Iris Varela aseguró que la figura de los «pranes» no existe en las cárceles venezolanas
Señaló que en cada cárcel hay un «delegado» de DDHH y existe un monitoreo constante por parte de organismos dedicados a la materia, además que apuntó la existencia de líneas de comunicación para recibir las denuncias y procesarlas
La ministra de Servicios Penitenciarios, Iris Varela, aseveró este lunes que el sistema de cárceles en el país ha cambiado 180 grados desde hace 8 años y una prueba de ello es que el tema ha desaparecido de los medios de comunicación, ya que con anterioridad «se solía hacer amarillismo» con la situación de violencia en las prisiones por las «políticas erradas» que se cometían desde antes de la llegada del chavismo al poder.
En entrevista para Globovisión, Varela afirmó que el Estado venezolano tiene el control del 98,5% de las cárceles «que están bajo su administración» e hizo énfasis que en recintos penitenciarios ubicados en Táchira, Lara, Falcón, Cumaná, Apure, Zulia, Nueva Esparta no existe armamento ni otras prácticas debido a la «transformación del hombre nuevo» porque bajo su gestión, esas situaciones «se han sepultado».
Al ser preguntada por los líderes negativos en las cárceles, conocidos comúnmente como «pranes», recalcó que «jamás en la vida he reconocido la existencia ni le he dado beligerancia a esos grupos criminales en ninguna parte» y subrayó que la autoridad única es la del Estado venezolano. Sin embargo, dijo que cuando llegó a ocuparse del sistema penitenciario sí había un «grupo de privados de libertad que ejercía control y poder en la población carcelaria», pero que en la actualidad eso había desaparecido y «no puede volver».
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Criticó al Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP) y a su director, Humberto Prado, al decir que es un «instrumento financiado» por EEUU y denunció que esta ONG no acude a los centros penitenciarios a evaluar la situación que ocurre dentro de los penales. A su juicio, las autoridades en el país antes de 1999 lo nombraron de violador de DDHH por su actuación como director de una cárcel y dejó entrever que a partir de sus actuaciones, surgieron fenómenos de «descontrol» en los recintos penitenciarios.
«No tiene moral para venir a hablar de DDHH en Venezuela», fustigó y abrió la invitación para que cualquiera que desee ir a una cárcel en el país, haga las gestiones pertinentes «que se les dará el acceso» para que constaten de primera mano la «transformación» que se ha registrado en esos lugares, aunque advirtió que existen descontroles en aquellos recintos carcelarios que no están en su administración como los centros de reclusión policiales.
Por otro lado, aseguró que existen comisiones de DDHH de la ONU -adscritas a la oficina que preside la alta comisionada de DDHH, Michelle Bachelet- que acuden a las cárceles del país, así como resaltó el trabajo que lleva a cabo la Cruz Roja de la mano con la administración penitenciaria. «En Venezuela existe el mejor sistema penitenciario del mundo. Cualquier cosa que se diga en contra, es falso (…) Siempre buscamos mejorar las condiciones de reclusión».
Indicó que todas esas instalaciones como piscinas, discotecas y demás áreas fueron eliminadas de las cárceles del país.
Al ser preguntada sobre una protesta de internos por supuestas malas condiciones de alimentación dentro del Centro Penitenciario de Occidente, conocido como la cárcel de Santa Ana (donde también hay un centro de procesados militares), Varela destacó que existe un «interés velado» por parte de algunos sectores, que a su juicio tratan de buscar o generar situaciones para desviar la atención. En ese sentido, subrayó que los presos «tiene familiares» y no están solos.
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Denunció que esa manifestación comenzó de forma «un poco extraña» y empiezan a proliferar videos a través de las redes sociales de lo que estaba ocurriendo, pero cuando analizaron las cámaras evidenciaron cómo introducen teléfonos y hasta banderas de Venezuela en las visitas. Además, resaltó que no todos los días hay carne o pollo para comer, ya que hay un «menú» elaborado por el Instituto Nacional de Nutrición para brindarle el alimento necesario a esa población.
Señaló que en cada cárcel hay un «delegado» de DDHH y existe un monitoreo constante por parte de organismos dedicados a la materia, además que apuntó la existencia de líneas de comunicación para recibir las denuncias y procesarlas. Por ello, hizo un llamado a la ciudadanía a confiar en las autoridades respecto a llamadas de extorsión y averiguar de dónde proceden.
Informó que se ha ido disminuyendo el retardo procesal dentro de las cárceles al trabajar de forma conjunta con el Ministerio Público, la Defensa Pública y los Tribunales para activar mecanismos itinerantes que permitan el traslado del aparataje legal y hacer los procesos en los centros. Aseguró también que el sistema es apreciado y buscado por otras naciones, entre otras cosas porque «nadie que haya pasado por el nuevo régimen penitenciario reincide en el delito».