Instituciones oficiales promueven asedio contra Efecto Cocuyo y otros medios
La narrativa contra Efecto Cocuyo inició a raíz de una publicación del Daily Maverick en la que afirmaban que medios de comunicación y varias ONG recibieron subvenciones por hasta 1.000.000 de libras esterlinas para participar desestabilizar al gobierno
Los medios de comunicación libres de Venezuela han sido víctima de persecución y censura promovida desde las instituciones del gobierno de Nicolás Maduro desde que inició el año.
Durante los últimos días, el chavismo fijó su mira en Efecto Cocuyo y su directora, Luz Mely Reyes, al acusarlos de recibir financiamiento del gobierno de Reino Unido para promover una presunta campaña mediática contra el chavismo, con la finalidad de contribuir con un cambio de Gobierno en el país.
En esta oportunidad fue la Aviación Militar, componente de la Fuerza Armada Nacional, que efectuó el señalamiento directo a Efecto Cocuyo en su cuenta de Twitter, al argumentar que medios de comunicación venezolanos son «mamparas al servicio de intereses extranjeros», acompañado por un video con «pruebas» sobre este supuesto complot mediático.
🛑#Dato En la guerra contra #Venezuela se apela al uso de medios de comunicación que en realidad solo son mamparas al servicio de intereses extranjeros. Un ejemplo de ello es @EfectoCocuyo
(Con datos de @latablablog)#AviacionMilitarBolivarianaCentenaria #FANB #Venezuela pic.twitter.com/3bbX4baOnR— AMB_FANB (@AmbFanb) January 19, 2021
Este discurso contra Efecto Cocuyo inició a raíz de una publicación del Daily Maverick con fecha del 6 de enero, en la que afirmaban que medios de comunicación fueron comprados, junto con otros medios y ONG, con hasta 1.000.000 de libras esterlinas para participar en un programa británico.
La publicación argumentaba que el gobierno británico intentaba «influir» las agendas noticiosas de los a los que pagaron directamente 250.000 libras esterlinas, mientras que las otras 750.000 fueron financiados en los últimos cuatro años mediante la Fundación Westminster para la Democracia.
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Los medios nacionales con línea editorial favorable al oficialismo inmediatamente hicieron eco de esta nota. A pesar de que Daily Maverick hace uso de interpretaciones y sospechas en lugar de hechos concretos, los periódicos locales afirmaron que Efecto Cocuyo era financiado para publicar información contra el chavismo.
En este contexto, el oficialismo emprendió una narrativa en contra de varios medios de comunicación, pero especialmente Efecto Cocuyo. En su programa semanal Con El Mazo Dando, Diosdado Cabello hizo mención a esta situación y respaldó la hipótesis de que los fondos son utilizados de forma maliciosa contra el gobierno chavista.
En defensa de Efecto Cocuyo
Medios de comunicación, organizaciones no gubernamentales y el gremio periodístico ha expresado su desprecio a las acusaciones oficialistas.
En esta ocasión, el Colegio Nacional de Periodistas (CNP) rechazó que la FAN se convierta en un «instrumento para estigmatizar y atacar» a los medios de comunicación, como respuesta al tuit publicado por la Aviación Militar.
El ente gremial remarcó que la institucionalidad en manos del chavismo está al servicio de la censura y la criminalización del ejercicio periodístico.
Muy grave que la #FANB se convierta en instrumento para estigmatizar y atacar a los medios de comunicación . La institucionalidad al servicio de la censura y la criminalización del ejercicio periodístico. https://t.co/Y6PsxseTl5
— CNP Caracas (@CNPCaracas) January 20, 2021
Efecto Cocuyo no ha sido el único medio perjudicado por esta ola de persecución al ejercicio del periodismo en Venezuela. El pasado viernes 8 de enero el oficialismo accionó un ataque triple contra Panorama, VPI TV y TalCual.
En el caso de Panorama, funcionarios del Seniat cerraron la sede operativa del medio durante cinco días. Mientras tanto, las dos sedes de VPI TV fueron visitadas por comisiones de Conatel y el Seniat, las cuales confiscaron todos los equipos y les obligaron a cesar sus operaciones en Venezuela. En paralelo, TalCual sufría un ataque cibernético que impidió el acceso a la página web durante horas.