Cinco temas: Puro insulto, por Fernando Luis Egaña
El sucesor y su predecesor, y buena parte de sus colaboradores –no todos, hicieron del insulto la norma de conducta política. Y claro, como el insulto es violencia, de la declaración al hecho hay poco trecho. No obstante, en estos mismos días, los principales voceros de la hegemonía roja han batido sus propios récords en tan miserable materia. Los insultos, además, tienen por destino principal a los críticos externos, comenzando por presidentes, cancilleres, representantes de organismos internacionales, etcétera.
La lectura es muy sencilla. Si los mandoneros de Venezuela se refieren de forma soez a los gobernantes democráticos de otros países, ¿qué queda para los venezolanos? Muy fácil la respuesta: queda el charco en que la hegemonía ha sumido la vida pública del país
La cuestión electoral
Precisamente porque las elecciones forman parte de la esencia de la democracia, es que las mismas no tienen credibilidad si las controla una hegemonía despótica. Tiene la hegemonía que ser superada, primero, para que después puedan celebrarse elecciones libres y justas que den plena legitimidad democrática a la nueva etapa de reconstrucción integral del país. Lo contrario sería darle a Maduro y los suyos lo que más necesitan: tiempo.
Cierto que el oficialismo fue derrotado en los comicios legislativos del 2015, acaso con una votación mayor de la reconocida por el CNE a los opositores. Y justamente por eso, es que la hegemonía se dejó de disimulos y ha producido fraudes tan grotescos, que ni el «multiparcial» Centro Carter se ha atrevido a defender. No debemos equivocarnos con la cuestión electoral.
El Papa y los obispos venezolanos
No creo que existan diferencias entre la posición oficial de los obispos venezolanos en cuanto a la tragedia nacional, reiteradamente expuesta en los documentos de la Conferencia Episcopal, y la posición correspondiente del Papa Francisco. Hay que entender, desde luego, que las afirmaciones del Papa suelen estar matizadas por un estilo personal que privilegia el diálogo en los asuntos políticos, además de que él también es Jefe de Estado. A veces algunas declaraciones del Papa no me han parecido acertadas, pero eso es una cosa y otra es considerar que hay diferencias e incluso confrontaciones entre el Vaticano y la Conferencia Episcopal Venezolana. Eso no es así.
Pudiera ocurrir que se presenten contrastes entre el Vaticano y las conferencias episcopales de determinados países. Tengo la percepción que mucho de eso acontece, por ejemplo, entre obispos estadounidenses y la Santa Sede. Pero en Venezuela no.
Considero que la forma y el fondo del mensaje de los obispos venezolanos se ajusta bien a la necesidad urgente de un cambio político, y no dudo que ese mensaje sea compartido y, más aún, validado por el Papa
Debemos tratar de ser justos, ponderar los hechos, y no dejarnos llevar por no pocas interpretaciones que se dan en las redes sociales, de una manera superficial.
Masacre en los barrios
Ya hay confrontaciones muy violentas en numerosos barrios de Caracas y otras ciudades. Son confrontaciones caóticas y salvajes. Entre los colectivos armados y el pranato del barrio, y entre los jefes de las respectivas bandas. Las imágenes que circulan en las redes sociales son aterradoras. Venezuela se ha transmutado en uno de los países más violentos del mundo, no hay duda.
Eso tiene un origen político más que puramente social. La imbricación del oficialismo con la criminalidad no sólo es en las alturas del poder, sino también en la base de la sociedad. Y no de ahora sino de hace 20 años. Y además con vinculaciones a los grupos narco-guerrilleros de Colombia. En Venezuela se están cometiendo atrocidades extremas. Esto no puede continuar
Mosca con Rodríguez Zapatero
El ex-presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, no puede ni debe ser un interlocutor válido en la profunda crisis venezolana. Pero si quiere serlo. Apoyándose en el gobierno de Pedro Sánchez, en el que tiene influencia, está tratando de proyectarse como un mediador de buena fe, que solo busca evitar que haya conflictos en Venezuela… Eso, en Venezuela, no se lo cree nadie, comenzando por sus benefactores. Pero en otras partes, digamos que en variados círculos de poder en la Unión Europea, pueden tener una percepción errada de la situación y del personaje.
Subestimar sus habilidades y destrezas para las malas artes de la política, sería muy peligroso.
Rodríguez Zapatero carece de autoridad para seguirse entrometiendo en los asuntos de Venezuela. Y parece que desea continuar en lo mismo. Mosca