Alianzas del PSOE determinarán futura posición de España ante crisis venezolana
Si el líder del PSOE, Pedro Sánchez, conforma gobierno con el partido de Albert Rivera podría avanzar hacia una postura más firme de España ante Nicolás Maduro, pero si cuadra con el de Pablo Iglesias es posible que cambie a una posición neutral
El Partido Socialista Obrero Español (PSOE), dirigido por Pedro Sánchez, se prepara a intentar formar gobierno en España luego de la victoria que obtuvo en las elecciones parlamentarias del 28 de abril, pero como no obtuvo la mayoría absoluta (176 escaños) necesaria para iniciar gestión directamente, deberá a recurrir a las alianzas con otras fuerzas representadas en el Congreso; acuerdos que podrían tener su incidencia en la posición del país ibérico hacia Venezuela.
Los socialistas lograron 123 escaños, mientras su más cercano competidor, el derechista Partido Popular (PP) sumó 66; seguido por Ciudadanos, también de derechas, con 57; Podemos (izquierda) con 42, los radicales de derecha VOX con 24 y los independentistas Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), con siete.
Aunque el PSOE salió más fortalecido de la contienda, no será muy fácil para Sánchez lograr una alianza que le permita transitar una gestión tranquila. A primera vista parecería lógico, por su tendencia hacia la izquierda del espectro político, un pacto con Podemos, pero ambas fuerzas sumarían 165 escaños, 11 menos que los necesarios para la mayoría absoluta, por lo que habría que integrar otros grupos políticos.
Y es aquí donde comienzan los obstáculos a esta primera opción que tiene Pedro Sánchez: el radicalismo de Podemos podría inclinarle a acercarse a la ERC, en lugar de a los movimientos regionales no independentistas (que cuentan con 10 escaños), pero esto significaría favorecer los movimientos independentistas de esa región y entrar en aguas turbulentas para Madrid. La otra opción que se le presenta es unirse a Ciudadanos, cuyo líder, Albert Rivera, le atacó duramente a lo largo de la campaña y luego de conocerse los resultados, pero que pragmáticamente podría pactar para tener un mayor protagonismo y frenar precisamente los movimientos independentistas que se han producido.
De hecho, Sánchez y Rivera sostuvieron una reunión este martes 7 de mayo en la que el dirigente de Ciudadanos ofreció a Sánchez el respaldo de los senadores y de los 57 diputados de Ciudadanos para llevar adelante temas como educación, despoblación, lucha contra el terrorismo e inmigración.
Analistas consultados por TalCual consideran que existen posibilidades de que Sánchez sume fuerzas con Ciudadanos y otros grupos, aunque no descartan en lo más mínimo la vinculación con Podemos y otros movimientos regionales. Si la primera opción se concreta, veríamos un endurecimiento en la línea política hacia Venezuela. La otra opción podría lleva a una neutralidad que favorecería al mandatario venezolano Nicolás Maduro.
Lógica no separatista
La consultora política Carmen Beatriz Fernández, profesora de la Universidad de Navarra, destacó que no hubo sorpresas en el proceso electoral español y que, a pesar de las diferencias de tamaño en los respectivos bloques parlamentarios que resultaron de la justa electoral, la izquierda y la derecha no están tan lejos una de otra en cuanto a número de votos.
“Las encuestan habían señalado con gran claridad la emergencia de Vox, y todo el que conociera un poco el del sistema electoral español podía prever lo que podía pasar. Tienes un sistema que privilegia a los partidos mayoritarios en aras de la gobernabilidad y del equilibrio territorial y al dividirse el bloque de la derecha en tres iba a representar una merma muy importante en la sumatoria de escaños. Así que tenemos un resultado electoral donde tienes a una España más de izquierdas pero que cuantitativamente tienen más o menos el mismo número de votos. Mientras el número de votos de la derecha fue 570 mil, más en escaños se traduce en menos curules. De esta manera tienes una victoria muy sonora del PSOE, que ha crecido a costa de recuperar sus votantes originales, los que se habían ido a Podemos”, explicó Fernández, quien estima que la conformación del nuevo gobierno no lo vamos a ver en lo inmediato, sino que surgirá luego de las elecciones municipales y del Parlamento Europeo, que se realizarán el 28 de mayo.
“Creo que ahora vamos a una especie de segunda vuelta donde los cinco partidos van a estar compitiendo ferozmente por qué ciudades o gobiernos locales ganan o escaños en el Parlamento Europeo y luego de eso veremos una conformación de gobierno. Lo más simple es que se formara gobierno entre PSOE y Ciudadanos, desde el punto de vista aritmético. Con Podemos la suma no te da. Necesitas 176 parlamentarios. Esquerra tiene 15, es más complicado pactar con ellos porque son separatistas. Lo más lógico sería pactar con partidos regionales no separatistas como PNV, Canarios” apuntó.
Sostuvo que una alianza con Ciudadanos presenta como traba el cómo explicarla a sus respectivos partidarios, por lo que cobraría fuerza una opción B, que es pactar con Podemos e ir sumando aliados en partidos regionales no separatistas. “La opción más desmembradora de la unidad española, que no la veo, es pactar con el separatismo catalán”, resaltó.
Alianzas por temas
El internacionalista Félix Arellano, a su vez, estima que podría producirse una alianza de Sánchez con sectores de distintos partidos y para atender determinados temas de la dinámica política española, más que una coalición de partidos.
“En cuanto a la generación de gobierno lo que se visualiza es que Sánchez quisiera no amarrarse a un grupo en particular y tratar de llegar a acuerdos por temas. En algunos va a pactar con Ciudadanos, sin tener que incorporar a Ciudadanos al gobierno, a los ministerios, ni a Podemos, pero va a tratar de que haya acuerdos sobre políticas a desarrollar en diversas áreas con los dos grupos”, explicó el analista.
Desde su óptica, el que está más interesado en pactar y formar parte del gobierno es Podemos: “Lo puso en evidencia la misma noche de los resultados; por el contrario Ciudadanos fue más duro la primera noche pero flexible en los siguientes días y yo creo que esa metodología de pactar temas le conviene, sobre todo en el tema independentista. Creo que puede hacer una buena combinación con Sánchez para no llegar a los extremos de aceptación que tiene Podemos por ganar el electorado independentista”.
Acotó que, en cuanto al tema de las independencias, estima que si Sánchez quiere hacer una gestión positiva podría coordinarlo con Ciudadanos.
“Creo que Sánchez está diseñando un modelo heterogéneo de lograr alianza con los dos segundos grupos, con Ciudadanos y parte de Podemos que le den respaldo de gobernabilidad en el Congreso e iniciar su labor con acuerdos en materias como educación, Política Exterior, independentismo. Los temas sensibles creo que los está tratando con Ciudadanos y Podemos”, redondeó.
La clave de Rivera
Ambos analistas destacan el rol que puede tener Albert Rivera para dar forma a la nueva gestión del gobierno español. Para Carmen Beatriz Fernández, aunque el líder de Ciudadanos aspira a convertirse en el líder de la oposición, no lo tiene fácil porque su partido llegó de tercero y tiene 9 escaños menos que el Partido Popular.
Félix Arellano señala que a Rivera no le conviene integrarse plenamente al nuevo gobierno, pero sí el llegar a acuerdos en temas como el independentismo. “Es un tema de estado en el que Podemos juega más irresponsablemente. Creo que el tema le puede dar a Sánchez una buena vinculación con Ciudadanos y con el PP, asumir una actitud más respetuosa de la Constitución, ampliar las autonomías sin llegar a la palabra independentismo”, precisó.
Añadió que no le parece la estrategia más inteligente de Sánchez el vincularse mucho a Podemos porque es la versión radical que a España le preocupa: “(Podemos) está jugando demasiado a lograr alianzas con los grupos radicales independentistas y eso España en general no lo ve bien. Luce una política oportunista, irresponsable, que le sigue restando votos en el futuro.
Leopoldo López juega un rol
De producirse el acercamiento con Ciudadanos e incluso con parte del PP y el consecuente endurecimiento de la línea política hacia Venezuela, Arellano saca a relucir el rol que puede jugar el dirigente del partido Voluntad Popular Leopoldo López.
“La presencia de Leopoldo López en la embajada de España le permite tener una posibilidad de negociar directamente con un personaje clave en la oposición venezolana y jugar un papel mucho más activo junto a la oposición democrática venezolana. Esto se complica si la alianza es con Podemos, que presionaría para que la posición sea más crítica hacia la oposición venezolana y más cercana a Nicolás Maduro, aunque sin llegar a un respaldo pleno. A Podemos no le ha gustado el reconocimiento a (el presidente de la Asamblea Nacional) Juan Guaidó, y podría presionar a que se mueva a una neutralidad que favorezca a Nicolás Maduro”, abundó.
Fernández no avizora un cambio tan pronunciado en la política hacia Venezuela: “Leía comentarios apocalípticos en relación a la formación de gobierno en España y lo que eso implicaría con Venezuela (en cuanto a que la mayoría de izquierdas podría dar un vuelco a la política hacia Nicolás Maduro) pero yo no lo veo así. El gobierno del PSOE es socialdemócrata, en Venezuela está mal percibido (el PSOE) por (el expresidente del gobierno español, José Luis Rodríguez) Zapatero, pero el PSOE no es solo Zapatero, es también Felipe González, por eso metieron a aquél en el congelador durante la campaña. Creo que la política hacia Venezuela va a seguir tal cual como hasta ahora. No va a ir hacia mejor porque tienes unas políticas comunitarias ya acordadas con la Comunidad Europea y que no tienen vuelta atrás”, aseveró.
Estima que también de producirse un pacto con Podemos la línea seguiría tal como como está, pero que si lo hace con Ciudadanos la política podría endurecerse e “ir más a la yugular”. Veo más probabilidades de que haya pacto con Podemos que con Ciudadanos.