Chavismo alerta sobre intervención y analistas señalan que el Gobierno debe evitarla
El constituyente Frang Morales indicó que el carácter explosivo de Donald Trump puede provocar la intervención militar. Los internacionalistas Milagros Betancourt y Juan Francisco Contreras Arrieche resaltaron que la intervención humanitaria solo la puede aprobar el Consejo de Seguridad de la ONU
El primer vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Diosdado Cabello, pidió el pasado miércoles 27 a los simpatizantes de Nicolás Maduro no bajar la guardia y estar alerta ante la posibilidad de un ataque por parte de EEUU y sus aliados. Aunque el propio presidente Donald Trump ha dicho que una opción militar también está sobre la mesa con respecto a Venezuela, el hecho de que el pasado 23 de febrero no se acompañó militarmente el intento de ingresar la ayuda internacional y la posición del Grupo de Lima rechazando tal opción, han hecho disminuir la percepción sobre la posibilidad de una agresión armada.
La alta dirigencia del PSUV insiste en pedir a su gente que estén activados y “en la calle” (movilizados), pero analistas internacionales aseguran que el conflicto actual es de varios actores y que el rol del gobierno de Nicolás Maduro también es importantísimo para evitar que se desencadene un conflicto o, por el contrario, se activen los mecanismos para que se desate la violencia.
“Nadie se confíe que la intervención militar está descartada. Cuidado y nos acostamos a dormir y nos caen en la madrugada. No se confíen de las declaraciones de quienes no tienen palabra. Pendientes porque si hasta ayer estaban hablando de intervención ¿qué les hizo cambiar?”, expresó Diosdado Cabello el pasado miércoles 27 de febrero durante una concentración del chavismo frente al “muro” ubicado en Petare y este mensaje ha sido replicado por dirigentes medios del PSUV.
Un día antes, el ministro de exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, declaró que EEUU busca motivos para atacar militarmente a Venezuela. «Vemos burdos intentos de crear un pretexto para la intervención militar, escuchamos de Washington las amenazas directas, de que todas las opciones siguen sobre la mesa», dijo en esa ocasión el jefe de la diplomacia rusa.
Ante ello TalCual decidió consultar al constituyente Frang Morales, presidente de la comisión de Seguridad de la Asamblea Constituyente y a los internacionalistas Milagros Betancourt y Juan Francisco Contreras Arrieche para conocer sus respectivos puntos de vista sobre este escenario.
Apoyo
El constituyente Frang Morales expresó que, aunque Venezuela está amenazada por EEUU y sus aliados regionales, el país no está solo en el concierto mundial. “Tenemos apoyo de otras potencias, de la comunidad internacional. EEUU para poder ejecutar una acción bélica tiene que pedir permiso al Consejo de Seguridad de las Organización de las Naciones Unidas, allí tenemos aliados poderosos que tienen poder de veto”, expresó.
Sin embargo, indicó que esto no basta para impedir una acción particular por parte de la potencia norteamericana. «La mafia del señor Trump, su incontinencia verbal y carácter explosivo deja mucho que desear por cualquier acción que pueda tomar en lo personal. Sin embargo, nosotros nos vamos a mantener en alerta y en movilización permanente”, aseguró.
En su opinión, EEUU es capaz de cualquier cosa. “Actualmente tenemos una arremetida de ellos, nos tienen bloqueados financieramente, nos han robado activos; no hay que descartar cualquier acción. Ante eso el pueblo debe mantenerse en alerta y en movilización permanentemente”, subrayó.
Sobre los elementos que sustentan la posibilidad de una agresión militar por parte de la potencia norteamericana, Morales resaltó que EEUU cuenta con nueve bases militares en Colombia, por lo que no es descartable que las pudieran utilizar contra Venezuela.
No obstante reconoce que la situación es compleja, en primer lugar, porque las Fuerzas Armadas de Colombia –considera- no están dispuestas a servir de plataforma para una agresión de este tipo. “Lo han manifestado, no públicamente pero sí en privado. Yo particularmente he obtenido información de que ha sido así; no quieren prestarse para un ataque a Venezuela, e igualmente lo ha manifestado también el Ejército brasileño”.
Añadió que diplomáticamente hay muchos sectores que no están de acuerdo con que haya una intervención, pero insistió en que eso no es motivo para no estar alertas. “Mientras más lejos digan sobre la posibilidad, más debemos estar más alertas. No sabemos en qué momento pueden dar el zarpazo”.
Argumentó que a los enemigos de Nicolás Maduro no les queda otra opción que la violenta: “Políticamente han sido derrotados, tienen la hegemonía del poder mediático y crean falsos positivos de cualquier cosa, tergiversan la realidad. Nunca un medio internacional ha reseñado las masivas movilizaciones que ha tenido el chavismo a lo largo y ancho del país”.
Impredecible
La internacionalista Milagros Betancourt explicó que es muy difícil predecir si EEUU va a atacar o no porque si decide hacerlo no lo va a anunciar, y fue enfática al advertir que una intervención solo la puede aprobar el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas.
“El tema con la intervención militar es que hay una confusión. De lo que hablamos es de una intervención humanitaria, en el sentido de que traes ayuda humanitaria acompañada de la fuerza militar que la protege y garantiza; obviamente en la práctica viene siendo más o menos lo mismo, pero son contextos jurídicamente distintos. La participación de los militares en cualquier situación internacional es muy rígida y pasa por el Consejo de Seguridad de la ONU, pero EEUU actualmente ha presentado es una solicitud dirigida a una salida electoral lo más pronto posible y que se permita el ingreso de la ayuda humanitaria”, detalló Betancourt.
Sin embargo; destacó que si EEUU va a atacar particularmente es algo que no se puede saber. “Los EEUU han sido muy claros, han dicho que tienen todas las opciones sobre la mesa, el Grupo de Lima ha dicho que no avalaría una intervención militar, pero tampoco sabemos qué puede pasar aquí a lo interno que pueda generar una reacción internacional que conduzca a eso, porque las cosas aquí están muy movidas. Y si escuchas las declaraciones de Diosdado Cabello dices mira no sé”.
Por ello recalcó que la situación en la frontera con Colombia es delicada y que no se sabe cómo van a actuar los que están del lado venezolano en el sentido de una acción que pueda ser interpretada como no amistosa por el gobierno neogranadino. “Es un tema que hay que mirar en perspectiva, ver cómo se van desarrollando los acontecimientos”, observó.
Añadió que el canciller colombiano, Carlos Holmes Trujillo, indicó recientemente que si le pasaba algo al presidente de la Asamblea Nacional (AN), Juan Guaidó, quien se juramentó como presidente encargado de Venezuela, ese país tomaría acciones distintas y sería a través de una fuerza internacional.
En este sentido reiteró que cualquier acción internacional dependerá de los acontecimientos internos.
Explicó que desde el punto de vista del derecho internacional se debe tener claro primero, que cualquier acción militar tiene que ser autorizada por el Consejo de Seguridad de la ONU y que no cree que sea el caso, y segundo, que si llegase a producirse una acción particular, nos enteraríamos solo minutos antes. “Es una situación muy compleja. No sabemos hasta dónde estarían dispuestos a llegar los EEUU, porque estaría en juego su credibilidad.
A su juicio en la frontera con Colombia no hay una situación que pudiera calificarse de pre bélica, pero sí que es una de tensión “muy seria”.
Puntos rojos
Por su parte, el presidente del Colegio de Internacionalistas de Venezuela, Juan Francisco Contreras Arrieche, afirmó que la realidad es que siempre está sobre la mesa la posibilidad de una intervención militar, ya que lo han dicho en reiteradas ocasiones altos ejecutivos de la Casa Blanca, “gente con mucho conocimiento e involucrados en la toma de decisiones”.
Sin embargo, acotó que la comunidad internacional ha estado rechazando la posibilidad hasta que no se intente la mayoría de las opciones pacíficas.
“Creo que hay posibilidades de seguir indagando con opciones pacíficas; en ese sentido se dio el pronunciamiento del Grupo de Lima y el consejo de la ONU, creo que vamos a estar sujetos a las acciones que este gobierno emprenda. Hay puntos rojos que son sensibles a la hora de una posible intervención militar», manifestó.
En este aspecto, Contreras Arrieche colocó el foco en lo delicado que sería agredir o hacer algo contra funcionarios de la embajada de EEUU o contra Juan Guaidó y su familia. “Creo que son puntos rojos que generarían una posible intervención militar”, sostuvo.
En cuanto al tema de la intervención humanitaria, consideró que hay un tiempo para la diplomacia que es muy distinto al tema del sufrimiento de los venezolanos. “Hay gente que se está desesperando porque no ven una salida pronta, que no tiene la posibilidad de esperar una ayuda en materia de salud, que tienen una enfermedad crónica u oncológica que no espera los tiempos de la diplomacia”.
Al respecto, insistió en que debe seguirse explorando la posibilidad del ingreso pacífico de la ayuda humanitaria. “Es imprescindible que se busque un canal para que la misma ingrese. Es importante destacar que no es la solución, sino un paliativo a una situación que se vive hace muchos años pero que ayudaría a mucha gente que está desesperada porque tienen su vida en riesgo”.
En cuanto a la posibilidad de una confrontación bilateral con Colombia advirtió que debe buscarse una distensión.
“La situación es muy complicada en la frontera. Hay muchos habitantes que son binacionales, son colombo venezolanos, hacen vida común en la frontera. Esa situación de generar que el otro es un enemigo debe desaparecer y creo que Colombia está en la mejor disposición. Estamos cerca de un conflicto, la situación que se vivió el fin de semana pasado fue muy tensa. En Colombia dijeron que se había disparado desde el lado venezolano, que cayeron bombas lacrimógenas y perdigones, esperemos que eso no trascienda. Pero cualquier elemento que se genere en la frontera puede provocar una chispa que pudiera terminar en un conflicto binacional que nadie quiere”, puntualizó.