Informe económico de la UCAB prevé crecimiento de 4,5% e inflación de 31,7% en Venezuela
El reporte económico de la UCAB refiere que la disminución de la inflación obedece a varios factores, entre ellos, la política fiscal restrictiva, el bajo nivel de ingreso y la estabilidad en el tipo de cambio. Sobre este último punto, indicó que en el transcurso del primer trimestre, se calcula que el BCV ha inyectado al mercado cambiario $930 millones; por lo que, de continuar con este ritmo de intervenciones, el monto requerido en 2024 para sostener la actual política podría alcanzar $4.200 millones
El Informe de Coyuntura Venezuela-Abril 2024, elaborado por el Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales (IIES) de la Universidad Católica Andrés Bello, estima un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) en el país de 4,5% para el cierre de 2024, un resultado por encima del 1,3% alcanzado en 2023. Sostiene -sin embargo- que «la evolución de la economía venezolana es bastante difícil de predecir», pero que «este tímido crecimiento como el que probablemente se experimentará este año, siguen siendo muy insuficientes para que la economía y la sociedad venezolana puedan recuperar y mejorar sostenidamente su nivel de bienestar».
Destacó el reporte que en el transcurso del primer trimestre de este año, las expectativas sobre el desempeño del
sector petrolero y la gestión del gasto público se han modificado sustancialmente, afectando negativamente a la actividad económica interna.
«El bajo nivel de la demanda agregada doméstica y lo poco expansiva que ha sido la gestión fiscal, a la par del incremento en el ingreso de divisas de origen petrolero, han permitido que se hallan logrado avances en la estabilización de los precios y el tipo de cambio nominal. Sin embargo, Venezuela sigue siendo uno de los países
más inflacionarios del mundo, con un acentuado problema de pobreza y desigualdad socio-económica. Debemos
reiterar que, sin reformas estructurales, será difícil avanzar en la estabilización y en ruta de un crecimiento sostenido», se indicó en el documento.
El análisis señala que aproximadamente, 50% del crecimiento del PIB este año estaría explicado por la expansión de la actividad petrolera que podría crecer a una tasa superior al 16%. La actividad no petrolera podría aumentar su nivel en 2,4% en promedio, siendo los sectores «más dinámicos»: la minería y comunicaciones. Mientras que el sector manufacturero y el comercial podrían expandirse, pero a tasas muy moderadas, así como el sector financiero y los servicios del gobierno.
Un dato significativo es lo relativo a la evolución del PIB real en dólares ajustados por paridad del poder de compra. En este sentido, Venezuela, que se consideró la economía intermedia más importante de Latinoamérica hasta la primera década de este siglo, ha pasado hoy a formar parte del grupo de las pequeñas economías de la región.
Con relación a la balanza de pagos, las estimaciones para 2024 contemplan un incremento de las exportaciones de
18,1% y de 4,3% en las importaciones, que ubican su valor en 18,2 millones y 19,1 millardos de dólares, respectivamente. Ambos reflejaron un bajo crecimiento de 3,3% y 1,3% durante el período.
Inflación baja, pero…
El reporte coordinado por el economista Luis Zambrano Sequín y elaborado junto a otros cinco investigadores del Instituto, proyecta igualmente una inflación de 31,7% al cierre de este año, y dependerá de la estabilidad política interna, lo que ocurra con las sanciones internacionales y el riguroso control del financiamiento monetario del déficit del sector público.
«Varios factores han contribuido a reducir las presiones inflacionarias asociadas a los precios en moneda local: la disminución del financiamiento monetario del gasto público; la política fiscal restrictiva; el recorte en el gasto de las empresas públicas, incluida Pdvsa; la represión financiera sobre el sistema financiero; y la mayor estabilidad del tipo de cambio nominal».
El reporte económico de la UCAB agrega entre los factores de la disminución de la tasa de inflación, el bajo nivel de la demanda privada interna, producto no solo de las políticas económicas contractivas sino también de la reducida propensión a invertir y consumir, dado el bajo nivel de ingreso y la inestabilidad interna que no han permitido un fortalecimiento de las expectativas de crecimiento a mediano y largo plazo.
«Dadas las previsiones en materia fiscal, monetaria, de la evolución del mercado cambiario y sus impactos en la oferta y demanda agregada interna, se estima que la tasa de inflación en 2024 podría reducirse de manera significativa, si se tiene en cuenta los niveles que se han padecido en la última década».
El BCV no está solo
En el transcurso del año se estima que el Banco Central de Venezuela continuará con sus intervenciones semanales en el mercado cambiario con el objeto de reducir la tasa de deslizamiento del tipo de cambio, señala el informe de la UCAB. En el transcurso del primer trimestre, se calcula que el BCV ha inyectado al mercado $930 millones; por lo que, de continuar con este ritmo de intervenciones, el monto requerido en 2024 para sostener la actual política podría alcanzar $4.200 millones.
Claramente, el instituto emisor está administrando una política antinflacionaria utilizando el tipo de cambio nominal como principal ancla de los precios en moneda nacional. «Desde luego, el éxito de tal política depende no solo de lo que se haga en el frente cambiario, sino también del comportamiento de los agregados monetarios, lo que a su vez depende del nivel y el financiamiento del gasto fiscal, la evolución del crédito interno y el crecimiento de la demanda real de dinero local».
Destaca el análisis económico que el mercado cambiario está siendo alimentado desde el lado de la oferta no solo por la institución monetaria, sino también por las empresas petroleras, socias de Pdvsa en las empresas mixtas, los exportadores privados y las transferencias por conceptos de remesas enviadas por los migrantes complementan el suministro de divisas al mercado. Desde el otro lado, los requerimientos de los importadores, las salidas de capital y la demanda monetaria por motivos transaccionales constituyen las principales fuentes de la demanda de divisas.
«Hasta ahora el BCV ha logrado en los últimos meses reducir significativamente la tasa de depreciación del bolívar. Durante este primer trimestre la tasa de cambio solo varió 2,8%, sustancialmente menor a la que se registró durante el primer trimestre de 2023 de 40%. Dado que la inflación acumulada en los primeros tres meses del año supera el
4%, se proyecta una continuación de la tendencia a la apreciación del tipo de cambio real durante el año en curso», indicó el reporte.
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