Con un historial de periodistas presos, Maduro rechaza detención de Assange
Unos 30 periodistas fueron detenidos en Venezuela durante los dos primeros meses de 2019 a manos de las fuerzas de seguridad del Estado
El mandatario Nicolás Maduro rechazó la detención del activista Julian Assange a manos de las autoridades británicas, después de que el gobierno ecuatoriano lo privara de su asilo diplomático en la embajada de Ecuador en Inglaterra.
«Venezuela se une a las millones de voces y conciencias que en el mundo exigen al Gobierno británico el respeto a la integridad y a los derechos humanos de Julian Assange», expone un comunicado publicado por la cancillería.
Assange es el creador de WikiLeaks, portal en el que se filtra información sensible para diversos países, por lo que varios gobiernos lo persiguen. Entre ellos, Estados Unidos, que podría condenarlo incluso con pena de muerte.
El activista residía desde 2013 en la embajada de Ecuador en Londres. Sin embargo, después de que se publicara en WikiLeaks información sensible sobre el presidente ecuatoriano, Lenín Moreno, se le retiró el derecho al asilo.
En este sentido, Maduro despreció que Ecuador violase los derechos de un ciudadano cuyo «delito es haber revelado al mundo la cara más oscura y criminal de las “guerras de cambio de régimen” que ejecuta el imperio estadounidense».
También manifestó que se le entregara a la policía «como si se tratase de un delincuente», en un recinto diplomático, lo que constituye una «grave violación a los derechos constitucionales de un ciudadano al que le fue otorgada la ciudadanía ecuatoriana».
Las denuncias de Maduro no parecen tener consonancia con las múltiples acusaciones de detención de periodistas nacionales y extranjeros en Venezuela. Diversos cuerpos policiales han sido acusados de ejecutar arrestos sin cumplir con los debidos procedimientos.
Tan solo entre el 23 y el 31 de enero, al menos 11 periodistas, que arribaron al país para cubrir los hechos posteriores a la juramentación de Juan Guaidó como presidente encargado, fueron arrestados y luego liberados.
Para finales de febrero, el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa Venezolana (SNTP) contabilizaban a 30 periodistas detenidos en tan solo los dos primeros meses del año.
En caso de los periodistas extranjeros arrestados, el procedimiento concluyó en una deportación. El caso más llamativo fue el del periodista mexicano Jorge Ramos, que fue interrumpido durante una entrevista a Maduro en Miraflores, le fueron decomisados sus equipos y luego fue expulsado del país.