Tachirenses regresan a costumbres del siglo pasado para poder cocinar
Recorrer cualquier calle, parque o carretera del Táchira y encontrarse a personas herramientas en mano realizando podas selectivas de árboles, se ha convertido en algo cotidiano ante la acentuada escasez de gas doméstico en la región
Rosalinda Hernández C.
La escasez de gas doméstico en Táchira ha llegado a extremos. Ante la total inoperancia y silencio de Pdvsa Gas, los habitantes de la entidad fronteriza han buscado paliar una crisis que se agudiza día a día con alternativas que datan del siglo pasado: personas cargando troncos en los hombros, en costales, motocicletas o en los maleteros de automóviles son escenas habituales en las calles de San Cristóbal y otras poblaciones.
Personas que fueron contactada por TalCual aseguran que cortar árboles y utilizarlos como leña es la única garantía para lograr la preparación de los alimentos. Consideran que a corto plazo no habrá solución a la escasez de gas doméstico y, por el contrario, creen que la crisis cada día empeora más.
Muchas han sido las protestas de los tachirenses en reclamo por la crisis. El cierre constante de las principales vías de comunicación en medio de extensas protestas con cilindros vacíos no ha surtido efecto. Los consumidores se quejan de pasar hasta cinco y seis meses sin recibir el producto.
“A la comunidad de la carrera 20 de Barrio Obrero hace meses no le llevan gas. Por eso tenemos que buscar leña aquí en el parque para poder cocinar. Allá en el barrio nadie tiene gas”, dijo Erasmo Chacón, habitante de esta popular zona de San Cristóbal mientras sostenía entre sus manos unos troncos que había conseguido en el parque anexo a residencias militares.
En medio de una persistente lluvia que caía sobre la ciudad, Sergio Angulo, otro tachirense, cortaba leña cerca de las instalaciones de la Cantv del sector barrio Bolívar. Aclaró que la poda que realizaba junto a otro grupo de familiares, era selectiva y no causaba daños al ambiente. Al contrario mantenía el lugar limpio y se aprovechaba la leña para usarla en casa.
“Corté leña, está mojada pero la voy a poner a secar para usarla la semana entrante. Ya en la casa hace un mes que no tenemos gas. La empresa que lo distribuye nos dice que hagamos colas para esperar el despacho, pasan los días y nada que llega por eso tenemos que buscar leña”, dijo el habitante de la parte alta del barrio Bolívar.
Las personas se agrupan por comunidades o familias completas a la hora de ir en busca de la leña en plazas, parques, avenidas o cualquier lugar en donde haya árboles disponibles. “Estos leños se los llevo a mi mamá, es una señora de 78 años, con problemas respiratorios que no debe estar cocinando de esa manera pero no queda de otra si el gas no se consigue”, dijo José Ramón Andrade.
La gobernadora del Táchira, Laidy Gómez, recientemente denunció el aumento de enfermedades respiratorias debido a esta situación. “Hemos encontrado a muchos niños con enfermedades respiratorias. Como no llega el gas a varias zonas del Táchira desde hace cinco meses, la gente tiene que cocinar con leña y esto genera serios problemas de salud”.
Un viacrucis
Conseguir una bombona de gas en Táchira es una odisea. Primero se debe recibir un ticket y luego pasar no menos de cuatro días en colas para poder comprarla, explica José Antonio Andrade. “Las bombonas de 18 kilos son las que más demanda tienen y menos se consiguen. De esas son las que tengo. Cuando uno la consigue en la calle la repaga a 50.000 pesos (unos 217.391 bolívares). Lo peor es que cada día todo se pone más difícil, no creo que esto vaya a mejorar”, avizora Andrade.
Hace 20 días, Elena Sánchez entregó al camión de Pdvsa dos cilindros de gas vacíos marcados con su nombre. A todos los vecinos de su sector en la parroquia Pedro María Morantes de San Cristóbal, les aseguraron que en tres días les regresaban las bombonas llenas. Nada de eso ha pasado. Lo único cierto es que no hay gas en San Cristóbal.
La angustia aumenta cuando los extensivos y recurrentes cortes eléctricos sorprenden con la comida a medias o sin preparar. “Cuando se va la luz no se come”, dijo Flor Rodríguez, habitante de Barrio Obrero. “Ayer se fue la luz durante ocho horas y no pudimos hacer almuerzo. Lamentablemente, vivimos en una zona donde no es permitido sacar leña a la calle para cocinar, así que pasamos de largo y volvimos a comer a la hora de cena”.
Solución ecológica
En medio de la fuerte crisis por falta de gas que enfrentan a diario los tachirenses, el uso estufas ecológicas se ha diversificado, convirtiéndose para algunos en la solución a la escasez de gas.
“Funciona con cualquier retazo de madera que quede de desecho. La cocción depende de la intensidad de la llama pero entre 40 y 45 minutos se puede preparar un plato normal de comida. Desde el mes de mayo hasta la fecha hemos vendido más de 20 cocinas”, explicó Gabriel Pabón, uno de los creadores de la cocina que es vendida en las calles de San Cristóbal.
Los precios dependen del tipo de cocina a escoger: la normal sale en 140.000 pesos colombianos (unos 608.695 bolívares) y la doble en 260.000 pesos (Bs.1.130.434).
Lo que no pueden solucionar las cocinas ecológicas son los cierres, cada mañana, de las vías que conducen a la zona de frontera, los llanos centrales y los estados andinos por parte de las comunidades que demandan a Pdvsa Gas por un servicio del que depende la alimentación de miles de personas.