«Venezuela es el quinto colapso más grande de la historia reciente de la humanidad»
La Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional denunció esta semana que la contracción económica del primer trimestre del 2019 alcanzó la cifra de 39,39%, catalogándola como un colapso económico sin precedentes en la región y de escala histórica
El diputado Ángel Alvarado, economista e integrante de la Comisión de Finanzas del Parlamento, explica que la medición del primer trimestre del año coincidió con un mes terrible en Venezuela, que fue el de los apagones. «La caída del PIB del mes de marzo contra el mes de febrero fue de 25 puntos, según el índice de actividad económica de la AN, que es un índice aproximado del PIB. Eso es una contracción de la economía en la cual, comparando el primer trimestre de este año con el del anterior, tenemos una caída del 40%».
Alvarado detalla que esa caída «es más que el colapso de la Unión Soviética, más que el período especial cubano, es similar a la caída de la economía española durante la Guerra Civil. Es decir, una catástrofe económica».
Además, un colapso concentrado en cuestión de meses y no de años como los ejemplos históricos que refiere. «Hablamos del primer trimestre del año 2019 contra el primer trimestre del año 2018, pero también podemos hablar del mes de marzo nada más. Es una caída dramática, mucho más de lo que ocurrió en la Gran Depresión de los Estados Unidos. Es una contracción muy grande, sin precedentes».
-Durante todo el período con Nicolás Maduro en Miraflores, la caída del PIB es 64,4% en total. ¿La mitad de la economía y un poco más desapareció?
-Dos tercios de la economía. Sí, cuando vemos la película completa a partir del primer trimestre del año 2013, tenemos que Venezuela es el quinto colapso más grande de la historia reciente de la humanidad.
-¿Qué llama usted historia reciente? ¿Eso es luego de la Segunda Guerra Mundial?
-Sí, exactamente. Esto es más que la Guerra de Iraq de 1990. Lo que ha hecho Nicolás Maduro es peor que lo que hizo (Saddam) Hussein al quemar todos los pozos de Iraq cuando pierde la guerra, invade Kuwait y ocurre la Guerra del Golfo. Venezuela ya se parece a la Guerra de Libia, y los colapsos de la economía soviética y sus aliados, como el caso de Georgia. Entonces, Venezuela entra dentro de esos países que no han vivido guerras, sino que han sido producto del hombre estas catástrofes económicas, que básicamente han ocurrido únicamente en los países socialistas cuando colapsan.
-Maduro habla de «guerra económica» desde 2014.
-Cuando Salvador Allende destruyó la economía chilena, decía que había una guerra económica. Cuando los modelos socialistas fracasan, sale una guerra económica. Siempre la culpa es de otro. Recuerda que aquí se decía que la causa de la guerra económica era el dólar criminal. Bueno, ahora tenemos que ese dólar fue liberado y ahora es la solución a los problemas del país, según esta narrativa del Gobierno. Es decir, ya tú ves allí las contradicciones tan grandes a las cuales se incurre.
Típicamente, los modelos socialistas siempre han estado acompañados de una campaña propagandística de censura, represión, persecución y de mentira. La guerra económica forma parte de todos esos ingredientes de este sistema. Ahora bien, la causa científica de colapsos como este y del fracaso del modelo socialista siempre han sido dos cosas: la destrucción de la propiedad privada y la exclusión del sistema de precios.
Una vez que la propiedad privada es perseguida y el sistema de precios es regulado centralizadamente, se crea una economía colectivizada, en la cual la actividad económica es vista como algo criminal. Los empresarios son perseguidos, encarcelados, como hemos visto en Venezuela, y la iniciativa privada desaparece, sustituida por la iniciativa pública. Esta normalmente llega a la quiebra, a la corrupción y destrucción de la economía. Esto lo hemos visto en Venezuela, en la cual se han perdido dos tercios de la riqueza del país en apenas 6 años.
-Este año, el índice de inflación que divulga la Asamblea Nacional ha bajado.
-Maduro, para tratar de parar la hiperinflación, ha decidido generar una contracción económica aún mayor, que es la que estamos registrando. Y esa contracción mayor lo que ha hecho es que se pase de una inflación de tres dígitos a dos dígitos mensuales, con el agravante de una contracción económica mayor que la que veníamos hablando. ¿Cómo ocurrió eso? Básicamente, a través de la política monetaria contractiva secundaria, es decir, el encaje legal que sacado el crédito. Entonces, se ha logrado generar inflación, pero con una contracción adicional.
Nosotros en Plan País hemos criticado fuertemente esta manera de resolver el problema de la hiperinflación, porque se sigue manteniendo la inflación, la vida se hace más cara en dólares y la economía se paraliza aún más. Nosotros creemos que la manera de combatir esto es con una expansión fiscal, en la cual se resuelven los problemas de ingreso del Estado, que permita parar la hiperinflación en seco y reactivar la economía a la vez. Maduro escogió el camino más difícil.
-¿Pero pudiera parar la hiperinflación?
-Aún no se puede afirmar eso, porque todavía la inflación mensual sigue siendo muy alta, y la inflación al final es un fenómeno explosivo. Es decir, es como un torniquete que se ha tratado de paralizar, pero las causas que lo llevaron siguen estando vigentes. Tal vez la única manera que se podría pensar para parar la hiperinflación está en la producción petrolera significativa, pero para eso habría que esperar un poco más a ver qué está ocurriendo realmente en la industria.
-Hemos visto reaparecer productos en anaqueles, aunque con precios impagables para muchos. ¿Qué ha cambiado para que eso ocurra?
-En los anaqueles hay dos tipos de productos: los importados y los de producción nacional. Los importados normalmente no cambian de precio. Más bien, siempre suben porque están atados a una moneda extranjera que sigue devaluándose. Ahora, los bienes que se producen en Venezuela, como carne y queso, son productos que bajan sus precios por la contracción económica que existe. Es decir, esos productos se van quedando en los inventarios y los comerciantes, empresarios, se han obligado a bajar esos precios para no perder los productos, porque son perecederos al final y no pueden mantenerlos en el almacén durante mayor tiempo.
-En la reunión OPEP, Pdvsa admite que llegó a mínimos de 400 mil barriles diarios por los apagones. Manuel Quevedo ha prometido aumentar en 1 millón la cantidad de barriles diarios que se producen. ¿Cuál es la perspectiva que tiene la AN sobre producción?
-Yo mismo reporté que el 7 de marzo, el día del apagón, la producción fue de 400.000 bdp. Luego, eso subió, pero fue algo dramático. A partir de ese momento, la producción ha vuelto a una cifra alrededor de 1 millón de barriles. Creo que hay muchas cifras por ahí rodando. Pienso que tenemos que ser bastante objetivos, porque si pensamos que se están produciendo 500.000 bdp, yo creo que ya ese escenario no existe. Firmas como Reuters indican que existe un rebote, no lo digo yo. Así que hay que estar muy atentos sobre qué está pasando, qué va a ocurrir en Pdvsa, qué acuerdos se ha llegado con China. En definitiva, lo que hay que saber o estimar realmente es qué está pasando con el flujo de caja de Pdvsa. Eso evidentemente es una gran incógnita que todos tenemos.