Inicio de producción petrolera de Guyana dará al traste con reclamo del Esequibo
Los internacionalistas Sadio Garavini y Kenneth Ramírez prevén que Guyana fortalecerá su rol en la región y se podría consolidar como un productor neto de petróleo, pero advierten que dependerá del manejo del nuevo caudal de recursos por parte de ese país el que puedan consolidarse políticamente y con ello, en el panorama regional
La realidad de Guyana como país está a punto de cambiar este 2020. Actualmente ocupa el lugar número 161 a nivel mundial en cuanto a producto interno bruto (PIB), con una economía basada en la agricultura y cuyas exportaciones son principalmente de cacao, café y azúcar. También produce camarones y explota minerales como la bauxita. Su población no llega al millón de habitantes y su capital, Georgetown, alberga poco más 200 mil personas.
Pero gracias a los descubrimientos de yacimientos petroleros, Guyana va a experimentar un crecimiento económico sin parangón alguno en el mundo entero. Las proyecciones advierten que su PIB se triplicará y que la exportación de hidrocarburos podría llegar al millón de barriles en 10 años, cifra que supera la actual producción de su vecina Venezuela, cuya alicaída industria alcanza los 800 mil barriles diarios en estos momentos.
No solo el auge petrolero de Guyana y la indetenible expansión de su economía coincidirá con el bajo nivel de la producción de Venezuela, sino que el correspondiente protagonismo de un Estado con tal solvencia económica amenaza con desplazar a Venezuela, sumida en una crisis económica, con un gobierno que no es reconocido por los países de Europa, además de EEUU y que es objeto de fuertes sanciones económicas que obstruyen sus posibilidades financieras.
Guyana impulsa un destino dudoso para Venezuela
De hecho, en un texto publicado por TalCual en noviembre pasado, varios expertos en la materia advierten las consecuencias que traerá para Venezuela que Guyana se inicie en la carrera petrolera, lo que aunado a la precaria situación de la industria nacional perfila un dudoso destino para el país.
Tal protagonismo también podría dar al traste con el reclamo de Venezuela sobre el territorio Esequibo, que disputa a Guyana y representa más de la mitad del territorio guyanés, rico en minerales y en cuya proyección hacia el Atlántico están ubicadas las inmensas riquezas petroleras de Guyana.
Para proyectar el panorama que avecina en este escenario que comienza a develarse, TalCual conversó con los internacionalistas Sadio Garavini (exembajador de Venezuela en Guyana) y el presidente del Consejo Venezolano de Relaciones Internacionales (Covri), quienes coincidieron en señalar que el panorama no se presenta halagador para Venezuela, pero consideran que la excolonia inglesa tiene fuertes retos para lograr canalizar de la mejor manera la cuantiosa riqueza que se disponen a obtener.
Ventajas para Guyana
“Para Guyana esto es un cambio que hay que entender como epocal en todo el sentido de la palabra. Una población de 750 mil habitantes que ha quedado estancada en ese número desde 1984 por la emigración y cuya segunda ciudad es Toronto, donde hay poco más de 150 mil guyaneses, tendrá un crecimiento de la economía que se prevé en 87%, eso quiere decir que es el crecimiento más alto en el mundo. Cuenta con ocho millardos (de barriles) de reservas probadas, lo que evidentemente va a modificar la historia de ese país. Por esto, las elecciones que vienen en pocos días son muy importantes porque evidentemente determinarán que quien quede en el gobierno va a tener una gran ventaja”, explicó el diplomático Sadio Garavini.
Indicó que, en cuanto a Venezuela, la primera consecuencia es que se está a punto de dar al traste con la histórica reclamación del territorio Esequibo. “La irresposabilidad y falta de profesionalismo de nuestro gobierno es simplemente impresionante. Nos ha llevado al medio de solución de la controversia que Guyana solicitaba desde 1966 y todos los gobiernos de Venezuela habían querido obviar y evitar, como es la Corte Internacional de Justicia (CIJ). La única solución a la que estábamos definitivamente enfrentados».
Garavini precisó que Guyana logró convencer no a uno sino a dos secretarios generales de las Naciones Unidas, que según el Acuerdo de Ginebra tenían que escoger el medio de solución pacífica de controversia prevista en el artículo 33 de las Naciones Unidas si no había acuerdo entre las partes, y los dos últimos secretarios generales decidieron a favor de Guyana.
Ineficiencia
Detalló que desde 2003 Guyana hizo lobby para modificar el medio de solución que por 30 años había tenido algún resultado, que era el de los buenos oficios. “Iban y se reunían con el secretario general de la ONU, acompañados de asesores de primer nivel y le decían ‘tenemos 30 años de buenos oficios y no se ha llegado nada, la mejor forma de acabar esto es por el mecanismo de solución definitivo que es la Corte Internacional de Justicia’.
En cambio -prosiguió- venía Delcy Rodríguez, Elías Jaua o Jorge Arreaza, acompañados por Roy Chaderton, que tenía cinco cargos al mismo tiempo y le decían al secretario general, ‘queremos seguir con los buenos oficios que es la mejor forma de solucionar las cosas’, cuando debieron haber dicho ‘entendemos los buenos oficios, pero vamos a negociación, conciliación, arbitraje’, todavía eso es mejor que ir a la Corte. ¿Y en qué terminó todo? que el secretario general nos mandó a la Corte”.
Guyana tendrá mecanismos de poder
Para Kenneth Ramírez, presidente del Covri, es evidente que con esta renta petrolera Guyana tendrá mayores mecanismos de poder para proyectarse en el Caribe. “Casi todas las economías caribeñas son economías pequeñas que dependen del turismo salvo Trinidad, que es el otro país que tiene producción petrolera y gasífera, aunque en declive. Guyana, con esta nueva perspectiva fortalece su potencial rol de líder de la Caricom y evidentemente en el diseño del Mercosur siempre ha estado la posibilidad que Guyana, primero como Estado asociado y luego como candidato a Estado miembro, ha estado presente”.
“Como país petrolero, y nosotros tenemos toda una tradición al respecto, tiene mecanismos de poder muy distintos a un país que solo vive de la minería, algo de pesca y una renta baja, ahora vamos a ver un crecimiento exponencial y Guyana podrá hacer frente a la controversia histórica. Ahora va a ser mucho más complejo buscar resolver esa controversia que Guyana trata de negar y solucionar de forma unilateral”, precisó.
En cuanto a exportación de petróleo, Ramírez señaló que eso es más complejo porque la base de recursos de Guyana no es como la de Venezuela. “Las reservas que ahora se están hablando están por el orden de los cinco mil millones de barriles, y los recursos, no reservas, porque no hay certeza de que sean explotables, llegarían a 14.000 millones. Venezuela, incluyendo la faja del Orinoco, tendría 300 mil millones”.
Exportador neto de Petróleo
Sin embargo, aseguró que, en el corto plazo, si en Venezuela no se produce un cambio político y una reforma o cambio en el modelo económico, hacia el 2025 Guyana podría convertirse en un exportador petrolero neto más importante que Venezuela.
“La proyección es de 750 mil barriles diarios en 2025 y un millón a finales de década. Aumentar la producción requiere un conjunto de inversiones, ellos están explotando con unidades flotantes de producción y almacenamiento; tiene sus retos tecnológicos requiere también construir unidades de servicio, no obstante, si en Venezuela todo sigue igual, en cinco años pudiera convertirse en un productor petrolero mucho más importante que Venezuela”, aseveró Ramírez.
En su opinión, es una realidad con la que les va a tocar convivir a los venezolanos. “Va a ser complejo tratar de resolver la controversia del Esequibo. Nosotros (en el Covri) aspiramos que la Corte se declarare no competente porque no hay manera de fundamentar la misma. Siempre se hablaban de ciertas hipótesis para resolver el conflicto donde Venezuela buscaba consolidar su salida al Atlántico, Guyana ahora no solamente buscará conservar el Esequibo sino proyectar las áreas marinas y submarinas hacia el norte. Eso va a traer fricciones”, advirtió.
Argumentó diciendo que tener un país caribeño productor de petróleo también va a hacer un poco más complicado la proyección y relacionamiento de Venezuela hacia el Caribe. “Esto, tomando en consideración de si en Venezuela logramos cambios en el modelo económico y petrolero”.
Mala imagen
La nueva condición de Guyana como país petrolero le permitirá a esa nación moverse mejor en el tablero internacional y lograr apoyos donde antes había posiciones neutrales.
“No es que cambia mucho en el sentido jurídico del problema (del Esequibo), cambia en el sentido de que si ya Guyana era el que tenía mejor imagen te puedes imaginar ahora como será con apoyo de países de la Commolwealth, el Caricom, además de que el tema de cambio de fronteras es antipático en el mundo. Lo que cambia es el poderío, la capacidad de pagar asesores, ya no es un pobre Estado que tenía que ver cómo pagaba a sus asesores, y agrega a eso la mala imagen nuestra. EEUU desde 1966 tenía una posición neutral frente a la reclamación, en cambio las declaraciones ahora son favorables a Guyana”, detalló el exembajador Sadio Garavini.
Resaltó al respecto que Guyana ha otorgado concesiones, especialmente a la estadounidense Exxon, que cuenta con 45% para el bloque Stabroek, pero también de transnacionales de países que se ha considerado aliados de Venezuela, ya que la China National Offshore Oil Company, tiene el 25% de participación.
“El bloque Stabroek no solo está frente a la zona económica exclusiva de Guyana y el Esequibo, sino debido a la línea que trazó Guyana arbitrariamente se mete en la plataforma continental del Delta del Orinoco y se forma un cierre para la salida al Atlántico y cercena cientos de kilómetros cuadrados de zona económica exclusiva y plataforma continental rica en petróleo que está frente a Delta Amacuro”, apuntó.
Reto interno
Kenneth Ramírez contrastó a todo este panorama, que Guyana tiene sus propios retos internos ante el caudal de recursos económicos que ahora verá ingresar a sus finanzas.
“Hay una cosa que está allí presente que es la acritud, las tensiones internas entre actores políticos. Tenemos un presidente, David Granger, que ha estado polarizando mucho hacia lo interno, todo apunta a que puede ser reelecto, pero cuando tienes un país con producción petrolera si no logran ellos estabilizar un pacto distributivo, si no logran gestionar ese boom de recursos podría ocurrirle a Guayan la maldición de los recursos, que no logre capitalizar en positivo esos recursos y se dispare la corrupción, y haya problemas de gobernabilidad política por las demandas de una parte de la población que sufre desigualdades sociales y por supuesto las ambiciones políticas”, dijo.
Para Sadio Garavini, todo dependerá de cómo se maneje Guyana y los intereses que decida atender.
“Entrar a Mercosur, por ejemplo, implica una serie de normas de carácter aduanal. ¿Le interesará a Guyana esto? No sabemos, pero evidentemente va a haber un aumento del peso específico de Guyana en el hemisferio. La opción de la OPEP igual, al tener un aumento de la producción, cuando de verdad haya una producción, ya veremos el interés de Guyana, porque entrar a la OPEP significa algunas restricciones. Dependerá de la orientación de su gobierno, ¿le interesará el aumento del precio o de la producción? Tal vez con su poca producción le interesará más el aumento de producción. Todo cambia con esta riqueza”, finalizó.
Lea también: Gobierno retoma tema del Esequibo para ocultar el abandono que Chávez propició