José Gregorio y Celia, por Marisa Iturriza

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(Con el debido respeto)
A pesar de hiperinflación+devaluación, escasez generalizada, falta de gasolina, de agua, de electricidad y pare de contar, nadie podrá negar ¡jamás! que si algo le interesó a el proceso desde su mero arranque es la salud de eso que llaman pueblo.
Sin abundar demasiado, entre otras, hay que recordar la cura antillana del vitiligo. Ah, no. Nada que ver, pero buen intento. Contra el cáncer apareció el interferón, más la molécula DR-10, más el té recomendado desde el mar de la felicidad que puso a muchos a buscar hojitas de “moringa” para hacerlo, sin olvidar el Acetaminofén seguido por el recientemente recomendado guarapo de malojillo, saúco, jengibre, etc. de inspiración local.
*Tulio Ramírez: Las gotitas milagrosas, por Tulio Ramírez
Pero todo no puede ser nostalgia, ni melancolía, ni “guayabo” ni nada por el estilo de lo que ya venimos experimentando desde mucho antes de que apareciera el fulano covid-19 para terminar de “poner la torta”, porque sin necesidad de consulta médica ¡Arriba, corazones! Poniendo debajo de la lengua cada cuatro horas 10 gotas de cierta (de verdad-verdad) poción milagrosa ¡Se cura 100% el malhadado covid-19!
Para que el pueblo se trague las 10 goticas y se cure pronto quizás sería conveniente establecer algún horario de consumo, que podría anunciarse mediante sirena o cañonazo o tiroteo o toque de corneta comenzando digamos que a las 6 am, luego 10 am, 2 pm, 6 pm, 10 pm, 2 am, claro que modificable a conveniencia, comenzando digamos que a las 8 am…
“Oportunistamente” a dicha poción la mientan “Lágrimas de José Gregorio” aprovechándose del respeto que se le profesa al Dr. Hernández y a su esperada canonización. Pero, resulta que él fue un reconocido científico universitario muy estricto y, como tal, respetuoso de los requisitos exigidos para confiar en cualquier medicamento, los cuales como que no están mencionados en las goticas esas, en cambio a Celia Cruz nadie la acusaría de ejercicio ilegal de la medicina cuando palabras más, palabras menos, cantando sugiere:
Yerba santa pa’ la garganta. Albahaca pa’ la gente flaca. Ruda pa’l que estornuda. Apasote para los brotes. Abrecamino pa’ tu destino. El vetiver para el que no ve…
Y con esta yerba… se casa usted…
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