InSight Crime: Crisis venezolana potencia el comercio de cocaína en Colombia
Para llegar a los mercados de los continentes europeo y asiático, los narcotraficantes colombianos usan los departamentos fronterizos de los llanos para sacar la cocaína hacia esos destinos
“El caos que vive Venezuela lo convierte en una potencial ruta escogida por los narcotraficantes para trasladar la cocaína”, así expresó Jeremy McDermott, co-director de InSight Crime, tras ser entrevistado sobre la investigación denominada “La nueva generación de narcotraficantes colombianos post-FARC: Los Invisibles”.
McDermott relata que “el colapso de Venezuela y la criminalización del régimen chavista bajo la administración de Nicolás Maduro” visualizado a través de la permisividad de militares en la frontera para transitar la coca y mirar para otro lado; la migración no planificada de venezolanos (según un informe de Migración Colombia en 2017 había 550.000 venezolanos en tierras colombianas) que desesperados por tener ingresos que les permitan vivir han sido reclutados por sociedades criminales y la instauración del Cartel de Los Soles ha tenido “enormes implicaciones en la dinámica criminal en Colombia”.
El especialista en criminalidad relata que “Hoy en día, el comercio de cocaína en Colombia está más boyante que nunca, la producción ha llegado a niveles récord, y se están explorando nuevos mercados internacionales”
Según McDermott, los narcotraficantes colombianos han aprendido que la violencia es contraproducente “para el negocio. La nueva generación de traficantes ha aprendido que el anonimato es la mejor protección, que la plata es muchísimo más efectiva que el plomo”.
Por ello, afirma que en Colombia la nueva generación de narcos son de “bajo perfil” y “cuello blanco”, que decidieron abandonar el mercado estadounidense por el alto riesgo que tienen de ser interceptados, extraditados y de perder sus activos en comparación al peligro que corren de llevar su mercancía hacia continentes como el europeo y asiático.
Sin embargo, para llegar a estos destinos se han valido de los canales que les ha abierto la crisis política y económica y el contacto directo que tienen los narcotraficantes con el aparato militar y el tren ejecutivo de la administración de Maduro.
La cocaína colombiana tiene su mayor salida por la frontera colombo-venezolana del llano (departamentos de Arauca, Vichada y Guainía Apure, y el noroccidente del estado Amazonas) y de allí vuela a Europa, Asia y Oceanía; lo que convierte a Venezuela en el “hangar” de la droga del vecino país.
Con información de El Pitazo