Niño maltratado por GN tras jugar con un pesebre pudo haber muerto
El niño agredido padece una patología a nivel neurológico que lo obliga a seguir un estricto tratamiento médico, por lo que una vez sale de la instalación militar fue llevado al hospital de Pdvsa en la localidad para un examen médico general
Por Rosalinda Hernández C.
En conversaciones con TalCual, Solimar de Meleán, abuela del menor de 11 años de edad presuntamente torturado por efectivos de la Guardia Nacional el pasado fin de semana, reveló detalles de lo ocurrido en la Escuela de Formación de Guardias Nacionales ubicada en San Tomé, estado Anzoátegui, la tarde del sábado 16 de noviembre.
Meleán detalló que en las afueras del centro de formación militar fue instalado un pesebre que llamó la atención de los niños. El nieto de Solimar, junto a otros se acercó a jugar con en el nacimiento. “Cambiaron de un lado a otro los muñequitos, se divertían…niños al fin. Puede ser que se hayan llevado alguna ovejita, no sé”, dijo la abuela.
La situación que se generó no ameritaba llegar al punto de torturar a los niños, agregó. “A mi nieto lo golpeó, lo cacheteó, le haló la oreja, le pegó la cabeza contra la pared y no conforme le metió la cabecita en el tobo con agua de coleto, le metió corriente…es un aberrado”, dijo al referirse al funcionario militar que señalan como autor del hecho.
La primera violación a los derechos del niño Meleán -precisó su abuela- fue haberlo ingresado a las instalaciones de la escuela militar y mantenerlo detenido junto a otro niño de ocho años de edad. “Es un abuso, un delito. El otro niño es más pequeño (8 años) que mi nieto R.A. Meleán, que apenas tiene 11 años».
Al más pequeño, el capitán Arellano le dijo que lo iba a picar en pedacitos y luego se lo mostraría a mi nieto, si regresaban a meterse al pesebre”.
El capitán de la Guardia Nacional es señalado por la familia del menor de edad como el autor de los hechos antes descritos. La abuela del menor señaló que el oficial habría actuado en compañía de otro militar. “Mi nieto en medio del llanto y los nervios recuerda que eran dos, pero a Arellano lo identifica como la persona que lo golpeó”.
Para el niño, resultaba algo común jugar con sus amigos en la las adyacencias de la escuela militar, pues su residencia se encuentra apenas a 100 metros del lugar.
A punto de morir
El niño agredido padece una patología a nivel neurológico que lo obliga a seguir un estricto tratamiento médico, por lo que una vez sale de la instalación militar fue llevado al hospital de Pdvsa en la localidad para un examen médico general.
“El doctor que lo vio nos dijo que si hubiera tomado el medicamento antes del evento, con la corriente que le metieron el niño hubiera sufrido un infarto”, reveló la abuela.
La abuela señala que a pesar de los días transcurridos desde el incidente, el niño sigue asustado y no ha logrado conciliar el sueño. “Ha dormido muy intranquilo, él tiene una habitación donde duerme solo pero anoche le pidió a la mamá que lo abrazara y no lo dejara solito, así medio durmió”, contó Solimar.
Los hechos
Para el niño, resultaba algo común jugar con sus amigos en la las adyacencias de la escuela militar, pues su residencia se encuentra apenas a 100 metros del lugar. Fue justo lo que sucedió el pasado sábado, cuando junto a otro menor estuvo jugando con los elementos del pesebre, lo que irritó al capitán Arellano.
Los menores de edad fueron detenidos por los militares, quienes los obligaron a ingresar al interior de la escuela de la Guardia Nacional, lo que fue advertido por vecinos que dieron parte a los familiares.
Tras ser liberados luego de ser maltratados por los uniformados, los niños corrieron asustados, mojados y en medio del llanto, lo que enardeció los ánimos de los presentes, quienes permanecieron frente a la escuela de GN para pedir justicia y la detención de Arellano.
Según la abuela del menor, los vecinos pidieron la inmediata destitución del militar. “Pido justicia, que lo destituyan y sea juzgado por un tribunal civil. Si permitimos que lo juzgue un tribunal militar, lo que hará será cambiarlo a otro comando y va a continuar disfrutando su vida y haciéndole daño a otros niños o adultos porque es un aberrado. Quién sabe cuántas cosas más habrán pasado en esa escuela y no se han dicho”, precisó.
TalCual estableció contacto con Omar Meleán, padre del niño, quien se encuentra trabajando en Perú desde hace algún tiempo. Lamentó no poder acompañar a su hijo en este momento. “Es un niño y no merece nada de lo que sucedió. Es algo que sobrepasa los límites de la maldad y vamos a luchar para que se haga justicia, se tiene que castigar”.
Meleán comentó que como muchos venezolanos, se vio obligado a salir del país en busca de una mejor calidad de vida y poder ayudar a los familiares que se quedaron en Venezuela.
Por otra parte, familiares del menor maltratado resaltaron el apoyo que han recibido por parte de las autoridades en relación al caso. El Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (CICPC), representantes de la Lopna, medicina forense, el alcalde del municipio Freites de San Tomé, han brindado colaboración y apoyo en el caso, aseguró Solimar de Meleán.
También el director de la escuela de guardias nacionales se ha puesto a la orden para facilitar las investigaciones, precisó la abuela del menor de edad.
