PDVSA

DESLIZA PARA CONTINUAR

3.700 MILLONES DE PETRODÓLARES
A LA DERIVA

Uno de los mayores y más desconocidos capítulos de desangre de fondos públicos bajo el chavismo en Venezuela, es el de irregularidades que se perpetraron en el manejo de flota de buques tanqueros y otras embarcaciones de Petroleos de Venezuela, Pdvsa.

Mientras el gobierno de Nicolás Maduro hace malabares para sortear las sanciones de Estados Unidos y paradójicamente celebra como victoria la llegada de buques extranjeros con combustible para paliar la escasez, oculta que cientos de millones de dólares de los venezolanos quedaron comprometidos en negocios con barcos petroleros. Muchos ni siquiera están en servicio. Nunca zarparon.

Esta investigación realizada por la Alianza Rebelde Investiga de Venezuela –ARI-, y la plataforma latinoamericana de periodismo CONNECTAS, siguió la pista a más de 3.700 millones de dólares comprometidos en negocios de la petrolera, gracias a una filtración de 350 documentos internos de Pdvsa. Entre las revelaciones se encuentran anticipos por buques o astilleros que nunca se construyeron, desembolsos sin debidos respaldos ni seguimiento de protocolos de contratación, compras de embarcaciones con evidencias de sobreprecios y acuerdos de fletes desfavorables para la Corporación.

Entre los rostros de la historia destacan los de Asdrúbal Chávez, actual presidente de la estatal petrolera y quien antes de llegar al cargo ejerció posiciones clave de responsabilidad con respecto a la flota; el de Rafael Ramírez, quien lideró la corporación y el Ministerio de Petróleo cuando se fraguaron negocios millonarios; y el de Wilmer Ruperti, uno de los empresarios más beneficiados con contratos para la flota y quien hoy reaparece como un salvador en la crisis. Un mar de irregularidades en Pdvsa, la otrora poderosa corporación que dejó atrás su pasado como una de las compañías petroleras más ricas del mundo.

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