Consecomercio: “Hoy fue un día de pérdida total para el sector por el apagón”
El efectivo fue un problema para el funcionamiento de los pocos negocios que abrieron, por lo que algunos comerciantes aceptaron divisas
A pesar de que el ministro de Energía Eléctrica y presidente de la Corporación Eléctrica Nacional, mayor general Luis Motta Domínguez, prometió que restablecería el servicio eléctrico tres horas después de irse, que fue a las 4:50 pm del jueves 7 de marzo, al día siguiente la única luz que alumbró en Venezuela fue la del sol.
Caracas amaneció este viernes prácticamente desolada. Las santamarías cerradas de la mayoría de los negocios pintaron de gris la ciudad. Establecimientos como farmacias, panaderías, peluquerías, repuestos automotrices, piñaterías, abastos, ferreterías, restaurantes, repuestos de refrigeración, bancos, carnicerías, charcuterías y porcelanas no abrieron sus puertas.
“Este viernes puede considerarse como un día de pérdida total para el sector por el apagón. Muchos comercios no abrieron, y la mayoría de los que sí pudieron abrir tienen plantas eléctricas. En algunos casos los puntos de venta funcionaron, pero en otros no por el mismo problema de la red de distribución eléctrica. Incluso la conectividad con la banca se vio severamente afectada”, afirmó María Carolina Uzcátegui, presidente de Consecomercio.
Los encargados de los pocos negocios que abrieron dan fe de ello. “Hoy es un día perdido. El punto de venta no funciona y no se pueden hacer transferencias bancarias. Abrimos un rato para ver si llega la luz o por si viene un cliente que pueda pagar con efectivo”, dijo el vendedor de una tienda de repuestos de vehículos, ubicada en Santa Mónica. Sin embargo, hasta el mediodía solo una persona había comprado. Pagó con billetes 22.000 bolívares por unos bornes de seguridad.
Julián Mendoza, un consumidor que se dirigía a una panadería situada en la zona, dijo que el culpable de las fallas eléctricas “es el gobierno de Nicolás Maduro” que no le hace mantenimiento a las plantas. “Puro descuido del gobierno, y uno es quien paga las consecuencias. Ahorita vengo del aeropuerto y fue un desastre, los baños estaban cerrados y le suspendieron el vuelo a mi hermana que se iba a Miami. Además tenía que comprarle unas cosas a mi hija y el comerciante me dijo que solo podía pagar con dólares o con efectivo”, dijo antes de darse cuenta que en la panadería no tenían planta eléctrica. “No tengo casi efectivo para pagar”, añadió y se fue.
En el establecimiento, solo vendieron a 2.000 bolívares los panes que sobraron del día anterior. No pudieron preparar más porque los dos hornos que tienen son eléctricos. Algunos consumidores compraban piñitas, que costaban 700 bolívares. “La gente está pagando en efectivo o en dólares”, dijo un trabajador.
La titular de Consecomercio afirmó que, ciertamente, el efectivo fue un gran problema para el funcionamiento de los pocos comercios que abrieron, por lo que algunos comerciantes aceptaron la posibilidad de que los consumidores cancelaran en divisas. “Pero lo que más se vio en prácticamente todo el país fue que muchos comercios no abrieron sus puertas. No solo fue un día de pérdida en cuestión de ganancias sino también de productos. Cuánta mercancía que necesita refrigeración no se pudo haber perdido”, inquirió la empresaria.
Una farmacia, ubicada en el sur del municipio Libertador, tenía planta eléctrica, pero solo para la iluminación del establecimiento.
“Se cayeron el Internet y el sistema. Todo lo estamos haciendo manualmente. Las facturas para los clientes se están haciendo con talonarios. Normalmente, cada vez que vendemos algo, la máquina registra de manera automática lo que se va vendiendo. Pero ahora tenemos que hacerlo de forma manual, y después cuando regrese el servicio eléctrico lo tendremos que pasar al sistema. Es más trabajo”, dijo la supervisora de la farmacia, donde solamente aceptaban efectivo.