité. Añadió que ese presupuesto fue aprobado por la Asamblea Nacional Constituyente y no por el Parlamento.
“La crisis continúa, y aquí no hay ningún sabotaje. Siguen sin hacerse los mantenimientos preventivos, solo se hacen los correctivos. Y cada día se acentúa más la desprofesionalización, la diáspora crece”.
Efectivamente, según Alexis Rodríguez, directivo de la Federación Nacional de Trabajadores Eléctricos, en el sector ha habido una fuga importante de gente profesional. Dijo que en Corpoelec no quedan más de 25.000 de los 56.000 trabajadores que había en 2007. Se trataba de 40.000 activos y 16.000 jubilados.
Menos megas
El ingeniero Winston Cabas, presidente de la Asociación Venezolana de Ingeniería Eléctrica, Mecánica y Profesiones Afines (Aviem), aseguró que el año pasado Venezuela solo tuvo una disponibilidad, a duras penas, de 12.900 megavatios, de una capacidad instalada entre 33.000 y 34.500 megavatios.
Indicó que entre las generaciones térmica y distribuida solo hay disponible, aproximadamente, 2.500 megavatios, de una capacidad instalada de entre 17.000 y 18.000 megavatios. La población prácticamente depende, de manera exclusiva, del desarrollo hidroeléctrico, que tiene disponible apenas 9.690 de 19.365 megavatios instalados.
“Venezuela es un país totalmente paralizado, sin posibilidad de crecimiento ni de desarrollo. No hay forma ni manera de que este país avance y arranque porque el sistema eléctrico nacional está prácticamente apagado”, expresó
De acuerdo con la más reciente investigación de la ONG Transparencia Venezuela, las tres empresas propiedad del Estado identificadas del sector de servicio eléctrico tienen denuncias de irregularidades de funcionamiento, falta de insumos, conflictos laborales o de corrupción.
“En el país se ha venido conformando un sistema de rasgos cleptocráticos y las EPE (empresas propiedad del Estado) no escapan de él. Se trata de un modelo de gobierno enfocado en el enriquecimiento de los propios directivos que ejercen el monopolio de las decisiones, los recursos y el poder”, señala la organización en un reciente informe.
Y el gobierno, en vez de garantizar el servicio público, incluso exigió a empresarios privados que se suministraran la energía mediante plantas eléctricas. En abril del año pasado, el gobernador del estado Zulia, Omar Prieto, informó que partir del lunes 30 de ese mes entraba en vigencia una nueva resolución que obligaba a todos los comercios zulianos a adquirir una planta eléctrica y ponerla en funcionamiento de 1:00 pm a 4:00 pm.
Igualmente en noviembre, vecinos de urbanización La Florida, Caracas, denunciaron que trabajadores de Corpoelec les pidieron 10.000 dólares para reparar el averiado transformador que les provee energía, ya que la empresa no contaba con los recursos para la reparación
Alexis López añade que en zonas caraqueñas como El Hatillo y en San Luis también pidieron sumas cuantiosas de dinero. En el primer sector en dólares y en el segundo en bolívares. “La gente termina uniéndose y dando el dinero para comprar el transformador porque llega un momento en el que se frustran porque no tienen nevera, aire acondicionado, televisión, ni nada”, dice.
Sin esperanza
Según el punto 5 del artículo 34 de la Ley Orgánica del Sistema y Servicio Eléctrico, el usuario debe “obtener por parte del operador y prestador del servicio la compensación adecuada por fallas en la calidad del servicio eléctrico y el resarcimiento de los daños causados por fallas en el suministro de energía eléctrica”. Sin embargo, Corpoelec no cumple, asegura López.
En un solo día, a principios de diciembre 2018, reportaron casi 60 puntos de venta dañados solamente en el centro comercial Ciudad Tamanaco. Sin embargo, los comerciantes que podían comprarlo prefirió gastar entre 500 y 600 dólares en uno nuevo, otros decidieron repararlos y algunos optaron por cobrar en efectivo o transferencia. “Consideran que poner la denuncia es una pérdida de tiempo”, afirmó López.
Hasta octubre 2018, el comité contabilizó un total de 1.465 electrodomésticos dañados por las fallas eléctricas, entre computadoras, televisores, lavadoras, secadoras, laptops, ventiladores, neveras, celulares, microondas y puntos de venta
Y 2019 no se vislumbra alentador. De hecho, el sábado 12 de enero fallecieron dos pacientes que estaban en emergencia en el Hospital Clínico Universitario tras varias horas sin el servicio, denunció Mauro Zambrano, dirigente sindical de Hospitales y Clínicas de Caracas. Trabajadores del centro de salud aseguraron que las plantas eléctricas llevan más de tres meses dañadas.
Motta Domínguez dijo por el programa La Hojilla, transmitido por Venezolana de Televisión, que fue “evidente que se trató de un sabotaje” y que detectaron que dentro de los equipos internos que están en el hospital cortaron un seccionador que alimenta, lo que dañó todo un transformador.