Jabón Las Chávez, por Teodoro Petkoff
«Lavado de cerebros» al sector militar plantea informe de la DIM
El documento de la DIM, que ayer publicamos con carácter exclusivo, acompañado de la lista de los tres grupos de altos oficiales (revolucionarios, institucionalistas y disidentes), revela palmariamente el plan de copar política e ideológicamente a la FAN. El plan consiste en «catequizar» a los llamados oficiales institucionalistas, para hacerlos «permear» hacia el campo revolucionario, y tratar de hacer lo mismo con los llamados «disidentes», pero sin hacerse demasiadas ilusiones con estos, para los cuales más bien se prepara un plan de hostigamiento que los lleve a tirar la toalla y pedir la baja. Si se observa bien el cuadro que ayer publicamos se verá que «revolucionarios» y «disidentes» son posturas extremas, claramente minoritarias respecto de los «institucionalistas». Constituyen estos lo que en política es el «centro», (los «revolucionarios» suelen referirse al «centro» como «charca» o «pantano»), y como en política, la batalla es por conquistar ese «centro», al cual se atribuye una cierta disposición a no bloquearse ante el mensaje revolucionario.
Ahora bien, ¿cuál sería el «catecismo» de esa operación de «catequesis», como la denomina el documento de la DIM? Es bien poco probable que lo sea la literatura marxista-leninista-maoísta. Es difícil imaginar a los oficiales de la FAN aceptando acríticamente un lavado cerebral con ese «detergente». Mucho más plausible es que se utilice como referencia ideológica el inefable «árbol de las tres raíces». O sea, básicamente el ideario de Bolívar, porque en el terreno de las ideas Zamora no dejó literalmente nada, y el pensamiento de Simón Rodríguez es más bien una curiosidad bibliográfica. El problema es que Bolívar ha sido el alimento espiritual e ideológico de los militares desde que se fundó la Academia Militar. ¿Qué más podrían agregar a la interpretación de la obra del Libertador los «catequistas» revolucionarios, que ya no haya sido estudiado por los oficiales a lo largo de toda su carrera?
De modo que lo más probable es que la piedra de toque del tránsito de la condición «institucional» a la «revolucionaria» sea «la fidelidad y la lealtad hacia el Comandante en Jefe y la Revolución», tal como lo define el general Martínez Morales en el documento ya citado. Puesto que la «Revolución» no pasa de ser más que una consigna para el discurso, carente completamente de cualquier expresión concreta que remita a algún tipo de conducta emparentada con lo que han sido las revoluciones modernas es de temer, entonces, que la idea es estructurar una FAN al servicio del Comandante en Jefe. El «catecismo» sería, lisa y llanamente, la colección de discursos de Hugo Chávez.
El propósito, pues, es el de hacer de la FAN un ejército POLITICO. Ya la «Bicha», con el fuerte sesgo militarista que posee, al colocar a la FAN por encima de la Nación y del propio Estado, consagrando una suerte de fuero militar, había sentado las bases para que la Fuerza Armada pudiera eventualmente asumir la conducción de la administración del país. Pero, para ello, la FAN debe estar cuadrada, sin fisuras, con su Comandante en Jefe. Las medidas para que ello sea así están definidas en este documento de la DIM