Acusan a Samuel Moncada de no pagar sueldos y «armar» un supuesto fondo de emergencia
Ana Carolina Rodríguez renunció a su cargo «por conciencia», ya que explicó que trabajaba como asistente de María Gabriela Chávez
Ana Carolina Rodríguez, exasistente de la embajadora alterna de Venezuela en la ONU, María Gabriela Chávez, ofreció una entrevista la noche del 6 de mayo al programa Código 58 de TV Venezuela, en donde denunció que la situación de retraso con los pagos a los integrantes del Servicio Exterior venezolano ocurre desde mediados de 2017.
Rodríguez, quien se encuentra en Kuwait, alertó que desde entonces los pagos comenzaron a espaciarse, llegando incluso a pasar los seis y siete meses sin recibir sueldo. Por eso, muchos de los que laboran para el Servicio Exterior venezolano tuvieron que buscar medidas alternativas de sustento. «Hemos visto cómo funcionarios con las familias se endeudan muchas veces. Pasan trabajo, laboran a destajo, consiguen empleos de medio tiempo. Hacen Uber o subarriendan sus viviendas para mantenerse».
Parte del principio de que el Estado es responsable de la imagen del país y de sus trabajadores, por lo que esta situación refleja la crisis por la que atraviesa Venezuela. «Es una situación insostenible, ya que los diplomáticos son la cara de un país en el exterior».
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Dijo que las autoridades de la Cancillería argumentaron el tema de las sanciones para el retardo en los pagos, «pero en ese momento no existían» y por ende, considera que «juegan con el dinero de una forma irresponsable y arbitraria».
Manifestó que muchas personas que laboran en las embajadas y consulados de Venezuela en el mundo tienen miedo y que esa es la principal razón, aunado al pago intermitente, que condiciona el comportamiento de los funcionarios. En ese sentido, expresó que es por ello que se quedan muchas veces callados esperando y a la vez, buscando formas de sobrevivir.
Indicó que renunció a su trabajo «por conciencia», ya que explicó que trabajaba en ese entonces para la tercera comisión, que está relacionada con los asuntos sociales. Cuestionó entonces que se hablara maravillas del desarrollo social en Venezuela cuando ocurren irregularidades con el pago de la gente, además de la crisis que hay en el país.
«No puedes tener una doble moral. Es un llamado a la conciencia. Por una parte, como diría el impostor de Samuel Moncada, ‘un diplomático está para mentir’. No, un diplomático está para representar dignamente al país».
Reveló que Moncada, cuando estuvo preparando la postulación de Venezuela para el Consejo de Seguridad de la ONU, realizó varios talleres de inducción para el personal y en esas dinámicas «se trataba de enseñar el descódigo de ética de un diplomático, con la que estoy en desacuerdo (…) Se les dijo que tenían que mentir, disfrazar las condiciones en las que estaba el país».
Subrayó que el retraso en el pago a los empleados del Servicio Exterior no es solo en EEUU, sino en todo el mundo, en donde han visto retrocesos en las reivindicaciones alcanzadas como los gastos de traslados y las vacaciones.
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Acusó al representante del gobierno de Nicolás Maduro ante la ONU, Samuel Moncada, de haber malversado fondos de la Cancillería a través de los sueldos que no llegan a los empleados del Servicio Exterior. Señaló que desde el Ministerio de Relaciones Exteriores se envió un sobre con cuadros con cuáles son los salarios retrasados y aquellos trabajadores cesados en sus funciones, como por ejemplo los que laboraban en la misión de la OEA, de los empleados locales y los que aún están en la ONU.
«Este señor arbitrariamente decidió a quién se le pagaba y a quién no. Así como qué montos pagaba. La Cancillería le envió los cálculos detallados para cada persona y él decidió arbitrariamente cómo pagar. Habría desviado dinero a un supuesto fondo de emergencia. Le redujo pagos mensuales o no pagó completo», denunció.
En ese sentido, aseveró que de ser cierto, esas acciones son ilegales y están al margen de la ley «porque se conoce que no estamos en un estado de Derecho», al tiempo que sentenció que ese dinero sería para gastos de emergencia o cancelar montos adicionales a los que están en su grupo de trabajo.
Estima que lo que se adeuda va por el orden de los $200.000.
Defendió a María Gabriela Chávez al decir que estaba al tanto de lo que ocurría y que no estaba de acuerdo con la situación. «Me consta que más de una vez intentó que se hicieran efectivos los pagos».
Agregó no conocer cuál es el paradero de Chávez, luego de que renunciara y viajara a Kuwait.
Manifestó no tener miedo a lo que le ocurra y destacó que lo hace porque es la «cuota» que le corresponde como ciudadana debido a la crisis que pasa Venezuela. Tanto ella como varios de sus compañeros se «han sentido mal por lo que pasa y muchos están atrapados por el miedo».