Dos jóvenes tienen un año detenidos en la Dgcim por incidente con hijo de Maikel Moreno
Melvin Farías y Junior Rojas, trabajadores de una joyería en el centro comercial San Ignacio, fueron detenidos luego de una confusión con los escoltas del hijo del presidente del TSJ
Melvin Gregorio Farías Gutiérrez (21 años), director de la joyería «Centro San Ignacio», ubicada en el centro comercial de igual nombre, y Junior Gerardo Rojas Gutiérrez, policía nacional suspendido y también empleado del local, cumplieron un año detenidos en los sótanos de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim) luego de una confusión que surgió con los escoltas de la nuera de Maikel Moreno, presidente del Tribunal Supremo de Justicia.
El hecho se remonta al 18 de abril de 2018, cuando cerca de las 4:30 pm, Junior Rojas fue apuntado cuando entraba a la joyería por Sergio Sánchez, escolta de la esposa del hijo de Maikel Moreno. Para suerte de Rojas, el arma se encasquilló al momento de disparar, lo que le permitió a Rojas desenfundar su arma de fuego. En el lugar hubo un intercambio de disparos, pero sin heridos porque Sergio Sánchez y sus dos acompañantes, también escoltas, echaron a correr.
Tras el incidente, la policía sacó del baño ubicado justo al lado de la joyería, a una joven con su niña en brazos, que resultaron ser la hija y esposa de Samuel Moreno, hijo del presidente del TSJ, quien llegó al lugar gritando improperios contra los trabajadores de la joyería. «Son unos malditos, son unas basuras, allí estaba mi hija», vociferó; insultos que fueron respondidos por el director de la joyería Melvin Farías.
El Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) del municipio Chacao se llevó a los dos empleados de la joyería a declarar.
Un día después se realizó la audiencia de presentación. A Melvin Farías le imputaron porte ilícito de arma de fuego y complicidad no necesaria en el delito de homicidio intencional en grado de frustración en contra de Samuel Moreno, pese a que no se encontraba en el lugar. Además, Farías no portaba el arma implicada en el caso.
Por su parte, Junior Gutiérrez fue imputado de homicidio intencional en grado de frustración contra Samuel Moreno y lesiones contra el escolta Sergio Emilio Sánchez, cuyo informe médico no estaba en el expediente. Además se le inculpa de porte ilícito de armas y usurpación de funciones porque tenía su carnet de PNB, a pesar de estar suspendido de la institución.
Pasados 45 días de investigación, la Fiscalía 59 del Área Metropolitana de Caracas solicitó sobreseimiento de la causa para Melvin Farías y pidió medida cautelar sustitutiva a la privación de libertad; solicitud que no fue respondida por el Tribunal 49 de Control, a cargo de la abogada Hilda Rosa Villanueva Peralta, que sin justificación no dio despacho.
A finales de junio se fijó la audiencia preliminar para el 1 de agosto de 2018, que fue suspendida y pautada para el 20 del mismo mes, cuando fue nuevamente diferida por la jueza por ausencia de la supuesta víctima -Samuel Moreno-, quien nunca fue llamado a declarar.
En sucesivas oportunidades la audiencia fue suspendida por la igual excusa alegada por la jueza, quien se negó a mostrar el expediente a los defensores. La ausencia de Moreno tuvo su origen en una falla procesal: el libro de víctimas nunca fue entregado al tribunal, lo que impidió notificar a la supuesta víctima, cuya presencia es esencial para celebrar el juicio.
Así ha transcurrido un año de los hechos, y aunque la Fiscalía solicitó sobreseimiento de la causa contra uno de los imputados, lo cierto es que los dos jóvenes permanecen recluidos en la sede de la Dgcim, en lo que a todas luces es un caso de abuso de poder.