Invocar el TIAR es una solución no ejecutable y el error continuo de la oposición
Para el doctor en ciencias sociales, el diálogo no surtirá el efecto que pudiese mientras no exista una sociedad civil que le dé fuerza
El sociólogo Trino Márquez señaló que la «invasión de las tropas norteamericanas» a Venezuela podría realizarse sólo si el problema político venezolano se convierte en una amenaza a la seguridad de los Estados Unidos. Es por ello que consideró que la oposición comete un error cada vez que invoca la Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR), pues sólo invoca soluciones no se van a ejecutar.
Durante una entrevista con Vladimir Villegas en «Vladimir a la carta», Márquez indicó que no existe instancia alguna o carta de dirigente políticos que obligue al gobierno americano a movilizar su ejército y que tampoco se le da «ninguna razón de peso» para hacerlo. Ante ese escenario dijo también que las únicas dos naciones latinoamericanas con el poder de intervenir el país son Colombia y Brasil. No obstante, aseguró que no lo harán porque tienen grandes problemas estructurales a lo interno que aún no logran resolver.
En ese sentido, Márquez acotó que no puede existe un cambio en el perfil del país mientras que no haya un cambio político. Cree entonces que el diálogo, si bien es la única instancia a través de la cual se pueden llegar a acuerdos para no recurrir a la confrontación, no surtirá el efecto que debería mientras que las organizaciones de la sociedad civil y los instrumentos políticos que se tengan no sean lo suficientemente poderoso para obligar al gobierno a tomar decisiones en pro de la población.
El experto dijo que el hecho de que la oposición del G4 diga que se cerró el diálogo, «es como decir que ya comiste hoy y que en las próximas semanas no vas a comer. El diálogo hay que mantenerlo hoy, pasado mañana y las veces que sea necesario». Asimismo, criticó que esa sea la postura del G4 y aseguró que eso se debía a la falta de partidos que había en el país.
El doctor en ciencias sociales explicó que incluso cuando Chávez llegó al poder aún se tenían partidos políticos y capital social capaz de generar una presión que sometía al gobierno a negociaciones que daban resultado importantes, por ejemplo el referéndum de 2004. Mas sentenció que ahora lo que se tiene son «centros de amigos» que llevan a que operen grupos que toman decisiones radicales, tal y como lo está haciendo el G4.
«14 años después esa sociedad desapareció. No tenemos partidos, movimiento estudiantil, gremios, sindicatos, estos conjuntos que le dan fuerza al diálogo», aseguró Márquez, quien también consideró que mientras esa fuerza civil está ausente, el régimen de Nicolás Maduro aumenta y cohesiona su estructura política con el despliegue de Unidades de Batalla Hugo Chávez (UBCH), consejos comunales y las Fuerzas de Acción Especiales (FAES).
Para Trino Márquez hay que olvidarse de soluciones rápidas, pues piensa que la oposición deberá hacer una evaluación y reorganización de sus partidos para ver cómo se conectan con los venezolanos y se convierten en intérpretes de las necesidades que estos tienen. A partir de eso, pueden empezar sus organizaciones políticas a rehacer los sindicatos, reconstruir el tejido social y al mismo tiempo ir acelerando los procesos electorales, los cuales dijo hay que evaluarlos con frialdad y «cuando haya que participar en ellos, hacerlo.»
«Luchamos con un enemigo poderoso que tiene aliados muy fuertes. Venezuela es una ficha importante en el tablero internacional, pero tenemos que prepararnos e ir avanzando lentamente como Rafael Caldera y Jóvito Villalba lo hicieron, ir construyendo partidos políticos fuertes. Estamos en una situación parecida a cuando murió Juan Vicente Gómez, y peor que cuando cayó Pérez Jiménez»