Los institutos de educación superior, por Gisela Ortega
Los institutos de educación superior deben tener en cuenta el respeto de la ética, del rigor científico e intelectual y el enfoque interdisciplinario, procurando ante todo establecer sistemas de acceso en beneficio de todas las personas que tengan las capacidades y motivaciones necesarias y a resolver los problemas más importantes a que ha de hacer frente la sociedad del futuro. Desarrollando programas mediante el análisis de las tendencias sociales, económicas y políticas que vayan surgiendo, abordadas con un enfoque preciso
Hay que prestar mucha atención para una alta calidad y una clara conciencia de la pertinencia social de los estudios y de su función, sobre bases científicas, sí como el conocimiento de las materias sociales fundamentales, en particular las que guardan relación con la eliminación de la pobreza, el desarrollo, el dialogo intercultural y la construcción de una cultura de paz, así como los principios básicos de una ética humana, aplicados a cada profesión y a todos los ámbitos del quehacer humano.
Adoptando las medidas necesarias para reforzar el servicio que prestan a la comunidad, en particular sus actividades encaminadas a erradicar la pobreza, la intolerancia, la violencia, el analfabetismo, el hambre y las enfermedades, por medio de un enfoque interdisciplinario aplicando el análisis de los desafíos, los problemas y diversos temas.
Es indispensable consolidar las relaciones con el mundo del trabajo en una base que implique una asociación efectiva con todos los agentes sociales, comenzando por una armonización de las actividades y la búsqueda de soluciones para los problemas de la humanidad, todo ello en el marco de la autonomía responsable y de las libertades académicas.
Como la educación a lo largo de toda la vida exige que el personal docente se actualice y mejore sus capacidades didácticas y sus métodos de enseñanza, incluso más que en los sistemas actuales, tiene que establecerse estructuras, mecanismos y programas adecuados de formación del profesorado.
Se debe promover y desarrollar la investigación, que es un fundamento necesario en todos los sistemas de educación superior, en todas las disciplinas, -comprendidas las ciencias sociales, humanas y las artes,- dada su pertinencia para el progreso, y eliminar las disparidades y sesgos entre hombres y mujeres en los programas de estudio y las investigaciones, y tomar todas las medidas apropiadas para asegurar una representación equilibrada de ambos sexos entre los estudiantes y los profesores, en todos los niveles de la gestión.
La necesidad de establecer vínculos más estrechos entre la educación superior y el mundo del trabajo es importante en todo el mundo, vital para los países pobres y particularmente para las naciones menos adelantadas, habida cuenta de su bajo nivel de desarrollo económico. Para alcanzar estos objetivos los gobiernos de esas naciones deben adoptar medidas adecuadas como la consolidación de las instituciones de educación superior, técnica y profesional.
Es necesario igualmente, una acción internacional que contribuya a establecer iniciativas conjuntas de la pedagogía, la industria en estos territorios. Hay que estudiar el modo en la que se pueden apoyar a los egresados mediante diversos sistemas, siguiendo la experiencia positivista de los créditos y otros incentivos, para poner en marcha pequeñas y medianas empresas.
En el plano institucional, el desarrollo de capacidades e iniciativas empresariales debe convertirse en la preocupación principal de la educación superior, para facilitar la posibilidad de emplear a los titulados, llamados cada vez más a convertirse no sólo en personas que buscan trabajo sino en creadores de empleos.
Es necesaria la utilización de las nuevas tecnologías para que ayuden a los institutos de educación superior a reforzar el desarrollo académico, a ampliar el acceso, a lograr una difusión universal y extender el saber, y a facilitar la educación durante toda la existencia. La Unesco, señala: “Entre las acciones que deben emprenderse en el campo internacional está la cooperación como parte integrante de las misiones institucionales de los establecimientos y sistemas de educación superior.
Junto con todos los interlocutores interesados de la sociedad, también deberá tomar medidas para paliar los efectos negativos de la fuga de cerebros y sustituirla por un proceso dinámico de recuperación de los mismos. En todas las regiones del mundo se necesita un análisis global de las causas y consecuencias de la fuga de cerebros. Deberá ponerse en marcha una vigorosa campaña, mediante el esfuerzo concertado de la comunidad internacional y basada en la solidaridad universitaria, que debería centrarse en el regreso al país de origen de universitarios expatriados y en la participación de voluntarios universitarios –profesores jubilados o jóvenes universitarios- que deseen enseñar e investigar en institutos de educación superior de países en desarrollo. Al mismo tiempo, es fundamental apoyar a los países en desarrollo en sus esfuerzos para construir y consolidar sus propias capacidades educativas.”
En este sentido, la Unesco promueve una mejor coordinación entre centralizando y controlando los recursos a fin de evitar la duplicación de tareas y mejorar los proyectos aumentado el efecto de la acción y garantizando su validez gracias a acuerdos y revisiones colectivas.