Familiares de «náufragos» en Güiria reciben amenazas para que no sigan investigaciones
La mayoría de las personas que viajaban en la embarcación eran mujeres. Solo nueve de los tripulantes fueron rescatados con vida y un solo cadáver fue hallado en el mar, el de una adolescente de 16 años
De acuerdo con Protección Civil Sucre, eran 38 personas las que viajaban de forma clandestina en el bote «Jhonnalys José» que naufragó entre la Güiria y Trinidad y Tobago el pasado 26 de abril. Solo nueve personas fueron rescatadas con vida y un solo cadáver fue hallado en el mar, el de una adolescente de 16 años. La mayoría de los navegantes eran mujeres.
De los nueves rescatados, seis son mujeres y los demás hombres. Los sobrevivientes fueron identificados como: Yusmarys Lezama, Francisco Martínez, Yubreili Merchán, Angélica Mata, Katerine Díaz, Carlos Laffont, Yadelin Jiménez, Norkelys Zurita y Julio César Carrión.
De acuerdo con una investigación de Crónica Uno, habitantes de Güiria consideran sospechoso que no haya rastros del accidente. Presumen que quienes no aparecen fueron sometidos por otro barco involucrado con trata de personas y dicen que los familiares han recibido amenazas para que no continúen con las denuncias. No obstante, Protección Civil Güiria explica que en la zona donde desapareció la embarcación, la marea es sumamente fuerte y pudo arrastrar rápidamente a los cuerpos; razón por la que no se pudieron encontrar más cadáveres.
“Si la corriente no arrastró los cuerpos puede que estén hundidos, porque si las aves picotearon los cadáveres poco a poco se sumergen. También pudieron ser alimento de algún tiburón, pudo pasar cualquiera de estas cosas. Es muy difícil que haya sobrevivientes después de 10 días, es muy difícil sobrevivir en el mar, las condiciones son iguales de adversas que estar en un desierto”, explicó un funcionario de PC, de manera extraoficial.
El familiar de un sobreviviente contó, bajo anonimato, que la mayoría de las pasajeras supuestamente iban a trabajar en prostitución en Trinidad y Tobago. Dijo que fueron captadas por miembros de una banda dedicada a reclutar a jovencitas, ofreciéndoles ropa, dinero y vivienda, a cambio de vender su cuerpo. Unas sabían la verdad, otras iban bajo engaño.
Esta persona añadió que esa supuesta banda también busca muchachas de Maturín, Cumaná, Carúpano y Margarita. Les pagan hoteles en Güiria a quienes no son de la zona hasta el día que zarpe la embarcación en horas de la noche y afirman que en días después del naufragio, encontraron a unas jóvenes en un hotel en Güiria.
Una de las desaparecidas está identificada como Unyerlin del Valle Vásquez, de 16 años. Amarilys, mamá de la desaparecida, dijo que salió de su casa el 22 de abril de su casa en el sector Brasil de Cumaná, pero que pensó que iba a la playa con unas amigas por ser Semana Santa.
Una prima de Vásquez, llamada Omarlyn José Velásquez, también desapareció en esa embarcación. Las dos cursaban cuarto año de bachillerato. De Cumaná también está desaparecida Luisacny Arias Betancourt, de 15 años.
Por este naufragio hay nueve personas detenidas. Entre ellos, Carlos Enrique Laffont, de 30 años, uno de los rescatados —a quien acusan de pertenecer a la banda— y el capitán del peñero. Otros son miembros de la Guardia Nacional, a quienes investigan por presuntamente estar involucrados con la salida de la embarcación.
Sin embargo, un familiar de Laffont desmintió que él estuviera involucrado en la trata de personas. Explicó que él se iba a vivir a Trinidad por la mala situación en Güiria, ya que su sueldo de 9000 bolívares como profesor de Educación Física, en la Escuela Técnica María Auxiliadora, no le daba para costearse la vida. Iba en ese bote porque un amigo le consiguió el puesto gratis con el capitán.
Extraoficialmente se conoció que en Güiria un hombre apodado como «Nano» es aliado de funcionarios de la Guardia en esa supuesta red de trata de personas y dicen que en la lancha iban mujeres de la banda, que se hacían pasar por trabajadoras, para engañar a las adolescentes.
9 sobrevivientes y un cadáver encontrado
De acuerdo con PC Güiria, al capitán se le apagó uno de los dos motores cuando pasaban Boca del Dragón, uno de los tramos más peligrosos del viaje, y una ola volcó la lancha. Sin embargo, la versión de un testigo es que el lanchero apagó un motor para llamar a las personas que recogerían a las mujeres en Trinidad y Tobago, y el oleaje tan fuerte provocó el accidente.
Muchos se agarraron de pimpinas para flotar y otros en la desesperación trataron de nadar a tierra firme, según la versión del testigo. El grupo de cinco que sobrevivió con Carlos Laffont flotó durante dos días. Tenían quemaduras de primer y segundo grado. El cuadro de deshidratación no fue tan severo porque se alimentaron de dos mujeres que están en periodo de lactancia.
El jueves 25 de abril también encontraron un cadáver, el único hasta el momento, y a dos personas más en Isla de Patos.
Tráfico de mujeres, drogas y más
Un funcionario policial de Güiria detalló que es muy frecuente el tráfico entre Güiria y Trinidad y Tobago, como la trata de personas. No es primera vez que un bote cargado con mujeres, en su mayoría adolescentes, zarpa hacia la isla vecina. Todas para la explotación sexual.
Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la trata de personas es el tercer negocio ilícito más lucrativo a nivel mundial, genera 32.000 millones de dólares al año. Se estima que más de 40,3 millones de personas son víctimas de esta actividad.
80% de las víctimas en América Central y el Caribe son mujeres, más de la mitad, niñas (55%) y el resto adultas, de acuerdo con la Oficina contra la Droga y el Delito de la ONU.
El mismo policía aseguró que a Güiria “no entra el Gobierno”, ya que son zonas dominadas por los delincuentes del sector. Familiares de las víctimas del naufragio temen que la corrupción impida que se lleven a cabo las investigaciones en torno al accidente.
Con información de Crónica Uno