La unidad útil, por Alexis Andarcia
Es una expresión que escuché al Profesor Efraín Rincón, durante un taller organizado por el Frente Amplio.
Como a los historiadores y comunicadores sociales, nos suelen cautivar las frases que elocuencian un contenido, que se ofrecen para construir realidades, la creí apropiada para una interpretación. En el caso de los historiadores, porque tenemos fascinación por clasificar los procesos, otorgándoles nombres; por el lado de los comunicadores y periodistas, por la atracción del titular.
La «unidad útil “, condensa gran parte de la explicación en este «despertar» o «primavera» que se observa en la sociedad venezolana de los últimos meses; por qué una gruesa mayoría se desborda con fe y esperanza, incluso, certeza de conseguir un cambio.
Pero ¿En qué se diferencia de otras «unidades?
En primer lugar, porque no atiende, como en extinta Coordinadora Democrática, a una coalición de factores, esencialmente económicos (empresarios y trabajadores); en segundo lugar, no está apuntalada, como en la MUD, por organizaciones partidistas.
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La «unidad útil » sobrepasa, incluso la modalidad del Frente Amplio, así como de cualquier propuesta conocida.
La «unidad útil » se convoca así misma; en parte por una claridad de objetivos, en parte, por una fuerte emocionalidad. He aquí, que la virtud de la actual dirigencia opositora, consiste en haberlo entendido y, a partir de allí, trazar una agenda concreta: 1) Gobierno de transición 2) Cese de la usurpación 3) Elecciones libres.
Para el caso, han sido relegadas las discusiones ideológicas y de banderías partidistas; también, en un segundo plano, quedaron las normales y comprensibles apetencias candidaturales. La «unidad útil» tampoco está centrada en un candidato, sino en un objetivo: salir del régimen; no por su ideología o partido, más bien por su desempeño antidemocrático, fraudulento, ineficiente, corrupto y opresor.
En realidad, la sociedad, como diría el Prof. Ángel Rafael Lombardi, tiene una especie de fatiga histórica, que lo impulsa a buscar otro rumbo.
Por supuesto que hay partidos y asomos candidaturales; indudablemente, que existen posiciones ideológicas y, por ende, diferencias; igualmente, memoria de inconsecuencias y equívocos. Pero, no dominan la escena.
¡Ya quisiera el régimen tener la capacidad de incidir para ponerlas en primer plano!
A tal fin, crean matrices, propagan rumores, sobredimensionan errores y expectativas, promueven y exacerban diferencias.
La «unidad útil » puede decirse que salió de la gente y, entendida y asumida por el liderazgo, es, tal vez la mejor construcción política de los últimos cincuenta años de vida republicana. Es un buen síntoma de madurez como sociedad. Se manifiesta en la calle, espontáneamente. Ya no como «oposición » pues también fue superada
¡Vamos bien!