Foro de Sao Paulo dejó a Maduro sin el contundente apoyo que esperaba
Con la ausencia de varios presidentes, figuras prominentes de movimientos políticos e intelectuales, el encuentro del Foro de Sao Paulo realizado en Caracas falló en el intento de presentar un bloque de respaldo al gobierno ante el cuestionamiento internacional y el descrédito por el informe de Michelle Bachelet
Nicolás Maduro organizó la XXV edición del Foro de Sao Paulo, realizada en Caracas del 25 al 28 de julio, en medio de un panorama internacional complicado, no solo por la falta de reconocimiento a su gobierno por parte de más de 50 países -incluida la mayoría de los que integran la Unión Europea, además de EEUU, Canadá y muchos de América Latina-, sino por el impacto que ocasionó el contundente informe de la alta comisionada para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, Michelle Bachelet, quien confirmó la violación de los DDHH por parte del Estado venezolano.
En este contexto, Maduro aspiraba que el Foro de Sao Paulo contrastara a lo que ha calificado de «injerencia a los asuntos internos de Venezuela», un respaldo en bloque de un mecanismo cuyos partidos integrantes contaban hasta hace algunos años con presidentes en la mayoría de los países de la región (Brasil, Ecuador, Paraguay y El Salvador, además de Cuba, Nicaragua y Bolivia), así como del apoyo de otros mandatarios cuyas fuerzas políticas no son parte del encuentro (como Argentina).
Pero, a diferencia de la edición anterior del Foro de Sao Paulo realizada en La Habana, Cuba, en 2018, el más reciente encuentro de organizaciones y movimientos sociales de izquierda agrupados en él careció de la presencia de mandatarios nacionales o primeros ministros (salvo el cubano Miguel Díaz Canel), o figuras relevantes como exmandatarios o los intelectuales que asisten a propagar sus ideas.
En la cita de La Habana, hace un año, estuvieron presentes el presidente de El Salvador Salvador Sánchez Cerén, la expresidenta de Brasil Dilma Rousseff; Li Quiang, primer secretario del Partido Comunista Chino; los expresidentes de Honduras Manuel Zelaya y de Mozambique Joaquin Chissano, así como los académicos Ignacio Ramonet, Atilio Borón y Pablo Gentili, además de cancilleres de diversos países.
Las ausencias
En Caracas no estuvieron los siempre consecuentes Evo Morales y Daniel Ortega, ni los intelectuales señalados previamente, ni el nuevo presidente de El Salvador, Nayib Bukele. Había mucha expectativa por la representación del partido Morena, ahora en el gobierno a través del presidente de México Manuel López Obrador, pero vino fue una diputada de esta organización.
Resaltó que previo al encuentro, el Frente Amplio de Uruguay instruyó a sus representantes que acudirían a Caracas que no acompañaran ninguna declaración que cuestionara el informe de Bachelet, lo que ya mermaba la posibilidad de que el foro se pronunciara en rechazo al mismo.
Ausencias notables fueron precisamente la del Partido Socialista de Chile (del que Bachelet forma parte), y también las de Izquierda Democrática y Movimiento País, de Ecuador.
En su declaración final, el Foro manifestó su respaldo a Nicolás Maduro y su rechazo a las amenazas de una intervención militar contra Venezuela, pero no hizo mención al informe de la ONU y, sin la presencia de figuras destacadas, fue mínimo su efecto.
La historiadora y científica social Margarita López Maya es enfática en asegurar que la edición del foro realizada en Caracas no cumplió con los objetivos del Gobierno. En conversación con TalCual, dice que el encuentro dejó en evidencia lo menguado que se encuentra este mecanismo de las fuerzas de izquierda.
«Veo que el Foro, para lo que se invirtió en organización y recursos, no estuvo a la altura de las expectativas de ellos (el Gobierno). Invirtieron dinero esperando políticamente tener unas imágenes que proyecten un apoyo amplio a Nicolás Maduro y es muy sintomático que no vinieron Evo Morales, Daniel Ortega, algún representante de Lula Da Silva, que pudo ser la misma Dilma Russef, por lo que pienso que para ellos debe haber sido bastante frustrante ya que no recibieron los apoyos suficientes para poder hacer una propaganda importante sobre el apoyo que la izquierda le da a América Latina», asegura López Maya.
Desde su perspectiva, es sintomático que no estuviesen presentes intelectuales que vienen apoyando el proceso «revolucionario» desde tiempos de Hugo Chávez, como Atilio Borón.
«Que no los hayan invitado o no hayan venido revela que el Foro está en este momento en una situación difícil, de declive, tal vez no definitiva, pero está en un mal momento. Quizá se está extinguiendo porque eso lo fundó Lula Da Silva con (Fidel) Castro y tuvo vigencia en los años 90, contaron con financiamiento de Chávez, pero ahora sin el Partido de los Trabajadores en el poder no tienen dinero, Cuba nunca ha financiado nada», explica.
A López Maya le llamó la atención que no haya asistido un representante directo de López Obrador, de quien dice pareciera tener un guion parecido al del chavismo, pero que ha mantenido cautela a la hora de actuar, procediendo a congelar cuentas a empresarios vinculados con una red de corrupción correspondiente al programa CLAP del gobierno de Nicolás Maduro.
El faro Bachelet
Sobre la ausencia de representantes de los partidos izquierdistas chilenos, López Maya coincide con que fue producto del efecto del pronunciamiento de la alta comisionada para los DDHH de las Naciones Unidas.
«El informe Bachelet fue muy contundente. Ella es un faro para una buena parte de la izquierda latinoamericana. Ella es una mujer socialista militante, que Chile no venga me parece lógico por el prestigio que tiene ella particularmente».
Señala que el informe de la Alta Comisionada ha tenido mucha importancia hasta el punto en que no hubo pronunciamientos del Foro al respecto. «Esa era otra expectativa, que se rechazara el informe, pero no lo consiguieron», acota.
Resalta además el efecto que produjo que, en medio de la realización del Foro en Caracas, el expresidente de Uruguay, José «Pepe» Mujica (otra figura respetada de la izquierda) aseguró que en Venezuela existe una dictadura.
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Haciendo méritos
La historiadora también comenta sobre que el presidente de la asamblea constituyente, Diosdado Cabello, un militar retirado, fuera el orador de Venezuela en el foro. «Él está haciendo méritos como un hombre de izquierda; está frecuentando mucho a los cubanos, creo que busca quedar bien posicionado si Maduro tiene que salir en una negociación o a través de unas elecciones. Se está acercando a Cuba porque sin la confianza de los cubanos no tiene vida dentro del chavismo», apunta.
En definitiva, López Maya cree que el Foro de Sao Paulo ha perdido su atractivo, como los gobiernos de izquierda en la región. «No tienen recursos para sostener eso. En la medida que se hicieron gobiernos había un prestigio, había una fuente de pensamiento crítico para alimentar las gestiones de gobierno y en la medida que se fueron haciendo más autoritarios, que no aguantan una disidencia, fue menguando. Terminó siendo una cosa más de espectáculo entre ellos y se hizo cada vez más difícil».
Destacó que no hubo una foto relevante de los asistentes al encuentro y que la que más se divulgó fue una donde aparecía Piedad Córdoba, justo en momentos cuando se han producido acusaciones y sanciones por un entramado de corrupción relacionado con las cajas del CLAP en el cual estarían involucrados colaboradores directos de Córdoba. «Era mejor que esa foto no saliera», concluye López Maya.