Informe UCAB: Solo el CNE sabe a ciencia cierta si es posible realizar parlamentarias
El presidente de la asociación civil Súmate, Roberto Abdul, uno de los investigadores participantes del informe, destacó que una de las cosas que preocupan en estas elecciones parlamentarias son los procesos de totalización y adjudicación del voto
Las condiciones para las elecciones parlamentarias, previstas para el 6 de diciembre de 2020, son inciertas debido a la forma en la que fueron planteados estos comicios, que no generan confianza debido a los señalamientos de fondo que se han hecho sobre la materia.
Así lo destacó un informe sobre las condiciones del proceso electoral parlamentario 2020 en Venezuela, elaborado por la Misión de Estudio IDEA Internacional y la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB).
Daniel Zovatto, director de IDEA para América Latina, destacó que no es posible generar confianza en un proceso electoral, «si no se atienden los señalamientos sobre el fondo» como la conformación del actual Consejo Nacional Electoral (CNE), la judicialización e intervención de partidos políticos, cambios en la normativa electoral a destiempo, así como las dudas sobre el nuevo sistema de votación para estos comicios.
En la elaboración del informe participaron expertos como la abogada Eglée González Lobato, directora de la Cátedra participación y Entendimiento de la UCV, quien señaló que el actual Consejo Nacional Electoral «tiene una falla de origen», al ser designado por el Tribunal Supremo de Justicia luego de que fracasaran los acuerdos políticos para lograr una representación paritaria dentro de la directiva.
Además señaló que, por primera vez, «un CNE llega a tanto» al dictar una normativa de dudosa legalidad, con el objetivo de desaplicar normas legales existentes, lo que invadió la reserva constitucional. «Fundamentalmente se dirigen contra la universalidad del voto indígena, al igual que el aumento escándaloso del número de diputados contrariando la Constitución».
Sobre los partidos políticos, la abogada dijo que nunca se habían intervenido las juntas directivas de los partidos como se hizo en esta oportunidad, lo que incide en la participación y confianza de los militantes. «Esta judicialización es una lamentable perversión de la justicia electoral (…) Pareciera que hay una aparente pluralidad de partidos, pero no tiene ninguna incidencia política».
A juicio de González Lobato, se tiene el desafío «de rescatar el voto como herramienta de lucha de los ciudadanos, y de rescatar las elecciones como un mecanismo real de resolución de conflictos».
Parlamentarias con pocas certezas
El presidente de la asociación civil Súmate, Roberto Abdul, uno de los investigadores participantes del informe, destacó que una de las cosas que preocupan en estas elecciones parlamentarias son los procesos de totalización y adjudicación del voto.
«Estos procesos, con una Asamblea Nacional donde hay 267 curules, es importante que estén blindados los sistemas de adjudicación de esos votos. Existe un desconocimiento total de esta parte, no ha sido auditado a profundidad. Esto será un acto de fe, como lo que sucedió en mayo de 2017 con la ANC», dijo Abdul.
También mencionó el uso y abuso de recursos del Estado venezolano por parte de una de las opciones políticas en disputa, «eso es incuantificable». El presidente de Súmate puso como ejemplo el traslado de candidatos en aviones o vehículos oficiales, al igual que la entrega de insumos o enseres en comunidades para captar votos.
Mientras que Luis Lander, director del Observatorio Electoral Venezolano (OEV), aseveró que «solo el CNE sabe a ciencia cierta si es posible realizar las elecciones parlamentarias. No me sorprendería que el CNE, combinando problemas técnicos con la situación de pandemia, suspenda o postergue las elecciones».
Recordó lo ocurrido en el año 2000 con las mega elecciones, luego de la redacción de una nueva Constitución. «El CNE insistía en que tenía plenas capacidades para realizar esas elecciones, quince días antes se dieron cuenta que no y se vieron obligadas a hacerlas en dos tandas».
Por su parte, el periodista y especialista en temas electorales Eugenio Martínez detalló que a tres semanas de la elección, «no sé sabe dónde está la línea de producción, es decir, dónde se van a hacer las auditorías, las pruebas de error cero, desde dónde empezarán a distribuirse».
Además dijo que se pudo comprobar que, en líneas generales, bien sea la empresa argentina Ex-Clé o el mismo CNE, lo que hizo fue tomar algunos procedimientos generales de Smartmatic y se trabajaron sobre ellos para generar un nuevo software de votación, del cual también se desconoce quienes fueron sus desarrolladores.
Otra de las cuestiones que no están claras para las próximas elecciones, es si el CNE tiene licencias de operación para las máquinas debido a que el software está sobre un programa de Microsoft (Windows 10).
Estas elecciones no solo tienen demandas políticas y técnicas, sino demandas biosanitarias debido a la pandemia por el coronavirus, destacó Martínez. «El CNE estableció medidas naturales que ya se aplican en la pandemia, pero no se ha tomado en consideración otras recomendaciones internacionales para facilitar los procesos, evitar el intercambio de materiales físicos o la protección de funcionarios electorales ya sean fijos o temporales».
Tampoco se tomaron en cuenta las recomendaciones de no tener como espacios de votación espacios cerrados, afirmó el periodista. «Suponemos que el evento parlamentario del 6 de dicicembre va a constituir, como ocurrió en República Dominicana, un rebrote de los casos oficiales comunitarios de covid-19».