Colombia entrenará a un «cuerpo élite» para combatir casos de trata de personas
El viceministro de trabajo de Colombia, Andrés Felipe Uribe, aseguró que tras el entrenamiento los inspectores estarán capacitados para detectar indicios de trabajo forzado en lugares investigados y a percibir signos de coerción en el comportamiento, al momento de los interrogatorios
El gobierno de Colombia anuncia que docenas de inspectores serán entrenados para combatir los casos de trata de personas y explotación laboral de los que inmigrantes, sobre todo venezolanos, podrían ser víctima por su estatus irregular.
Autoridades de la nación neogranadina afirmaron que la medida busca dar respuesta a las necesidades de personas provenientes del país vecino.
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“Es un cuerpo élite. Estamos luchando contra un crimen, luchando contra un drama social en contexto de un flujo migratorio que estamos recibiendo», dijo Uribe a los funcionarios que serán entrenados.
La autoridad colombiana resaltó que en la capacitación los funcionarios aprenderán a encontrar pruebas concretas con las que puedan develar estos casos de forma exitosa. Así como también, a detectar signos de coerción en el comportamientos de las personas al momento de interrogar a presuntas víctimas o victimarios de estos delitos.
Buscarán señales que indiquen que los trabajadores están forzados a vivir donde trabajan, como por ejemplo colchones, jabón y toallas, así como signos de trabajo forzado, como ventanas y puertas trabadas con candado, y carteles que muestran cuándo los trabajadores pueden comer, dormir y lavarse, expresó.
“Hay que prepararnos para que estas denuncias tengan un buen recibo”, indicó Mario Gomez, un fiscal de alto rango del territorio colombiano. Gómez recordó que en la mayoría de los casos las víctimas de trabajo forzado, incluidos niños, se reportan en la minería, la agricultura y en la recolección de componentes para la realización de estupefacientes.
Por su parte, el inspector de trabajo de ese país, Juan Carlos Ballesteros, hizo referencia a trabajo infantil. La autoridad expuso que esta actividad es impulsada por la pobreza y las actitudes culturales locales que lo consideran «normal».
En la región desértica del norte de Colombia, La Guajira, que limita con Venezuela, los niños pequeños de ambos países hurgan en vertederos de basura, trabajan como vendedores ambulantes y en minas de sal, venden gasolina de contrabando y mendigan en las calles.
El informe sobre trata de personas del 2019 presentado por el Departamento de Estado de los Estados Unidos (EEUU), señala que en Colombia son pocos los casos de explotación laboral que son perseguidos. El documento precisa que solo 21 casos de presunto trabajo forzado y mendicidad fueron reportados por las autoridades colombianas en 2018.