Infierno olímpico, por Jesús Elorza
Al terminar, la tradicional Misa del Deporte, el sacerdote celebrante, muy preocupado, le pregunta a un viejo dirigente deportivo que religiosamente asiste a este santo oficio ¿Que está pasando?, siento y veo muy desunidos a los fieles deportistas. Noté, con mucha preocupación que a su llegada, el Ministro del Deporte, solo se limitó a decir ¡Fó, aquí hiede a azufre! y no se sentó en el puesto asignado para él. Por otro lado, el presidente del Comité Olímpico, con cara de pocos amigos ni siquiera lo saludó.
Además, los dirigentes deportivos asistentes, se dividieron y buscaron ubicarse, unos alrededor del ministro y otros al lado del representante olímpico. Agrégale, a todo esto, la Rebelión de los Espíritus, representada en el tradicional reclamo de los trabajadores del IND, que todos los años reclaman la homologación e indexación de sus salarios y pensiones.
-Padre, con todo respeto, debo decirle que con la llegada de Eduardo Álvarez a la presidencia del IND, se soltaron los demonios en el sector deportivo, dijo el dirigente. Comenzaron las amenazas y persecuciones contra las federaciones para obligarlas a modificar los estatutos del COV y hacer permisible que un agente del gobierno presidiera el comité olímpico. Puede decirse, mi apreciado sacerdote, que allí se vulneró la autonomía del sector federado y se consolidó la autocracia y el totalitarismo gubernamental.
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Al destapar esa Caja de Pandora, los que ocupan el cargo de ministro del deporte, creen tener el derecho divino de ser solo ellos presidentes del movimiento olímpico y continúan presionando a las federaciones para que se mantenga ese status quo.
Ave María purísima, fue la exclamación del sacerdote, continua por favor.
En el transcurso del tiempo, el sector deportivo ha visto desfilar a los distintos ministros en su burocrática manía de ser olímpicos y a las federaciones, solo les ha quedado el camino de tratar de expiar su pecado original de permitir que el gobierno asaltara la dirección del movimiento olímpico. En el tránsito por ese purgatorio, siguen actuando los demonios. Se les somete con el látigo de las asignaciones presupuestarias para comprar sus apoyos o con la paila de aceite hirviendo que representa la intervención ilegal de las autoridades del IND para desconocer a las juntas directivas y nombrar comisiones interventoras sumisas y complacientes con el demonio patronal.
Dios mío, que locura. Escuchándote, viene a mi memoria, el famoso poema de Dante Alighieri La Divina Comedia y me hace pensar que el olimpismo venezolano es un inferno
-Así es Padre.
Entonces, dime, querido amigo, cual es, el Edén de esa tragedia.
-Bueno, siguiendo la letra del universal poema, quiero decirle que Eduardo y el Ministro, entraran al paraíso al igual que Dante y Beatriz.
Entonces no veo la razón de la confrontación, exclamó el sacerdote.
-Es que no la hay, ambos representan la misma política, de acabar con la autonomía del sector deportivo y centralizar toda su administración y funcionamiento en manos del Estado, que para ellos es el mismo gobierno y el partido único de la revolución. Su aparente confrontación electoral, no pasa de ser una pelea burocrática. Son, como dice el refrán: Caimanes de un mismo pozo.
Padre, también debo decirle, que la manzana de ese paraíso, es el aporte que por cada ciclo, el comité olímpico internacional le suministra al COV por el orden de un millón de dólares y que es administrado discrecionalmente por su presidente, sin rendirle cuentas a nadie.
Arrodillándose y con el rosario en la mano, el prelado exclamó: Voy a elevar una plegaria al Dios Todopoderoso, contra esos paradisiacos representantes de la codicia y el autoritarismo totalitario: ¨Castígalos Señor, porque si saben lo que hacen¨. Acto seguido, el eco de los feligreses, retumbó por toda la iglesia: ¨Te lo exigimos Señor¨.