Ministro Trómpiz niega que existan cifras de deserción universitaria
Pese a la negativa, el funcionario reconoció que el Gobierno carece de las cifras concretas para establecer una medición certera de los datos en las universidades del país
El ministro de Educación Universitaria, César Trómpiz, niega la validez de las cifras de deserción de estudiantes y profesores en las universidades del país, que revelan porcentajes elevados debido a factores como la migración y las paupérrimas condiciones socioeconómicas para estudiar.
De acuerdo con el funcionario, no existe ninguna medición científica que demuestre la validez de dichas cifras. De hecho, garantiza que actualmente la población estudiantil universitaria alcanza los 2.829.520.
«Lo único que ha habido es especulaciones de gente que lanza números sin respaldo científico. Está científicamente comprobado que tenemos 2.829.520 universitarios. Medir las decisiones de continuar o no los estudios para esta población se hará en la medida en que podamos revalidar esas cifras», declaró durante una entrevista para Unión Radio.
De acuerdo con la Asamblea Nacional (AN), la deserción estudiantil en las universidades ronda el 60%, razón por la que se solicitó la creación una Comisión Universitaria durante agosto, según palabras de la diputada Milagros Paz.
Por otra parte, la Federación de Asociaciones de Profesores Universitarios de Venezuela (Fapuv) alerta que desde 2013 hasta agosto de 2019 se ha percibido una deserción universitaria, entre profesores y alumnado, cercana al 40%, con una tendencia superior para los estudiantes que abandonan las aulas.
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Pese a la negativa de Trómpiz, el ministro reconoció que el Gobierno carece de las cifras concretas para establecer una medición certera de estos parámetros. En este sentido, informó que inició un proceso de «cartografía académica» con la que pretenden levantar datos universitarios.
Mientras prometió un proceso de medición «más dinámico», criticó las cifras arrojadas por otros sectores que develan una crisis en la educación universitaria del país. «Todas cifras escuchadas son cifras irresponsables, ya que no ha sido realmente medido. Los centros académicos que dicen medir esto, utilizan dos o tres núcleos como muestra y esto no abarca el universo real de las universidades del país», dijo.
Se lava las manos
Al ser abordado sobre las condiciones socioeconómicas de los estudiantes y el profesorado, insuficientes para desarrollar sus actividades de manera adecuada y que, en muchas ocasiones, provocan la deserción, Trómpiz se excusó con las sanciones y respaldó el trabajo de Nicolás Maduro.
«Afrontamos una guerra económica y bloqueo comercial que cambia situaciones del país. No vamos a estar pidiendo que un sector esté mejor que otro cuando tenemos una realidad determinada por variables muy concretas», dijo antes de también culpar a «ciertos sectores económicos» del país.
Posteriormente, celebró el aumento de salario decretado este lunes 14 de octubre, e indicó que se trataba de una buena noticia para los trabajadores. «Cualquier aumento del salario es una buena noticia para la clase trabajadora. Tratar de convertir eso en una mala noticia es una irresponsabilidad y un acto canalla contra el pueblo trabajador», manifestó.
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De acuerdo con el razonamiento de Trómpiz, el incremento salarial generará «movilidad» en las tablas de contrataciones colectivas en las casas de estudio. Además, adelantó que el ministro de Trabajo y la Federación de Trabajadores Universitarios discuten una nueva convención colectiva que busca ofrecer «atención integral» de profesores y trabajadores, además de la «movilidad justa» del salario.
Imposición del socialismo
Trómpiz también habló sobre las denuncias recientes de profesores universitarios sobre la presunta imposición de un nuevo pénsum que incluiría contenidos socialistas para impartir en las aulas de clase.
Lejos de negar lo que muchos consideran una interferencia con la autonomía de las universidades, el ministro defendió la propuesta de incorporar estos contenidos.
«Tenemos una propuesta nacional de construcción de educación que fomente desarrollo de solidaridad, creatividad y productividad en el territorio nacional. Superar cultura del rentismo. Llámelo como usted quiera, si eso se llama socialismo, vamos a echarle pierna», enfatizó.