Respaldo a recolección de firmas contra Trump es tan poquito como el salario
El gobierno de Nicolás Maduro aspira con la recolección de firmas lograr que la ONU se oponga a las sanciones que la administración Trump ha impuesto contra su gobierno, al que culpa por la crisis económica que sufre el país
Así como lo hizo en 2015 en ocasión del decreto de Barack Obama que declaró a Venezuela una amenaza inusual y extraordinaria, Nicolás Maduro volvió a reaccionar ante la reciente medida del presidente de EEUU, Donald Trump, que establece sanciones a quienes realicen operaciones comerciales con el gobierno chavista, ordenando la recolección de firmas en rechazo; en esta oportunidad, con la promesa de entregarlas en la ONU para enfrentar una política que califica de injerecista y de muestra de la tendencia imperialista de la potencia norteamericana.
En aquella oportunidad, Maduro aseguró que su gobierno recopiló 10 millones 480 mil rúbricas en contra del decreto de Barack Obama, a las que se agregarían tres millones que habría recogido Cuba en respaldo a la iniciativa venezolana. La recolección comenzó el 19 de marzo, 10 días después de publicado el decreto de Obama. El 9 de abril llegaron unas cajas al Palacio de Miraflores supuestamente contentivas de las firmas recabadas y la propia presidenta del Consejo Nacional Electoral, Tibisay Lucena, apareció asegurando que el organismo había certificado, no se conoció en qué momento, la legitimidad de las mismas.
Cuatro años más tarde, el mandatario apela a la misma iniciativa. El pasado nueve de agosto lanzó la campaña “no more Trump” (no más Trump), que incluyó una movilización el sábado 10, y el establecimiento de puntos de recolección de rúbricas, pero dos semanas más tarde no se observa el respaldo de los ciudadanos a la actividad, aun cuando Maduro asegura que se han recopilado cinco millones.
Desolación
La mayor afluencia de simpatizantes del gobierno de Nicolás Maduro han acudido a la Plaza Bolívar de Caracas, principalmente trabajadores públicos que han acudido en grupos desde las instituciones del Estado; pero el resto de los puntos permanecen desolados, especialmente hacia el este de la capital de la República.
En la Plaza Bolívar los interesados en incorporarse a la campaña presentan su cédula de identidad y los encargados del punto se ocupan de llenar los datos en la planilla, que luego entregan para que la persona la firme. En el resto de los sitios de recolección se observó que los propios ciudadanos llenan el formulario y proceden a firmar. No se observó el uso de captahuellas en ninguno de los sitios visitados.
Los puestos de recolección de firmas funcionan aproximadamente desde las 9am y los encargados los atienden en grupo y por turnos. Cada día, en las tardes, las planillas con las rúbricas conseguidas son llevadas al ministerio de las Comunas para su contabilidad.
En 2015, el Consejo Nacional Electoral certificó los más de 10 millones de firmas que en un mes se habrían recogido contra el decreto de Barack Obama. Se prevé que en esta oportunidad ocurra algo similar para dar algún tipo de respaldo a las firmas, aunque en esta oportunidad no se ha observado una fuerte afluencia de personas hacia los puntos de recolección.
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