Investigadores venezolanos innovan para mantener revistas científicas a la par mundial
Las revistas científicas venezolanas iniciaron un proceso de migración al formato digital para mantenerse como centros de referencia. El formato de publicación periódica, tras los retos impuestos por la pandemia de covid-19, reemplaza la divulgación semestral. El Centro Médico Docente La Trinidad publicó este año su primera publicación arbitrada e indexada
El futuro de las publicaciones científicas se encuentra en el formato digital abierto al público. Tras la pandemia de covid-19, que puso a prueba la capacidad de investigación para responder a los avances de una enfermedad en todo el mundo, muchas revistas científicas, incluyendo las venezolanas, migraron al formato de publicación en línea y periódico de los artículos producidos por sus investigadores.
En julio de 2020, la Academia Nacional de la Medicina puso en marcha el portal científico CientMed, que no solo publica información semanal relacionada al ámbito de las ciencias de la salud sino que también divulga artículos originales de investigación bajo revisión de pares.
«Esta publicación, CientMed, responde a la necesidad imperante de nuestra comunidad médica, mermada como está por el progresivo aislamiento nacional e internacional, la diáspora, crisis humanitaria, covid-19, y la escasa capacidad financiera y de infraestructura de la ciencia y la medicina venezolana», señala la Academia Nacional de la Medicina.
Dentro del ámbito privado, el Centro Médico Docente La Trinidad (CMDLT), ubicada en Caracas, logró a principios de este año la publicación del primer número de su revista totalmente digital.
Esta clínica contaba desde 2007 con una publicación llamada Proyección Docente, donde se publicaban artículos científicos e información de los profesionales de la clínica. En 2015 se inició el cambio de formato a revista científica arbitrada y, en 2020, se logró un primer número con artículos científicos extensos.
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«Lo que tiene novedoso es que estamos alojados en una plataforma llamada Open Journal System (OJS), que permite que todos los procesos editoriales sean transparentes. Cumplimos con ser de acceso abierto y ya estamos indexados en índices nacionales e internacionales», explica Aida Carolina Medina, PHD en odontopediatría, profesora titular de la Universidad Central de Venezuela y Editora en jefe de la Revista Científica del CMDLT.
Eso significa que la revista ha sido evaluada por organismos externos, además del comité editorial que cuenta con médicos investigadores nacionales y extranjeros.
Al ser una revista 10% digital, refiere la especialista, «se pueden utilizar todos los tipos de datos, o sea, no solo datos estáticos, sino que también pueden haber vídeos insertados dentro de los artículos».
Dentro del CMDLT funcionan diferentes cursos de posgrado, al igual que programas de actualización, diplomas de perfeccionamiento, cursos de ampliación y pasantías programadas a través de diferentes convenios como universidades nacionales y organismos gremiales tanto de medicina como odontología.
«Hay producción intelectual que se está generando en cuanto a ciencia, porque en cada uno de estos programas para poder egresar es necesario presentar un trabajo investigación», refiere la profesora.
Tenemos también una gran producción de trabajos que requieren tener también plataformas fáciles donde la gente los pueda consultar, señala Medina. «Se tienen que cumplir todos los procesos editoriales y de revisión por pares, pero la idea es que como institución podamos hacer investigación no solo dentro, sino difundir la investigación nacional y mundial».
A partir de 2022, la Revista Científica del CMDLT entró al formato de publicación continua, eso significa que cada artículo una vez que es aceptado se publica. “Sabemos que en ciencias médicas esperar seis meses a la publicación de un artículo puede hacer que haya caducado, haya perdido pertinencia. Esto lo vimos con la pandemia de covid. Sin menoscabar la rigurosidad del proceso editorial, el formato de publicación continua permite acelerar la visibilidad para ponerlos a disposición del público”, destaca la investigadora.
Financiamiento escaso
La investigación científica venezolana ha contado en las últimas décadas con bajo presupuesto. Entre 2020 y 2021, varios trabajadores del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC) denunciaron la caída en la producción de este organismo, debido a la falta de asignación de recursos por parte del Gobierno, la migración de profesionales y la poca inversión en los laboratorios.
El físico Ismardo Bonalde, presidente de la Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales de Venezuela (Acfiman), también destaca la importancia de la investigación dentro de las universidades. «80% de la producción científica sale de seis universidades, y sube a 90% cuando sumas al IVIC«.
Por ejemplo, solo en la Universidad de Los Andes (ULA) se publicaron 80 números de revistas científicas y se mantuvieron en periodicidad otros 45 títulos durante 2021. Bajo el formato en línea existen 15 publicaciones universitarias.
Estima Bonalde que el presupuesto para la ciencia en 2022 debería ser de 2% del producto interno bruto (PIB). «Para tener una ciencia más o menos saludable, tú deberías invertir alrededor de 2% del PIB. Resulta que nuestro PIB es mísero, porque en 10 años ha caído alrededor de 10 veces.
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En el caso de las revistas médicas, la odontopediatra Carolina Medina señala que la mayoría trabaja con un presupuesto muy bajo para poder cumplir un estándar de calidad. «No es tan sencillo tener una publicación que además está indexada, hay publicaciones que tienen muchos años que antes eran en formato impreso y no han tenido presupuesto para poder seguir avanzando hacia la tecnología y pasarse a digital».
El primer paso de todo investigador es tener claro cuál es el objetivo que está buscando con su trabajo y de qué manera puede lograr este objetivo para llevar a cabo una investigación que sea pertinente. En este punto entra el conseguir financiamiento. «Es lo que nos pasa a casi todos los profesores universitarios e investigadores», destaca Medina.