El nuevo salario no alcanza ni para cambiar la suela de un par de zapatos (y IV)
El cambio de suela de un par de zapatos de goma cuesta 200.000 bolívares y de cuero 250.000 bolívares, montos que no podría pagar una persona que gana salario mínimo, ni siquiera con el reciente ajusto decretado por Maduro
En el año que lleva Ofelia Benítez trabajando en un quiosco donde restauran calzado y carteras ubicado en Santa Mónica, al sur de Caracas, ha visto un crecimiento en el número de pedidos de reparación de zapatos; dato contrario a lo que sucede en las zapaterías, donde se registra un importante desplome de sus ventas por la pérdida del poder adquisitivo del venezolano.
Benítez recuerda que el año pasado atendía diariamente a cinco personas en promedio, mientras que hoy recibe hasta a ocho clientes al día, y cada uno puede llevar más de dos pares. “Eso pasa por los precios de los zapatos nuevos, aunque algunos me han traído unos nuevos que rápidamente se desprendieron”, cuenta la trabajadora.
Si uno de esos clientes va al quiosco para que le cambien la suela de un par de zapatos de goma, debe desembolsar 200.000 bolívares; y si el calzado es de cuero, Bs. 250.000, montos que no podría pagar una persona que gana salario mínimo, ni siquiera tras el incremento de 275% aprobado por Nicolás Maduro que subió el sueldo base a 150.000 bolívares, en vigencia desde el 1° de octubre.
“Lo que pasa es que ahorita la suela más sencilla nos cuesta 110.000 bolívares y la más cara 180.000, que es la de madera que se les coloca a los zapatos de vestir”, explica Benítez. “Aunque ahora con el aumento del salario tenemos que ver en cuánto nos ponen el material a nosotros”.
Entre otras restauraciones, tanto la costura como cambiar un tacón sale en 50.000 o en 60.000 bolívares, dependiendo del zapato. Por colocar las tapitas a un calzado femenino cobra 20.000 bolívares en adelante y a un par de caballeros 50.000 bolívares.
“Algunas personas se quejan y nos piden que les rebajemos”, dice la trabajadora, quien guarda los zapatos recuperados o por restaurar, como sandalias, chancletas y tacones, en un estante con dos estampas religiosas, una del Divino Niño y otra del Dr. José Gregorio Hernández, que tapa con una tela.
Eran casi las dos de la tarde del 15 de octubre cuando un reparador de calzado en Los Chaguaramos cosía un botín femenino con plataforma. “Gracias a Dios siempre hay trabajo”, dijo. Faltaban tres horas para que finalizara su jornada. De lunes a sábado restaura zapatos desde las 9:00 am.
El cambio de suela para zapatos de goma de caballeros lo hace en 250.000 bolívares, y en 280.000 bolívares los de cuero. Para damas cobra 180.000 bolívares en adelante.
La costura para calzado femenino cuesta entre 70.000 y 100.000 bolívares, mientras que para calzado masculino más de 80.000 bolívares, dependiendo del modelo. Un cambio de tacón está en 120.000 bolívares y las tapitas de 40.000 a 60.000 bolívares.
El zapatero también ha notado un aumento de su clientela en lo que va de año, aunque señala que en la temporada escolar bajó un poco. “La gente aguantó la reparación de calzado para comprar los útiles de sus hijos, pero no me quejo, siempre hay bastante trabajo”, reiteró.
A una cuadra de distancia, en una esquina, hay un comercio donde también restauran zapatos, además de bolsos y maletas, pero a un mayor costo. El cambio de suela sale de 300.000 bolívares en adelante.
“La gente ni siquiera tiene dinero para reparar un par de zapatos”, dijo una trabajadora de la tienda, a lo que su compañero añadió: “Es que prefieren comprar comida. Esa es la realidad del país, de nuestra vida en Venezuela”.
Tanto por pintarlo como por coserlo cobran 150.000 bolívares en adelante. Los clientes deben pagar la mitad del costo antes de entregar los zapatos. Todo calzado que se deje para el cambio de suela o de planta será desarmado para comprar una nueva. Pasados 15 días el comercio no se hace responsable por ningún artículo en reparación.
También venden calzado nuevo. Unas botas cuestan 65 dólares, que al tipo de cambio paralelo del 16 de octubre (Bs./$ 18.900) son 1,22 millones de bolívares. Los zapatos usados o reparados que se ofertan son vendidos “en base a la reparación que se le realizó”, según lo que se lee en una hoja de papel que cuelga en uno de los estantes de la tienda.