Jesenia Freitez: También fuera del país se hace periodismo para Venezuela
Integrante de una generación de reporteros que patean calle con los riesgos que comporta hacer periodismo en Venezuela, Jessenia Freitez halló en su “autoexilio” el impulso para ganar nuevas experiencias. Ahora, asentada en Monterrey, México, lleva adelante con otros periodistas el café literario Versos al Azar, espacio para cantautores, poetas, escritores, escultores y actores. Pero no deja de lado el oficio de informar y de ayudar desde afuera a Venezuela
Autor: Elizabeth Araujo
“Abandonar el país es como divorciarse estando aún enamorado”. La cita es de Laureano Márquez quien, cada vez que la suelta en un escenario, sea en Madrid, Buenos Aires o Miami, los venezolanos que acuden a verlo, lloran. Jessenia Freitez se aferra a esa frase para explicar los sentimientos encontrados que le animaron a comprar un boleto de avión e irse a México, sin la certeza de lo que iba hallar, pero con demasiadas expectativas como para no dejarse llevar por la frustración y el fracaso. Viajó en abril de 2016, sin mirar atrás y con inocultable temor. Hoy siente que México le ha ayudado a madurar y reinventarse como profesional. Hoy afirma con franqueza que México “es un país noble, extraordinario y de oportunidades”.
La salida, las expectativas
“Yo me fui de Venezuela porque, aunque tenía más de un empleo, sabía que se estaba haciendo cada vez más difícil crecer y no me equivoqué. La escasez y la inseguridad también fueron claves para que yo tomara esa decisión. Además de que era una posibilidad para ayudar a mi familia enviándoles recursos, comida o medicina”, explica en entrevista vía on line que concede esta periodista que no llega a los 30 y ha tenido que apurar el paso para aprender más de un oficio que inició en el diario TalCual y continuó en la ONG Espacio Público.
Para Freitez no fue un viaje al azar, porque evaluó muchas opciones y fueron muchas las razones por las cuales tomó la decisión. “Vi que en Panamá y Chile ya había muchos migrantes venezolanos; España era una de mis opciones pero la descarté por lo lejos que queda de Venezuela. Entonces escogí México por la cercanía, porque no existía la barrera del idioma y porque es un país donde hay oportunidades de crecimiento. México es un país en el que, a pesar de sus problemas, exhibe una economía estable. Además, vi que en el área de la comunicación social, que fue la carrera que estudié, había campo para mí”.
“Los primeros días fueron un reto porque me tocó estar al frente de la jefatura de prensa de una candidata independiente, y era la primera vez que en el estado de Puebla se lanzaba como aspirante una mujer sin partido político que la apoyara. En un principio los medios era aprensivos conmigo, pero poco a poco y con profesionalismo pude comunicar lo que se necesitaba. Por supuesto que me costó acostumbrarme al clima tan extremo, y aunque esto parecerá tonto, me costó mucho adaptarme a temperaturas máximas de 47 grados y mínimas de -10 grados. También me costó acostumbrarme a la comida. Al final, para un inmigrante es un combo todo lo que tienes que aprender y todo lo que tienes que conocer para sentirte bien y adaptarte, sobrellevando la añoranza y el desarraigo”.
Estar aquí y allá
Al contrario de otros venezolanos que, con razón o sin ella, rompen las ataduras con su país, Jessenia Freitez fijó con un alfiler el mapa de Venezuela. Consciente de que en México, como en cualquier lugar a donde vaya habrá que trabajar duro para ver los resultados, asegura que estuvo durante tres años atenta a la política, la economía y todo lo relacionado con México. La dinámica que se inventó para no dejar el periodismo y realizar entrevistas desde Venezuela le abrió el camino para ser seleccionada.
“Creo que todos los que nos hemos ido de Venezuela sentimos que no es fácil. Para mí fue muy duro irme sola a un país y saltar al vacío. Los periodistas nos desarrollamos gracias a nuestro talento pero también gracias a las relaciones públicas que logramos establecer; de manera que irme significó para mí empezar de cero. Tocar puertas y mantener en mi mente la convicción de que tenía que trabajar muy duro para sobrevivir y lograr lo que profesionalmente había alcanzado en mi país, como dejar mi trabajo en Espacio Público, una ONG que defiende y promueve la libertad de expresión. Gracias a esa labor pude ver cómo a diario crecía la censura, la persecución a los medios y a los periodistas. Lamenté irme porque ya no podría seguir trabajando en favor los derechos humanos y la libertad de expresión, al menos in situ”.
Freitez recuerda ahora, no sin desazón, las trabas con las que se enfrenta cualquier profesional que deja su país y apuesta a ejercer el oficio en la tierra que le acoge. “El primer obstáculo precisamente es ser extranjero… los medios temen contratar a alguien que recién llega al país, piensan que es un riesgo, porque tal vez no están familiarizados con los hechos o con el contexto. Toqué muchas puertas en medios de comunicación pero no tuve el privilegio de ser llamada para trabajar en alguno. Pero sí fui elegida para trabajar en la jefatura de prensa de una campaña electoral en Puebla, apenas me bajé del avión. Y luego fui escogida para ser la jefa de prensa de una de las dependencias o instituciones más importantes del Gobierno de Nuevo León, la Secretaría de Administración del Estado. Además, seguí haciendo periodismo de manera remota o con colaboraciones a los medios TalCual y Te lo cuento news”.
Amor a la mexicana
Para quien se esmera en sobrevivir resulta difícil calificar con algún rasgo de objetividad el país que le dio acogida. Porque son las experiencias las que van moldeando esa definición que la gente desde Venezuela pregunta ¿qué tal es México, España o Estados Unidos? En el caso de Freitez su mayor experiencia ha sido trabajar en una dependencia tan importante y posteriormente en el equipo de prensa del Gobernador de esta entidad. “Puedo decir que trabajé mucho la humildad y la apertura de mente para aprender todo lo que se necesita cuando estás en un área tan importante. También, pude aprender sobre la política en México, sobre los procesos electorales y las políticas públicas, los estilos de escritura y la forma de comunicar en la cultura mexicana”.
Además de seguir con la comunicación y el marketing político, Jessenia Freitez está conectada con el Foro de Comunicadores y Periodistas de México y con ellos dice haber tenido la oportunidad de ser ponente sobre temas de libertad de expresión y ser juez en premios nacionales de periodismo. “Con ellos quisiera seguir contándole a México la realidad periodística de Venezuela. De igual modo seguiré como colaboradora de Te lo cuento news, como corresponsal en México y en algunos medios venezolanos que me han permitido escribir desde aquí”.
Pero lo más importante, es que el pasado mes de agostó debutó como emprendedora, a través del café literario “Versos al Azar”, un proyecto cultural que pretende promover la música, la literatura, la poesía y el teatro, es un café literario que lleva el sello de México, pero también el de Venezuela. “Espero que ese lugar se convierta en un refugio para cantautores, recitales de poesía, escritores y actores; además de talleres, debates, encuentros, coloquios y escenarios para todo el que tenga un sueño y este trabajando por ello. El café se llama Versos al azar y lo abrí en sociedad con un gran y extraordinario amigo mexicano que creyó en mí y me permitió hacer equipo. Quisiera que fuera un punto de referencia cultural para todo el que desee expresar el arte. Sobre todo para quienes están comenzando, porque son quienes menos tienen espacios para expresarse”.
Noticias de mi tierra
Jessenia Freitez asegura que no ha dejado de mantener contacto con su país y la prueba es que destaca como narradora de noticias en Te Lo Cuento News. Pese a los contratiempos, cree que se puede hacer periodismo para Venezuela fuera del país. “Tiene su complejidad, porque al estar lejos tienes que ser mas acucioso, cuidados y hay que reconfirmar aún más la información que te da una fuente. Pero la tecnología ayuda muchísimo. Me he valido de herramientas digitales para ejercer el periodismo. Para mí, Te lo cuento news y TalCual es un vivo ejemplo de que el periodismo se reinventa frente a las circunstancias y con cada obstáculo o forma de censura, el periodista puede conseguir la manera de informar, de buscar y de contar lo hechos”.
En cuanto al oficio mismo, piensa que en Venezuela el periodismo muestra hoy muchas trabas; distinto en México donde el riesgo se mide en muertes. “Yo creo que una de las cosas que he aprendido del periodismo en México es la gallardía con que enfrentan los temas álgidos, las maneras que han conseguido de mostrar temas complejos y que ponen en riesgo la vida del periodismo. Muchísimos periodistas están armando proyectos periodísticos interesantes y con mucho profesionalismo”.
Para quien está alistando a sus maletas y se pregunta si le irá bien, Freitez no tiene “consejos sabios”, porque opina que cada cual labra su experiencia una vez que llega al país deseado. “Solo les digo que sí es posible, que tal vez en un principio les tocará ser mesero o limpiar casa, pero que no dejen su propósito de ejercer su pasión, llámense como se llame. Yo les digo que busquen capaz el tiempo libre para seguir preparándose, a través de internet, de cursos gratis en línea, que se mantengan en contacto con sus colegas y que se conecten con grupos de colegas en los países que escogieron para vivir. No es fácil, pero tampoco es imposible. No se frustren, al contrario, transformen esos sentimientos en ideas para seguir en el área que les gusta, o para la que estudiaron”.
*Elizabeth Araujo es periodista venezolana. Reside en Barcelona, España.