Inflación mensual se desacelera por el empobrecimiento de los venezolanos
El diputado José Guerra señala que la contracción brutal del consumo de los hogares tiende a aliviar las presiones inflacionarias
Nicolás Maduro asegura que la “lucha contra el componente inducido de la inflación” ha tenido éxitos. Según la Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional, que ofreció este jueves los datos el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), la tasa mensual de febrero se redujo 137,9 puntos porcentuales respecto a enero al pasar de 191,6% a 53,7%. Sin embargo, la desaceleración de la hiperinflación no se debe al supuesto combate del gobierno contra “la inflación inducida” sino, principalmente, a la caída en el consumo por el empobrecimiento de los venezolanos.
“La contracción brutal del consumo de los hogares venezolanos tiende a aliviar las presiones inflacionarias. La gente no tiene con qué comprar. La caída del salario es tan brutal que no hay consumo en el país”, expresó el diputado José Guerra, miembro de la instancia parlamentaria.
El salario mínimo integral de 19.800 bolívares –sueldo base y bono de alimentación– equivale a solo 6 dólares al cambio oficial (3.299,59 bolívares). Esto significa que un trabajador que devenga sueldo mínimo se encuentra en situación de “pobreza extrema” según Naciones Unidas, porque percibe menos de 1,25 dólares diarios. Además, la pensión de 18.000 bolívares son apenas 5 dólares.
Guerra añadió que la reducción del ritmo de la inflación en febrero también responde a los efectos, como la “estabilización” del tipo de cambio, del aumento a 100% del encaje legal de la banca pública y privada, aplicado por el Banco Central de Venezuela para, según el gobierno, “frenar el incremento ilegal del dólar y alcanzar los objetivos macroeconómicos del programa de recuperación económica”.
Al respecto, el parlamentario afirmó: “Esa es una manera muy ineficiente de bajar la inflación. Los bancos no pueden hacer préstamos con un encaje en 100%. Para contener el dólar, están liquidando lo poco que queda de actividad económica. Pero, ¿el Banco Central puede mantener esa tasa? Sí, lo que terminaría de matar lo poco que queda de economía, la cual no caería 10% sino 20% o 25%. Es la desaparición de la actividad económica”.
Señaló que en Venezuela no ha habido una crisis bancaria “monumental” porque los bancos se capitalizaron antes de la crisis.
Una dolarización informal
A pesar de que la Constitución establece en el artículo 318 que “la unidad monetaria de la República Bolivariana de Venezuela es el bolívar” y que el gobierno de Maduro no ha levantado, ni con el Convenio N° 1, el férreo control de cambio que rige desde 2003, la economía se ha dolarizado de manera informal por la hiperinflación, que en los dos primeros meses del año se elevó a 348,2%.
Más que antes es común observar en establecimientos, como cafeterías, restaurantes, jugueterías, tiendas de artefactos electrónicos y de muebles para el hogar, a comerciantes que indican los precios en la moneda estadounidense o a consumidores que pagan con la divisa. Incluso vendedores informales, como chupeteros, ofrecen sus productos en dólares.
Durante las más de 100 horas sin electricidad que vivió el país desde las 4:50 pm del día jueves 7 de marzo, muchos de los negocios que abrieron aceptaron la posibilidad de que los consumidores cancelaran en moneda extranjera debido a la carencia de efectivo suficiente y a la imposibilidad de pagar por punto de venta y transferencias bancarias. Hasta en llenaderos de agua, consumidores pagaron en divisas.
Guerra, quien fue funcionario en el Banco Central, advirtió que las transacciones en dólares van a seguir ocurriendo porque en hiperinflación –cuya tasa interanual se situó en febrero en 2.295.981%– la moneda local desaparece como medio de pago y es sustituida por otra.
Los sueldos de los venezolanos son más complicados de dolarizar porque la ley establece que tienen que ser pagados en bolívares. “Sin embargo, ciertas empresas privadas están pagando informal u oficiosamente en dólares. Quien no puede pagar en dólares es el Estado venezolano, porque no los tiene”, dijo.
Indicó que las reservas del Banco Central son de 8,6 millardos de dólares, pero quedarían en apenas 500 millones de dólares al quitarle el oro líquido, monto que, afirma, es insuficiente para que el Estado pueda abonar en moneda estadounidense.