Nueva estructura de distribución tampoco solucionará la escasez de gas
Un estudio del Observatorio Venezolano de los Servicios Públicos advierte que este año se ha incrementado el número de personas que deben pagar en divisas por una bombona
Un total de 613 protestas en toda Venezuela por falta del servicio de gas marcaron el primer semestre del 2019 es la data que maneja el Observatorio de Conflictividad Social (OVCS), una escasez que se agudiza pues en la segunda mitad del año se han incrementado las denuncias de personas comprando los cilindros en el mercado negro, pagando en divisas por la reposición de un cilindro o buscando madera para cocinar; todo ello matizado con el reciclaje de una medida con la cual el gobierno promete acabar con las irregularidades en la prestación del servicio: la intervención de la administración y distribución del gas.
Por disposición del Ejecutivo, las gobernaciones asumirán la repartición del gas en el territorio nacional, y en los casos donde los gobernadores son detractores de Maduro la gestión la realizarán los protectores designados por la Constituyente (ANC). Con esta decisión el gobierno le da otra vuelta de tuerca a una medida aplicada en 2008 por Hugo Chávez cuando decide estatizar la distribución de gas doméstico, con lo cual desaparecieron al menos 220 empresas privadas dedicadas a este ramo y dio comienzo a un suplicio que se agudiza día a día.
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Los integrantes de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción Popular (CLAP) juegan un papel importante en esta nueva estructura en la distribución del gas, debido a que recibirán las transferencias por el pago de hasta dos bombonas (máximo), cuyos comprobantes deberán presentar en los llenaderos para solicitar la distribución.
En este sentido, cabría preguntarse qué tan dramática es la situación del servicio de gas en el país y si con el reciclaje de esta medida se podrá revertir la escasez del servicio por el que cada vez más venezolanos salen en protesta.
Desde el principio
El secretario general del Sindicato de Trabajadores Petroleros y Gasíferos, Iván Freites, relata a TalCual que la crisis del servicio se generó a partir de tres momentos importantes ocurridos durante los 20 años en los que el chavismo ha estado instalado en el país. Comenta que el primer zarpazo que el gobierno le dio a la industria petrolera, gasífera y petroquímica “fue con el pitazo del 2002” cuando se inicia la desprofesionalización del sector.
Afirma que el gobierno permitió el avance de la crisis entre los años 2007 y 2009 cuando el Ejecutivo, en ese entonces encabezado por Hugo Chávez, intervino por primera vez la industria del gas.
Las empresas que hacían las bombonas cerraron sus puertas porque el gobierno hizo acuerdos con Turquía y trajo bombonas de ese país. Desde ese momento no se les ha hecho el mantenimiento respectivo a los cilindros”, dijo a TalCual
Para Freites otro de los golpes que recibió la industria fue el incendio de la refinería de Amuay en el año 2012. A su juicio, el siniestro y la inacción del gobierno aceleraron la caída del sector.
“Fue el mismo gobierno el que quebró la industria gasífera del país”, dice y es por esa razón que desestima la medida reciclada por el régimen de Nicolás Maduro de intervenir la industria, al tiempo de opinar que recuperar al sector pasa por la apertura a la inversión extranjera pues el Estado no cuenta con recursos para ello.
Ni mirando a los lados
El experto cuestiona cómo el gobierno podría recuperar la industria y cómo podría el Ejecutivo llevar el servicio a los 48.008 consejos comunales que existen (según el portal de Ministerio de Comunas y Movimientos Sociales), si 80% de las bombonas que hay en el país no están aptas para salir al mercado; es decir, de los 15 millones de bombonas que se necesitan para satisfacer la demanda nacional solo hay tres millones de cilindros aptos para la venta.
Reitera Freites que de la cantidad de gas que se requiere en el país apenas se produce 7% “y de ahí viene el déficit” en el servicio, y detalla que más del 93% de las instalaciones del país no están funcionando porque no hay gas
“Es culpa del gobierno de lo que pasa con el gas ¿Y qué pasó en Ocumaré? Lo mismo que en la refinería de Amuay, que los sistemas de seguridad y control estaban dañados. Cuando estos funcionan el exceso de gas se quema y permite que no se presente ninguna eventualidad porque son instituciones de alto riesgo”, aseveró.
Lo que pintaron
“Hasta ahora es el mismo modo de trabajo. La única diferencia es que hay que depositar antes de que se distribuya el gas. Sin embargo, al menos en este primer mes no ha habido muy buenos resultados”, dice a TalCual una trabajadora del Pdvsa Gas Comunal que pide sea protegida su identidad para evitar que el régimen de Nicolás Maduro arremeta en su contra o la estabilidad de su trabajo.
Señala que continúan las ventas con efectivo en muchas comunidades del país. En este sentido, hace énfasis en que la rapidez o lentitud del servicio dependerá de los consejos comunales por ser en enlace entre las empresas regionales y la ciudadanía.
La informante señala que las protestas que han liderado los trabajadores de Pdvsa Gas en los últimos días han sido por la incertidumbre en la que se encuentran pues no saben qué pasará con ellos laboralmente, pues hasta ahora no han sido informados si serán liquidados, despedidos o bajo qué condiciones pasarán a la nómina que asumirán los gobiernos de cada estado.
La trabajadora con más de diez años de servicio cuestiona que la medida de intervención pueda abastecer la demanda, pues reconoce que parte de la flota de distribución esta varada por falta de repuestos.
Con la nueva medida el Ejecutivo busca erradicar la crisis que se instaló en sus narices pues según lo expuesto por la fuente, el alegato que corre entre los pasillos de la sede donde labora es que se pretende cortarle la soga a quienes se estaban lucrando con el sobreprecio de las bombonas, asunto que ha sido denunciado en muchas ocasiones
Jody Lugo, representante de más de 60 trabajadores de Pdvsa Gas Comunal del estado Vargas, denunció ante medios de comunicación que autoridades de la compañía “le pintaron” a Nicolás Maduro que son los trabajadores los culpables de que no llegue el gas a las comunidades. «Lo que no han sacado a la luz es que de seis plantas de distribución de gas que hay en el país solo funciona una y es la de Anzoátegui«, dijo.
Con esto coincide el secretario general del Sindicato Profesional de Trabajadores y Trabajadores de las empresas del Gas, Similares y Conexos en Carabobo, José Peraza, quien dijo en entrevista a Radio Fe y Alegría Noticias que la falta de gandolas agudiza la crisis en la que se encuentra el servicio de gas. Asimismo, cuestionó que ahora sean las gobernaciones las que ponen el precio del gas.
“Como si ello fuera a solucionar algo ¿De dónde va a tener una gobernación músculo financiero para reparar una refinería?”, preguntó.
En este mismo orden, afirmó que no hay suficiente inversión para hacer mantenimiento en las instalaciones. “Tampoco se producen cilindros de sustitución porque la empresa que los elaboraba (Sidor) está parada”, agregó.
Cuaresma por el gas
Para el presidente del Observatorio Venezolano de los Servicios Públicos, Julio Cubas, las dificultades en la llegada del servicio se exacerban cada vez más, y para paliar la necesidad la ciudadanía ha tenido que recurrir a nuevos patrones de consumo de alimentos.
Un estudio realizado por la organización no gubernamental en siete estados del país al cierre del primer semestre del año expone que Maracaibo (Zulia), San Cristóbal (Táchira) y Ciudad Bolívar (Bolívar) son las ciudades en las que menos se recibe la recarga de la bombona.
El experto expuso que 93% de los encuestados usan gas para cocinar los alimentos. De ellos, 26% tienen gas directo mientras que 73% dependen de bombonas. «Es aquí donde vienen las mayores dificultades sobre el tema del uso del gas», porque al menos un 90% de esas personas deben pagar la recarga con dinero en efectivo, un bien cada vez más escaso en Venezuela.
Cubas señala que en el estudio 58% de los consultados afirmaron que no reciben gas directamente en la comunidad de forma frecuente, sino que acuden a otras localidades, mientras que solo 17% contó que en sus sectores llega el gas una o dos veces al mes
El estudio advierte el incremento, en este año, de las personas que para adquirir una bombona de gas deben pagar en divisas: 7% de los encuestados; situación que se ha acentuado en ciudades fronterizas como San Cristóbal y Maracaibo.
Cubas advierte que para el cierre del 2018 la utilización de divisas como método de pago para adquirir el servicio de gas no tuvo incidencia en las encuestas.
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No ha habido mayor información sobre la implementación de esta medida. El argumento del gobierno ha sido acabar con los “chanchullos” que se instalaron bajo su misma administración, y darle prioridad al pueblo. Al respecto, el experto sostiene que hasta el momento no se pueden establecer opiniones de efectividad pues la medida entra en vigencia cuando la situación en la que se encuentra el servicio es cada vez más alarmante.
Cubas señala que los venezolanos están más propensos a protestar por agua y gas “porque han entendido que por estas razones las autoridades dan respuestas más inmediatas”, aunque terminen siendo temporales.
Variedad de precios
Para algunos consejos comunales aún nada está claro, pues preguntar en sectores de Petare o del estado Vargas sobre cómo será el proceso es recibir un “explicaremos cuando tengamos la información”.
En la parroquia Carlos Soublette del litoral central, los integrantes de los CLAP no tienen claro cuánto tiempo deberán esperar las personas para la llegada del camión luego de haber hecho el pago. Incluso, en muchos de los sectores como 10 de Marzo de la parroquia Maiquetía vecinos se preguntan si deberán acudir a los llenaderos para recargar los cilindros o si seguirán llegando los camiones a las comunidades.
Otra de las diferencias que se presenta con respecto a las nuevas medidas son en cuanto a la variedad de costos pues en Catia, Caracas, a principios de agosto hubo sectores en los que la bombona pequeña se vendió en 500 bolívares mientras que en Vargas costó 6.000
Alex Pérez, habitante de la comunidad Batalla de Victoria, estado Anzoátegui, detalló que el costo de la bombona es de 1.000 bolívares la pequeña, 15.000 la de 18 kilos y más de 30.000 la bombona más grande. Afirma no conocer sobre la nueva modalidad en la que se venderán las bombonas de gas porque como adquirirla es casi un milagro, siempre acude a otras zonas o al mercado negro para poder surtirse.
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La denuncia de venezolanos ante la diferencia en los precios llega a las redes sociales. Exigen al Ejecutivo que defina una política en los costo pues en estados como Lara las bombonas de 10 kilos tiene un valor de 6.000 bolívares, la de 18 cuesta 11.000, mientras que la de 27 y 43 kilos cuestan 16.000 y 26.000 bolívares respectivamente.
Por si no era suficiente
A la crisis del gas ya instalada se suma el incendio ocurrido en la planta de llenado de Gas Licuado de Petróleo (GPL) “Jefa Apacuana”, en Ocumare del Tuy, estado Miranda, en el que se estima que 12.677 bombonas fueron arrasadas; así como también 31 camiones que se encargaban de surtir los cilindros a por lo menos 5.000 comunidades del municipio Lander de esa entidad.
El gobernador de ese estado, Héctor Rodríguez, reconoció que el daño a la infraestructura “afectará la capacidad logística del sistema de distribución de gas doméstico” por ser esta la planta principal de esa zona; mientras que el alcalde del municipio, Genkerve Tovar, afirmó que para paliar la situación se activará la planta de llenado José Félix Ribas en el sector El Dividive, Charallave, en la que se prevé “duplicar” la atención en las comunidades.
No obstante, para Iván Freites, el plan de contingencia no tendrá muy buenos resultado pues afirma que la industria gasífera del país está acabada desde hace mucho tiempo.